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TEORÍ

Centenares de trabajadores y estudiantes toman en sus manos “El Capital”

Junto con los talleres de El Manifiesto Comunista, durante el verano el PTS está desarrollando talleres de El Capital. A sala llena en el hotel Bauen y con una más que nutrida concurrencia en la Zona Norte y Oeste de la Provincia de Buenos Aires, centenares de trabajadores y estudiantes, cuadros y dirigentes del PTS, se dieron cita –durante los cuatro días del fin de semana largo- para discutir conceptos claves del primer tomo de El Capital.

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26 de febrero 2015

Centenares de trabajadores y estudiantes toman en sus manos “El Capital”

Junto con los talleres de El Manifiesto Comunista, durante el verano el PTS está desarrollando talleres de El Capital. A sala llena en el hotel Bauen y con una más que nutrida concurrencia en la Zona Norte y Oeste de la Provincia de Buenos Aires, centenares de trabajadores y estudiantes, cuadros y dirigentes del PTS, se dieron cita –durante los cuatro días del fin de semana largo- para discutir conceptos claves del primer tomo de El Capital.

Los cursos se siguen replicando en La Plata, en la Zona Sur de la Provincia de Bs. As., en Rosario, Córdoba, Neuquén, Tucumán y Jujuy. Aquí presentamos extractos de algunas opiniones de obreros que estuvieron presentes.


¡Qué todos los trabajadores conozcan cómo funciona la explotación capitalista!

Pablo Silvestri (Delegado de Coca Cola FEMSA, Planta Alcorta)

Karl Marx como todo el mundo sabe, es el autor de El Capital, una de las más grandes genialidades científicas que conoció la humanidad. Pero los sostenedores del sistema capitalista se encargaron de dar la idea, que sus análisis y sus ideas son cosas del pasado. Es así, que me propuse conocer su obra y me mandé a estudiar como nunca antes. Todo esto impulsado y motivado por una política del PTS que en medio de luchas y elecciones, lanzó un taller de El Capital para su militancia.
Salí más marxista que nunca. Entendí más a fondo la lógica y el proceso en que los capitalistas extraen sus ganancias y aumentan sus fortunas con los productos que fabricamos los trabajadores, ciclo que se completa cuando llegan al mercado y son comprados. Para ello los empresarios (todos), nos compran nuestra fuerza de trabajo, pagándonos un salario. El valor con que nos pagan nuestro laburo, lo determina la cantidad de horas socialmente necesarias para la reproducción de nuestras propias necesidades (alimentos, ropa, remedios, transporte, vivienda, etc.).

Pero con sólo una mínima parte del producto que elaboramos en una jornada de muchas horas, les alcanza para pagar nuestro salario. Las otras horas, sin darnos cuenta y en muchos casos sin saberlo, lo trabajamos para los patrones sin que nos paguen absolutamente nada. Es así, como ellos se quedan y expropian una parte del trabajo que realizamos los obreros. Esa parte que no nos pagan es toda ganancia para el patrón. Esa es la fuente de la plusvalía. Para ellos somos como una mercancía más, con la diferencia que al considerarnos personas libres, no nos tienen como esclavos y nos dejan volver todos los días a nuestras casas y nos dan días de descanso para que cuando volvamos a la fábrica estemos en condiciones de seguir explotándonos y poder quitarnos nuevamente, una gran parte de nuestras horas trabajadas.

Pero hoy vemos que los salarios no alcanzan siquiera para la mantención de nuestras familias. Entonces las empresas te ofrecen medios para poder llegar a fin de mes. Uno de esos medios es la tarjeta de crédito, donde te endeudás y al otro mes ¡comenzás con saldo negativo! Mientras tanto, se enriquecen los banqueros y los patrones.

En muchos casos, les terminás comprando a los capitalistas, los mismos productos que produjiste con tu esfuerzo y el de tus compañeros. Ellos te lo venden como si fueras un desconocido. A veces ni siquiera eso, producimos cosas que nos resultan inalcanzables, como en muchos casos una vivienda o un auto.

Como si fuera poco, te meten la mano en el bolsillo con impuestos, incluso con el de ganancias ¡Pero el salario no es ganancia, ganancias tienen los empresarios! Te bajan el sueldo con la inflación, con devaluaciones, etc. Entonces decís, bueno lo perdido lo recupero en las paritarias, pero no es así porque siempre quedan por debajo de los aumentos de los precios. Y cuando ya no les servís más, te tiran a la calle.

Todo está pensado para que sean ellos los únicos que puedan progresar en detrimento tuyo y de tu familia. Por eso, los trabajadores debemos estar organizados no solo sindicalmente para preparar huelgas y movilizaciones, sino también políticamente y de esa manera luchar por terminar con este sistema de explotación, contra los partidos que representan los intereses de los patrones. Hay que ser conscientes de todo esto y sumarse a construir un partido que represente los intereses de los explotados. Por eso milito muy orgullosamente en el PTS.

El estudio de El Capital en Oeste

Franco Villalba (delegado de la Comisión Interna de Alicorp –ex Jabón Federal-)

El fin de semana del 14 al 17 de febrero, en la zona oeste realizamos el taller sobre El Capital –la obra más importante de Karl Marx– con una importante participación de obreros, docentes, y jóvenes estudiantes.

Fue un éxito por la numerosa asistencia y porque fue un taller y no una charla: no sólo hablaban los que coordinaron –que lo hicieron muy bien– sino que las numerosas intervenciones de los camaradas hicieron que fuera dinámico, un debate muy rico.

Personalmente me decidí a hacerlo teniendo en cuenta el esfuerzo que implicaba: tanto para estudiar los materiales como para hacerlo junto a otros compañeros, llegar a cada encuentro lo más preparado posible y poder aportar. Como obrero revolucionario considero que es muy importante este curso, en particular para los marxistas que estamos en las fábricas hace muchos años, con fuertes responsabilidades sindicales y políticas en las comisiones internas, soportando duras jornadas de trabajo, con horarios rotativos y hasta 6 días a la semana.

Todas cosas que nos dejan con pocas fuerzas para ponernos a estudiar cuando salimos de trabajar o los domingos. Esta forma de vida, esta rutina alienante, nos presiona. Se nos dificulta poder analizar la sociedad y la explotación de los patrones si no es con ejemplos de la vida cotidiana, que se puedan ver, tocar. Hasta cierto punto nos lleva a acostumbrarnos a esta realidad.

Con el estudio de El Capital, nos apropiamos de un método de análisis –el materialismo dialéctico– que piensa las cosas sin quedarse sólo con su apariencia tal como se nos presenta, sino que parte de ésta y comienza a "bucear" la realidad que aparece ante nuestros ojos caóticamente, hasta llegar a su profundidad, desmembrándola para develar cual es su lógica interna y llegando a la esencia de la producción capitalista. Así logramos obtener las herramientas necesarias para comprender este sistema de explotación, su estructura económica y poder mostrarlo ante los ojos de los trabajadores, para transformarlo. Dejar al desnudo que esta sociedad y sus riquezas funcionan y existen gracias al conjunto de los trabajadores. Quedando claro también que este sistema no existió siempre (la explotación no es algo natural) y que por lo tanto puede ser superado por otro mejor y más justo. Que los empresarios son completamente prescindibles, que sus ganancias son parte del trabajo que nosotros realizamos y que ellos no pagan (plusvalía), que sólo pagan las horas trabajadas para nuestra subsistencia y que somos los trabajadores los que podemos planificar racionalmente la economía, crear una nueva forma de organización social en donde nosotros manejemos la producción y el intercambio de lo que necesitamos, en vez de que "las cosas", como plantea Marx en el fetichismo de la mercancía, nos manejen a nosotros.

Por eso nos proponemos día a día a seguir sumando a miles a esta lucha por llevar a cabo estas ideas; mientras seguimos difundiendo el estudio de toda la enorme bibliografía marxista.

El sistema capitalista ya no tiene más nada que dar

Julián (trabajador metalúrgico CABA)

Los jóvenes trabajadores que militamos en el PTS esperábamos con ansias hace semanas estudiar la gran obra de Carlos Marx: El capital. Estudiar para comprender, comprender para trasformar, es una fórmula que intentamos incorporar día a día, a pesar de los enormes obstáculos que se nos presentan como el cansancio, la falta de tiempo y otras cosas que cualquier trabajador conoce. Sin embargo, los resultados del curso, valieron la pena cualquier esfuerzo.

Lo que más me quedó a mí y a muchos compañeros: la incompatibilidad entre el tiempo que trabajamos y el sueldo que recibimos tiene un origen más profundo y tapado. Esto se debe a que nuestra fuerza de trabajo, tiene la capacidad de generar un valor mayor del que necesitamos, por ejemplo, para subsistir y volver a nuestro trabajo. Sin embargo, trabajamos mucho más de lo necesario.

Otra discusión que me pareció muy importante, es el carácter transitorio del capitalismo. Tuvo un origen, estuvo en su apogeo y ahora, las contradicciones que intenta mostrar Marx en su obra, le marcan su fin. El sistema capitalista ya no tiene más nada que dar, es un obstáculo al progreso de la humanidad. Este es un punto central para los jóvenes trabajadores que asumimos la tarea de construir una sociedad que no se base en el robo, ni en la explotación, una sociedad sin clases.

En general, el curso nos pareció excelente. Pudimos profundizar considerablemente en la comprensión del sistema que nos proponemos derribar, y nos aportó enormemente para poder dar respuestas claras y científicas a los problemas que vivimos día a día en nuestras fábricas.

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