El pasado 2 de Septiembre la Casa Marx fue sede de un debate fraternal entre trabajadores, docentes, estudiantes y profesores universitarios, artistas y jóvenes. Bajo el título "Los dilemas de la protesta social", se abordó una importante discusión.
El panel estuvo integrado por Ariel Petruccelli, reconocido docente e historiador de la zona, autor del libro "Docentes y Piqueteros" (De la huelga de Aten a la pueblada de Cutral Co); y por Mariano Pedrero, abogado del Sindicato Ceramista y dirigente del PTS.
Petruccelli se ubicó desde el socialismo revolucionario, reivindicando al marxismo no sólo como teoría para analizar la realidad "sino también para superarla". "Hay que volver a poner al socialismo en el imaginario social". Marcó que en la historia de Neuquén ha habido una alta conflictividad social, con diversos actores sociales, pero que éstos no han salido del terreno de la resistencia, esto es lo que él denomina ‘contracultura neuquina’, que nunca pudo socavar las bases del poder político.
Pedrero focalizó su intervención en el hecho de que luego de la derrota infligida durante los ‘80 y ‘90, los trabajadores hoy nuevamente comienzan a tensar sus músculos. Más puntualmente remarcó a Bolivia y a las luchas que recorren desde fines del 2004 a la Argentina. Si bien estas luchas no trascienden aún del terreno sindical y pasan a la lucha política, marcan una recomposición de la clase obrera. Asimismo marcó que este proceso no va acompasado con una recomposición del marxismo, que salga de la defensiva de los ‘90 y comience a ponerse a la ofensiva, siendo parte orgánica de este proceso.
La charla demostró la avidez que hay entre los luchadores por discutir, como se vio en torno al debate que surgió sobre la perspectiva de las luchas neuquinas, incluso abriendo una discusión sobre la reaccionaria reforma constitucional que impulsa el gobierno. El desafío es continuar generando estos ámbitos de debate, poniendo al marxismo a tono con los nuevos aires de recomposición del movimiento obrero.