Con los nuevos anuncios, nuevos desafíos para los trabajadores

Con la masiva movilización a Plaza de Mayo del pasado 7 de julio los trabajadores del Astillero hemos conseguido que después de un año se anuncie la concreción de parte de los trabajos para Venezuela. Una vez más los trabajadores del Astillero demostramos ser los únicos interesados en defender nuestra fuente de trabajo. Pero ni bien logramos que se confirmen estos contratos, una bandada de viejos buitres han comenzado a revolotear sobre nuestro Astillero para quedarse con el trabajo que nosotros conseguimos. Estos buitres, como Tettamanti del SPI, los directivos de Tandanor y el almirantazgo de la Marina, que fueron los que encabezaron los intentos de privatizar y liquidar el Astillero, que destruyeron la marina mercante para beneficiarse con el negocio de las banderas de conveniencia impuesto por Menem han comenzado a hacer lobby para quedarse con lo que nosotros hoy conseguimos con nuestra lucha. Frente a la presión de estos capitalistas “nacionales”, el gobierno de Kirchner y de Solá intentan que los nuevos contratos sean distribuidos entre ellos y el Astillero. Y el propio Chávez más allá de sus discursos antineoliberales reconoce a estos capitalistas, que amasaron fortunas bajo el gobierno de Menem, como un sector al que hay que contemplar en el plan de construcción naval para Venezuela. No podemos permitir que estos liquidadores de la industria naval hoy vuelvan a intentar quedarse con nuestro trabajo bajo el argumento de que el Astillero no está en condiciones tecnológicas para encarar lo nuevos trabajos.
La reinversión tecnológica que necesita el ARS debe salir de los 78 millones de pesos de Nación y de los 17 millones de dólares que dejaría cada barco construido en el ARS. Pero no podemos dejar que estos fondos sean administrados por los funcionarios de Kirchner y Solá tan propensos para quedarse con la Caja. Los trabajadores debemos luchar por controlar esos fondos desde el cuerpo de delegados, a través de las asambleas de sector. Los trabajadores que con nuestra movilización hicimos realidad la concreción de los contratos somos los que sabemos bien en dónde hay que invertir, qué maquinas se necesitan, cómo economizar recursos, etc.
La reactivación del Astillero y de la industria naval debe ser una oportunidad para que los trabajadores y el pueblo de la zona seamos los beneficiarios. Cuando anuncian 1.000 puestos de trabajo “directo e indirecto”, significa que le están abriendo el camino a la terciarización de trabajos y al ingreso de contratistas privados. Debemos garantizar que los 1.000 puestos sean como personal de planta del ARS, así tendrán lugar todos los hijos de trabajadores y desocupados de la región. El Astillero tal cual está hoy no podría absorber tantos trabajadores, hay que pelear por recuperar los talleres y el comedor y vestuario que nos robaron estos mismos políticos con la Zona Franca, cuestión que la actual administración se niega a hacer.
Por último, necesitamos un aumento salarial igual a la canasta familiar. El gobierno de Solá es quien nos negó ese aumento otorgándonos una suma insignificante que ya fue absorbida por la inflación de los últimos meses. El gobierno de Solá es enemigo de darle un incremento salarial a los docentes, estatales y trabajadores de la salud, ofreciendo migajas. La lucha que vienen librando los trabajadores del Garrahan es un gran ejemplo a seguir y hay que tomar medidas ante cualquier tipo de represión por parte del gobierno nacional como los telegramas que comenzaron a recibir.
Es necesario un plan de lucha de ATE a nivel nacional para no dejar aislado a ese conflicto y lograr $1.800 para todos los trabajadores estatales.