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LA PLATA

Charla sobre la posición de los revolucionarios frente a la Guerra de Malvinas

La charla se realizó el miércoles 4 de abril, ante la presencia de 100 personas.

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5 de abril 2012

La charla se realizó el miércoles 4 de abril, ante la presencia de 100 personas. El compañero Héctor Penuto, del IPS La Plata, dio un marco histórico a la guerra, y contó cómo una generación de la que él forma parte, nacieron a la vida política como militantes alrededor de ese hecho.El comienzo de la resistencia obrera con el primer paro general en 1979, la resistencia "desde la última trinchera" en las fábricas con los sabotajes a la producción (por ejemplo, en la Ford, a la de vehículos destinadosa las fuerzas de seguridad), el aislamiento internacional de la dictadura y finalmente la marcha de la CGT Brasil a la Plaza de Mayo el 30 de marzo quefue brutalmente reprimida. Así pudimos ver cómo la recuperación de las islas por los militares fue una aventura que no buscaba en absoluto entrar en una guerra, sino establecer un punto de negociación para obtener un triunfo fácil y sin batalla que le permitiera a la dictadura relegitimarse.

También vimos cómo fue el imperialismo británico el que, aprovechando esa aventura, ya que el gobierno de Thatcher venía en una gran crisis y con muy baja popularidad también, calculó fríamente cometer un crimen de guerra (el hundimiento del crucero General Belgrano con 600 tripulantes a bordo, el 2 de mayo, fuera del área de exclusión), para que así no hubiera vuelta atrás y forzar a los militares argentinos a tener que emprender una guerra que nunca quisieron.

Luego de discutir sobre el distinto carácter de las guerras para los marxistas, cómo la guerra de Malvinas era, desde el bando militar argentino, una guerra justa ya que se enfrentaba a una potencia imperialista, y por lo tanto los revolucionarios, tanto en Argentinacomo en el Reino Unido, debían ubicarse en este bando, peleando por la derrota del imperialismo, sin dar apoyo político a la conducción militar de la dictadura genocida.

Hubo distintas intervenciones, entre ellas de un ex-combatiente conscripto, que previamente trabajara en el Astillero Río Santiago de Ensenada, y que hoy forma parte de una organización de veteranos de guerra que realiza denuncias contra la dictadura por las torturas y asesinatos de parte de los oficiales contra los soldados apostados en las islas, así como denunciando la instalación de bases militares imperialistas en la región, como la proyectada base de EE.UU. en el territorio dela provincia del Chaco.

También intervinieron otros compañeros planteando posiciones como, por ejemplo, si el participar en el bando militar argentino no dificultaba la independencia política frente a la dictadura, por lo cual se debería haber
armado un tercer bando en disputa. También se planteó si acaso la posición
que reivindicamos frente a la guerra no estaba condenada de antemano,
debido a que la clase obrera venía de sufrir una gran derrota en 1976, sumado a la inexistencia de un partido revolucionario que interviniera en
los eventos.

Frente a la primera posición, se planteó que en un enfrentamiento militar
de estas caracteríticas sólo puede haber dos bandos, que en el caso de una
semicolnia, un segundo bando militar la llevaría a la derrota. Pero quever
la guerra sólo desde el punto de vista de los bandos militares en el teatro
de operaciones es incorrecto, que la clave de la guerra estaba en trasladarla al continente, expropiando a las empresas británicas y las de los países que abiertamente colaboraban con Thatcher como EE.UU. y Francia.

En relación a la segunda posición, que a pesar de la derrota de 1976, el
antiimperialismo seguía siendo un sentimiento de masas, que permanecía
desde el proceso revolucionario de los ’70 a pesar de la derrota. Que la dictadura, desde el momento en que tuvo que entrar en la guerra y permitir
que se liberaran las energías de los trabajadores y el pueblo y que cientos
de miles de personas llenaran la Plaza de Mayo, tomando la causa antiimperialista y repudiando a Galtieri (como se ve claramente en los
videos y audios de ese día), ya estaba muerta. La burguesía tuvo dificultades enormes cuando, tras la derrota en la guerra, se produjo un vacío de poder y tuvo que hacer grandes maniobras para poder encauzar, apelando a la colaboración de la UCR, el PJ, la Multipartidaria y la Iglesia: la dictadura podría haber caído en forma revolucionaria por la movilización de las masas, a la burguesía le costó mucho evitarlo. No obstante, la derrota también ató a nuestro país con dobles cadenas al imperialismo. Pero los revolucionarios, la gran mayoría de las veces, no podemos elegir el momento y el lugar ni la relación de fuerzas. No podemos ser fatalistas y debemos intervenir obligadamente aún bajo esas condiciones para dejar sentada una tradición que luego sea retomada por otra camada de revolucionarios en otars condiciones. En ese sentido, reivindicamos la postura en general correcta que tuvo una corriente como el PST, que tuvo un buen reflejo en su postura frente a la guerra, pero sin embargo fue como parte de una política más en general centrista, donde la táctica de Malvinas estaba desligada de una estrategia independiente para la toma del poder.

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