OPINIONES

Un frente así serviría para romper los esquemas y que haya algo fresco, nuevo y que sería incipiente para poder pelear contra los partidos patronales. Antes que los candidatos estaría bueno primero plantear un plan, un programa, porque no importa sólo el candidato sino las bases para que no pase lo de Lula, y organizarlo sobre la base de asambleas y los partidos que se unan. Los puntos en común están: contra la explotación de los trabajadores, la defensa de los precarizados, aparte de abrirlo más a toda la sociedad, que no sólo sea obrero.
Me gusta lo de los candidatos que sean trabajadores. Me parece un buen símbolo para que uno de los nuestros esté ahí. Esto me parece no tan verticalista como hacen otros partidos de izquierda, más de base como acá en subte con los delegados, que no hay alguien así como el líder que tenga mucho peso. Está bueno que sea un trabajador porque me parece muy fuerte para la gente, que nosotros podamos manejarlo, representarnos. Ya nos cagaron tantas veces que sería bueno que nosotros tomemos el mango. Creo que con las luchas que hubo de Zanon, el subte, el Garrahan, puede surgir, la gente tiene un poco más de confianza, está menos egoísta. Aparte obviamente de lo laboral a mí me gustaría que se unan también las organizaciones obreras en pelear también por otros temas que ahora no están tan a la luz, lo de la desnutrición en Tucumán y otras provincias. Me parece que el pueblo se unió en el 2001 para pelear por la guita de los bancos, que es válido, pero en un país que exporta alimentos eso es algo tan fuerte que no es sólo salarial sino también ideológico. A mí me gustó cuando se paró acá en el subte en solidaridad con otros gremios, aunque muchos no lo entendían. En los ‘90 trataron de dividir a todos y lo lograron, bueno, ahora como que se está tratando de armar un poco más y somos más fuertes.
Trabajador de taller de Subterráneo

Por mi parte la propuesta de frente clasista es bárbara, la única forma de llegar a hacer algo importante nosotros los obreros y poder decir lo que pensamos sin que los patrones nos cambien la forma de pensar. Y es bárbaro que estén en contra de los sindicatos como están ahora, porque están arreglados. Yo trabajo en el Correo, hablo con los delegados, y nunca se llegó a un arreglo conforme a los laburadores, en mi caso el delegado es peor que nuestro jefe. Tendríamos que unirnos todos y tratar de cambiar el sindicato, el que tenemos aparece solamente en el descuento del recibo. Yo estoy en una sucursal del correo en la que por ahora confío en dos personas nada más, imagináte como están las otras sucursales... y así es muy difícil, me imagino que así es en todo el país. Hay mucha división entre compañeros y eso es doloroso, como una traición, porque si no podés confiar en tu compañero, que labura lo mismo que vos: ¿cómo hacés para mover al sindicato? Es difícil pero se puede, hay que saber elegir el momento.
R. Trabajador del Correo en Zona Norte

La propuesta del PTS me parece estupenda pero algo muy difícil de realizar. La izquierda en la Argentina tiene la característica de estar muy, pero muy fraccionada además de que los partidos que conforman esta fracción no tienen un programa claro o si lo tienen no lo respetan. Sé que para las próximas elecciones es necesario conformar este frente para tener peso político ya que los K obtendrían el 70% de los votos. Pero, compañeros yo formulo una pregunta: ¿es conveniente conformar un frente con los mínimos acuerdos (porque creo que es la única forma de llegar a un frente) sabiendo y siendo conscientes del riesgo que esto conlleva, que el PO por ejemplo no respeta ni siquiera su programa y llama al PC, o con el MST que tiene acuerdo con Cafiero, ni hablar del PCR? ¿Es conveniente sabiendo que en cualquier momento dan un giro a la derecha, como lo han demostrado en varias oportunidades, y nos dejan pagando? No soy sectario y sé que es una estrategia, pero lo que no sé es si perjudica.
Gustavo Estudiante de historia UNLP y obrero de la construcción.

Opino que es fundamental para crear un contrapoder al poder hegemónico de la burguesía. Nosotros los trabajadores también tenemos que tener nuestro poder político. Un instrumento para oponernos a los intereses de ellos. Los partidos que defienden los privilegios que tiene la burguesía (el PJ, –¿el kirchnerismo sería un partido?–, el ARI, los Libres del Sur -que son kirchneristas-, el MPN...), obviamente no dan respuesta a los trabajadores.
La formación de ese frente la veo complicada pero indispensable. Porque cada partido tiene puntos en común pero también tienen sus diferencias. Entonces hay que discutir y es bastante complicado llegar a eso, pero no lo veo imposible. Es indispensable que nos juntemos, que discutamos y pongamos sobre la mesa los puntos que tenemos a favor y también los que no nos unen. Pero es indispensable porque sino yo siento que el pensamiento de izquierda desaparece, o se fracciona y es bastante complicado poder hacerle frente a lo otro. Yo soy docente, y esa unidad es lo que queremos hacer entre los docentes de Neuquén, por eso digo que es complicado, es la experiencia que hay con los partidos que existen en el gremio docente.
Tenemos que ponernos de acuerdo en dos o tres puntos y llevar acciones en común en esos puntos, hacer un camino en común y tratar de llegar a un frente. Deberíamos llevar a esas discusiones la mayor cantidad de compañeros posible, que hoy quizás están un poco reticentes a hacer la discusión. Entonces que esos compañeros vean en la misma discusión cómo funcionan los partidos y las agrupaciones y vean que se puede. Y tratar de incorporarlos a ellos, bien por debajo, por la gente de base más que por los dirigentes, sino no tendría sentido. ¿La primera tarea política que tendría que encarar un Frente de estas características? Y, creo que un Encuentro de Trabajadores a nivel nacional, tratando de incorporar base de cada lugar y preguntándoles las necesidades a la base. Justamente de ahí va a tener que salir que nos tenemos que unir y trabajar en pos de eso, que fuéramos gente de cada lugar de trabajo, delegados para discutir problemas como los magros salarios, las malas condiciones laborales, desde lo edilicio hasta la cantidad de horas que tenemos que trabajar para tener un salario que ni siquiera nos alcanza y eso va en detrimento de la salud y la mala calidad de vida de los trabajadores
Mariel Docente de Neuquén

Una propuesta de la Redacción

Nuevamente, como en el número anterior de La Verdad Obrera, la mayoría de los compañeros y compañeras que nos escriben comparten con nosotros la necesidad de un frente como el que proponemos, pero se cuestionan –y nos cuestionan-: ¿es posible? ¿No es poco realista la propuesta del PTS dada la división real que hay en la izquierda?
Nosotros tenemos una propuesta: hagamos una experiencia en común impulsando pronunciamientos y declaraciones de la base de los trabajadores, incluyendo delegados, miembros de internas y activistas por este tipo de frente que necesitamos y, después de esa pelea por concretarlo veamos hasta dónde es posible avanzar en una unidad de este tipo. Ya tenemos puntos en común para definir: debe ser un frente de clase, en primer lugar. Debe servir para la acción inmediata en las luchas por el salario, contra la precarización y las condiciones laborales o para enfrentar a la burocracia sindical, pero no sólo eso. La compañera Mariel de Neuquén coincide con que este frente debería impulsar un Encuentro de Trabajadores, con delegados y activistas con representación de los lugares de trabajo -algo que allí en Neuquén tiene muchos adherentes dado que es la propuesta que vienen planteando los obreros de Zanon y el Sindicato Ceramista-, y un “instrumento político” como “contrapoder” a los partidos capitalistas. El compañero de los talleres del subte, agrega que debería definir un programa claro para “que no pase lo de Lula”, y para que los trabajadores no sólo tomen sus reivindicaciones sino las del conjunto de los sectores populares que viven en la pobreza, es decir un programa anticapitalista, por eso es que proponemos un frente socialista y por el gobierno de los trabajadores.
Todos los compañeros coinciden en que hay que llevar la propuesta más allá de la discusión en la izquierda, llevarla a los trabajadores que han hecho experiencias de lucha y apuntar a un frente que defina democráticamente sus candidatos y programas en asambleas. No coincidimos con el compañero de La Plata que, a nuestro entender, tiene un criterio sectario: por el contrario hay que insistir en el llamado a los compañeros de PO y a todas las fuerzas de la izquierda obrera y socialista (no al PCR que plantea abiertamente la conciliación de clases, ni con los que insistan en la alianza con Mario Cafiero y sectores de ese tipo). Sin acuerdo entre organizaciones obreras y de la izquierda no habrá asambleas verdaderamente representativas de un frente. Pero podemos dar el puntapié inicial si, además del PTS, compañeros de base y activistas del subte, de Zanon, de ferroviarios, telefónicos, docentes amplificamos el llamado mediante pronunciamientos públicos, incluyendo en el llamado, por supuesto, a la izquierda que tenga una perspectiva clasista y socialista.
Es muy importante si, como señala el compañero del subte, la propuesta de que las principales candidaturas y voceros del frente sean trabajadores de las principales luchas es recibido como un mensaje “muy fuerte para la gente, que nosotros podamos manejarlo, representarnos”. ¿No es posible que caiga con mucha simpatía esta propuesta en una franja importante de trabajadores que no confían en Kirchner y las variantes patronales, si un sector de sus propios compañeros reconocidos de sus lugares de trabajo o gremio indica esa perspectiva?