La acerera, ubicada en la ciudad de Villa Constitución inició un plan de ataque contra los trabajadores que tiene como meta reducir la producción de acero. En el mes de julio la patronal instó a liquidar las vacaciones pendientes y los francos compensatorios para parar durante una semana la acería y redujo de 4 a 3 turnos varios sectores de la planta. El martes 13 de agosto inició una nueva parada de la acería, pero esta vez aplicó suspensiones.

Entre el 2003 y 2012 la patronal estuvo de fiesta: creció el 178% y hoy está entre las principales 60 empresas. Ahora dice que por la caída de las ventas tienen una sobreproducción de un mes. Pero son expertos en “primerear” con medidas que atacan las condiciones de trabajo y los puestos. Ya en el ’76 fue parte de los impulsores del plan económico de la dictadura, poniendo a su gerente Martínez de Hoz como Ministro de Economía. En el ’91, fue la primer empresa en aplicar la flexibilización laboral; en el 2001 lanzó la rebaja salarial del 13% y en el 2010-2011, las suspensiones y la reducción de turnos. Ahora arreglaron con la UOM un acuerdo escandaloso: nos suspenden al 85% del sueldo y pueden hacerlo de acá a julio del año que viene.

Este acuerdo lo han hecho sin realizar una asamblea general. La UOM habla de ser responsables y poner el hombro, pero no dicen que ésta es una movida política de la empresa para seguir ajustando a los trabajadores. Necesitamos organizar la lucha entre todos los delegados y compañeros honestos para rechazar el chantaje patronal, defender los puestos y condiciones y no permitir que toquen ni a uno de los contratados ni contratistas, sobre los que la patronal intentará descargar los peores ataques. Lamentablemente el conjunto de la Interna ha avalado el acuerdo.

Llamamos a los compañeros de El Martinete y el PO a corregir este error. En mi turno hemos podido discutir democráticamente no solo el ultimátum de vacaciones o suspensiones y votamos rechazar el acuerdo. Hay que impulsar en todos los sectores asambleas para rechazar el plan de ajuste y exigir una asamblea general de todos los trabajadores para votar un plan de lucha, la defensa de todos los contratados y tercerizados y un congreso de delegados de toda la región, con mandato abierto a las bases para organizarnos y decidir como hacer para que la crisis no la paguemos los trabajadores.

Luciano Molina, delegado de acería