El día de hoy está llamado a declarar como testigo en la Causa Fuentealba I el ex gobernador Jorge Sobisch, quien públicamente se hizo responsable de haber dado la orden de represión el 4 de abril de 2007, cuando fue asesinado el compañero Carlos Fuentealba.

Aunque no se sabe si se va a presentar, gran cantidad de docentes y trabajadores ven con simpatía que el asesino Sobisch haya sido convocado a declarar en el juicio al policía Poblete, más allá de que sólo sea como testigo. Es que el tribunal se vio obligado a llamarlo por la bronca y el odio de la población y la movilización de los trabajadores y el pueblo, como la histórica marcha en el aniversario del asesinato de Carlos.

Es verdad que si hoy se está juzgando al asesino Poblete, y Sobisch es llamado a declarar, es producto de la lucha de los y las docentes y distintos sectores de trabajadores y estudiantes de Neuquén y del resto del país. Y tiene que ser la movilización la que impida que esta declaración termine siendo una maniobra para evitar que el mismo Sobisch sea indagado en la Causa Fuentealba II, o que directamente ningún responsable político vaya preso.

Estrategias de la impunidad

Sobisch tendría que estar sentado en el banquillo de los acusados junto a Poblete y todos los responsables políticos y materiales del fusilamiento de Fuentealba. Si hoy es citado como “testigo” y no como imputado es producto de que la Justicia separó la causa en dos, juzgando hoy a Poblete como responsable material y dejando para un futuro incierto la Causa Fuentealba II, donde están imputados algunos responsables políticos. Esta estrategia de desmembrar la causa en dos, como si fueran hechos separados, tiene el objetivo de diluir el plan común y las responsabilidades en la cadena de mandos durante la represión.

Es parte de la política de impunidad del MPN, que fue sellada en la Convención partidaria de abril de 2007, cuando Sapag y Sobisch negociaron cargos en las listas electorales para uno a cambio de impunidad para el otro.

Para evitar que Sobisch y los responsables políticos y materiales del fusilamiento de Carlos queden impunes, es necesaria la movilización de los trabajadores de Neuquén y todo el país.

PTS Neuquén - 24/06/08