“Así como encontramos puntos en común en las luchas estudiantiles, sociales y gremiales, sería muy bueno presentar una alternativa única en 2007”, dice el MST referenciado en la ex diputada Vilma Ripoll en Página/12 (20 de julio). Pero, en realidad, “en las luchas” el MST Alternativa no ha sido “unitario” con la izquierda obrera y socialista. Todo lo contrario. Mientras plantean “unir a toda la izquierda”, están en un franco giro hacia el centroizquierda y la conciliación de clases. Lo demuestran sus posiciones y su acción ante los últimos hechos de la política nacional e internacional.
Desde sus cargos directivos en la FUBA intentaron hasta último momento votar al decano Alfredo Buzzi como Rector de la UBA, posición que compartieron con la CEPA, agrupación universitaria del PCR. Buzzi era promovido por el gobierno de K y fue, además, uno de los impulsores de la candidatura de Alterini. Esta posición de conciliación con las camarillas del régimen universitario fue impedida por la lucha de En Clave Roja-PTS junto al PO y al MST El Socialista, pero el rumbo del MST de Ripoll fue claro. También en unidad con el PCR, participaron en los actos oficialistas de “la Cumbre de los Pueblos” en Córdoba (ver nota) y en contra del bloque que formamos la mayoría de la izquierda. Ante las primeras acciones en Buenos Aires contra la masacre de Israel y Bush en Líbano y Palestina, se negaron a la primera marcha en común de la izquierda junto a la FUBA frente a la embajada de Israel el pasado 7 de julio. Hicieron nuevamente un bloque político con el PCR. Se mostraron dispuestos a firmar la declaración de la comunidad árabe, cuyas organizaciones finalmente no quisieron que nadie firmara, que reivindica la “República Islámica de Irán” entre otras posiciones a favor de las burguesías árabes, y se negaron a formar un bloque de izquierda para participar en unidad de acción con la comunidad islámica, como lo venimos haciendo el PTS, PO, MST El Socialista, el MAS y otros.

Todo giro a la derecha, lleva al burocratismo
Esta claro que lo que guía al MST-Alternativa no es una posición de independencia política de los trabajadores en los acontecimientos de la lucha de clases, sino el intento (ya ensayado años atrás con Izquierda Unida y el PC) de ocupar cierto espacio semi-opositor, semi-oficialista, de conciliación de clases, que deja vacante la centroizquierda que hoy, o está directamente con el gobierno o se debate en la crisis como el ARI. En función de ello, reduce la “unidad de la izquierda” a la unidad en torno a una candidatura electoral, en este caso la de Patricia Walsh para las próximas presidenciales. Por su parte, el MST El Socialista que viene militando como un partido aparte y está a punto de consumar una ruptura abierta con el MST de Ripoll, poco y nada dice de este giro a la derecha y nadie conoce, a ciencia cierta, cuáles son las causas de la ruptura ya que no las ha hecho públicas. El MST-Alternativa que proclama “una nueva izquierda con libertad de tendencias” comete un acto de extremo burocratismo al citar a un congreso-acto, sin informar a sus seguidores que van a dividirse en dos partidos y cuales son las causas. ¿Aumentarán el confucionismo acordando mantener la “unidad” electoral en torno a la candidatura de Patricia Walsh mientras se separan en la acción cotidiana?
Insistimos en nuestro llamado a los compañeros de PO, MST-El Socialista, el MAS y otras fuerzas que luchen por la independencia de clase, a impulsar un Frente Clasista y de la izquierda Socialista, que continúe y profundice las posiciones comunes en las que hemos avanzado en la acción política común, expresándolas a través de proponer a trabajadores protagonistas de las más importantes luchas obreras al frente de las principales candidaturas para las futuras elecciones.