En Coca Cola, PepsiCo, ex Jabón Federal, Subte, Telefónicos, Cargo-Renault; despidos por organizarse, luchar o simplemente protestar. ¿Simple casualidad?
En el último período, la situación de la clase obrera cambió: durante 2004, hubo record de huelgas (no se daban en tal cantidad desde 1989) y en varios establecimientos los trabajadores comenzaron a organizarse y reclamar representación sindical de base (delegados).
Los aumentos del Gobierno y las paritarias llevadas adelante por los Sindicatos –a pesar de alcanzar sólo a los convencionados y no pasar el 19%- apaciguaron las huelgas.
Pero Gobierno y patronal ya habían tomado nota de que debían interrumpir un proceso más profundo aún, como es el de surgimiento de delegados y activistas por fuera de la burocrática estructura sindical.

Las leyes no los protegen 
La legislación argentina que reconoce estabilidad laboral para los delegados gremiales deja sin esa protección a los trabajadores que no tienen fueros y son despedidos ante la mínima sospecha de organización.
Las patronales tratan de impedir que en los sectores más precarizados haya organización democrática de base, precisamente, para que no sean cuestionadas esas condiciones de labor. Así, contratados, “en negro”, “monotributistas”, es decir, el 50% de los obreros, no gozan del derecho a organizarse1 .
Ante esa herencia de la dictadura militar y los ’90, los trabajadores y sus abogados fuimos abriéndonos camino, con organización y lucha. Ejemplo de esto lo están dando los trabajadores de Jabón Federal que tienen la planta paralizada por la reincorporación de un compañero perseguido. También con paro se logró la reincorporación de los delegados despedidos por LAN. Paros, piquetes, difusión y coordinación, son indispensables. 
A veces el miedo impide que desde adentro se dé la respuesta necesaria, por eso los abogados tienen un importante rol. En general, los consejos de los abogados de los gremios son: calma e indemnización. Nosotros, en cambio, nos paramos desde la legitimidad que tienen esos reclamos e intentamos reflejar legalmente lo que los trabajadores plantean con su lucha. Años atrás logramos un inédito fallo por lock out-paro patronal contra la empresa Zanon y fuimos pioneros en conseguir sentencias ordenando la reincorporación de activistas –haciendo extensiva la protección de los delegados para los que no tienen fueros y declarando nulo el despido–con el caso “Balaguer c/ PepsiCo”, que abrió el camino en la jurisprudencia nacional, destacando la figura de “delegado de hecho”.
Por eso exigimos plenos derechos sindicales y la exigencia de reinstalación de todo trabajador despedido por luchar.
Apostamos a que el proceso de elección de nuevas Comisiones Internas se desarrolle y denunciamos lo que nadie dice: que la precarización se perpetúa porque no existe el derecho a organizarse amplia y democráticamente, con cuerpos de delegados, sin que los activistas sean perseguidos, etc. A menor organización democrática y de base de los trabajadores, más garantías para la patronal para multiplicar sus ganancias en base a la super explotación.
Sólo entendemos esta campaña desde la máxima amplitud y unidad, porque es para la lucha, porque queremos realmente triunfar. Por eso hacemos esta propuesta al conjunto de las organizaciones, y esperamos que pronto no sea sólo nuestra.

1 Sin contar los casos en que trabajadores “en blanco” tampoco tienen permitido organizarse por acuerdo de los Sindicatos con las empresas.