Hungria junto a Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Polonia, Alemania Oriental y Rumania constituían el Glacis o “zona de amortiguamiento” bajo dominación de la URSS que a fines de la Segunda Guerra Mundial las había ocupado militarmente. En Yalta y Postdam donde se repartieron las zonas de influencia, terminaron dejando esta zona bajo la órbita de la burocracia moscovita, la que al cabo de dos años terminó expropiando a la burguesía.
Hungría fue parte de las revoluciones que, a la muerte de Stalin en 1953, comenzaron contra la burocracia y la opresión nacional pero defendiendo las relaciones de propiedad conquistadas. En primer lugar en Alemania Oriental donde los trabajadores alemanes habían sido divididos artificialmente en un país inviable, al cual la burocracia soviética expoliaba sus recursos y redoblaba su opresión. Los trabajadores metalúrgicos de Berlín, se levantaron contra el aumento de productividad, por salario y por libertades políticas, formaron consejos obreros y propusieron un gobierno “metalúrgico y revolucionario”. El levantamiento se extendió a cientos de ciudades y fue aplastado con tropas y tanques del Ejército Rojo ruso.
La derrota de la revolución alemana no impidió que tres años después en Polonia se levantaran los metalúrgicos de Poznan, contra las metas de producción y los bajos salarios. Surgieron consejos obreros que querían administrar las empresas. Una movilización de cien mil fue reprimida violentamente. Pero esta revolución logró ser desviada con las promesas de reformas del comunista disidente Gomulka.
El 23 de octubre el pueblo húngaro salió a las calles con el ejemplo y en apoyo a Polonia. El lema era “hagamos como Polonia”. La movilización fue convocada por el círculo Petofi1 , pero que al final fue desbordado por la amplia movilización. En los días previos, los estudiantes de la Universidad Politécnica habían realizado un encuentro en el que votaron 16 puntos de reclamos y exigencias: la retirada de las tropas soviéticas, la designación de Imre Nagy, un disidente del PC húngaro que había querido hacer reformas unos años antes pero fue destituido por Moscú ante la revisión de las reparaciones de guerra, etc. ¡Hungría le “debía” a la URSS 600 millones de dólares (de esa época) por “ayuda” en la guerra y todos los años los rusos se quedaban con millones de toneladas de trigo a cambio! La opresión nacional y social era agobiante. Por eso los objetivos del levantamiento eran democráticos y nacionales, pero a la vez manteniendo la expropiación de la burguesía sin volver al capitalismo.
Fueron a la radio para que leyeran el Manifiesto de la Juventud pero los reprimieron. Los manifestantes derrumbaron las gigantes estatuas de Stalin y quitaban las estrellas rojas de monumentos y banderas, ya que eran los símbolo de la opresión burocrática.
La represión aumentó y la reacción de los manifestantes fue armarse y linchar a varios de la odiada policía política AVH2 . La revolución estaba en curso. Se enfrentaron con astucia y valentía en las calles contra los tanques soviéticos, les ponían en el camino platos de metal, boca abajo y así parecían minas, cuando el tanque disminuía su velocidad, los combatientes trababan con un fierro las ruedas, se trepaban al vehículo y le acertaban una molotov. Pero también llegaron a confraternizar con sectores de las tropas soviéticas y hasta ganar divisiones enteras. La multitud armada estaba compuesta sobre todo por jóvenes obreros, alumnos de secundaria y entre ellos muchachas. Eran de las barriadas obreras y residencias estudiantiles de las zonas más pobres de Budapest.
En esta primera batalla el ejército estalinista tuvo que irse derrotado, pero la guerra no había terminado. Asumió Imre Nagy3 , y el pueblo húngaro creía haber triunfado. Pero Nagy tuvo una política conciliadora con Moscú, e incluso trató de imponer la ley marcial y desarmar a las masas. Tras la revolución surgieron los Consejos Obreros desde las fábricas más importantes de Budapest y del país. Estos consejos, aunque confiaban en el gobierno, ejercieron un doble poder manteniéndolo en jaque constante. Bajo presión, Nagy llegó a declarar la ruptura con el Pacto de Varsovia4 y la neutralidad.
Estaba en curso un profundo proceso revolucionario, una revolución política, que ponía en peligro la existencia misma de la burocracia como casta dominante. El estalinismo se dispuso a derrotar dicha revolución y el 4 de noviembre invadió masivamente con el Ejército Rojo.


1 Un foro de discución y crítica formado por intelectuales, escritores y jóvenes estudiantes.
2 En húngaro Allam Vedelmi Hatosagnom, la temible policía política.
3 Formó un gabinete con los partidos de la posguerra, algunos burgueses. Entre los ministros estaba el filósofo Luckáks, y el comandante disidente Pal Máleter.
4 Un tratado militar de los países del Glacis y subordinado a la URSS que se formó en oposición a la OTAN, en la llamada Guerra Fria.