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¿POR QUÉ PO SE NEGÓ A ENCABEZAR UN FRENTE DE LA IZQUIERDA CLASISTA?

En su locura, hay método

Luego de haber rechazado la propuesta de encabezar el frente de la izquierda clasista y socialista, como les propusimos públicamente desde el PTS, Néstor Pitrola sufrió un ataque de furia. Desde la editorial de Prensa Obrera, lanza una catarata de insultos contra las demás fuerzas de izquierda acusándonos, prácticamente, de una gran conspiración contra el Partido Obrero.

Manolo Romano

6 de septiembre 2007

Luego de haber rechazado la propuesta de encabezar el frente de la izquierda clasista y socialista, como les propusimos públicamente desde el PTS, Néstor Pitrola sufrió un ataque de furia. Desde la editorial de Prensa Obrera1, lanza una catarata de insultos contra las demás fuerzas de izquierda acusándonos, prácticamente, de una gran conspiración contra el Partido Obrero. El berrinche literario viene a romper el largo silencio de PO en el tema, de no hacer pública una sola propuesta ni mención alguna de frente electoral de ningún tipo mientras, reconoce Pitrola, con el “MST, por un lado, y el PTS, el MAS e Izquierda Socialista, por el otro, realizamos algunas reuniones en función de un frente electoral”.

Esta práctica de “diplomacia secreta” en los debates e intentos de acuerdos políticos fue funcional para, después, decir todo tipo de macaneos intentando justificar su cerrada negativa a una unidad clasista: “las reuniones revelaron que no querían un frente con el PO sino un frente contra el PO, como ha sido su política a lo largo del tiempo. La abundancia de sus exigencias y condicionamientos ponía de manifiesto que pretendían romper cualquier acuerdo...”, miente el compañero Pitrola.

Tanto el PTS como el MAS hemos dejado constancia pública de lo contrario durante el curso de las discusiones, e Izquierda Socialista también, sólo que luego de la ruptura de los compañeros de PO. El MAS dijo en su periódico del 17 de agosto: “¿Cuáles fueron, en suma, las pretensiones del PO? Han planteado –lástima que no por escrito ni en su prensa– que les “correspondería la presidencia y la vice presidencia, el gobernador y el primer diputado por la provincia de Buenos Aires, el primer diputado y primer senador por la Capital Federal...”.

Desde el PTS, días antes del plazo legal para presentar alianzas, dirigimos una carta pública con una propuesta de urgencia para concretar la unidad (ver La Verdad Obrera n° 248) donde señalamos que “lamentablemente, el Partido Obrero planteó una propuesta completamente desproporcionada y fuera de la realidad, mientras que tampoco hizo público aún en su prensa la necesidad de realizar este Frente”. Allí mismo, para hacer todo lo posible por concretar un frente clasista les planteamos que “Poniéndonos de acuerdo con la fórmula presidencial de los compañeros Pitrola y Montes (inscripta en la Justicia por parte de todas las organizaciones que contemos con la personería en el orden nacional), podríamos hacer un último intento para acordar listas comunes en las otras categorías o, en su defecto, cada fuerza quedaría librada a presentar sus propios candidatos, o alianzas entre algunas de las fuerzas, llevando en su boleta el 28 de octubre la fórmula presidencial unitaria”.

Ni siquiera es cierto que el frente no se concretó porque, como dice la editorial de Prensa Obrera, “PO propuso la fórmula Pitrola-Olivero de IS”. Izquierda Socialista publica ahora una carta que le entregó al Partido Obrero cuando expiraba el plazo para la presentación legal del frente donde dice: “los representantes del PO anunciaron que la Dirección Nacional había resuelto retirar la propuesta de que Liliana integrara la fórmula y que volvían a la postura de que la misma era la del PO. Encima agregaron una nueva condición: que el PO debía encabezar también la lista de diputados nacionales en Córdoba”. (El Socialista, 29/8)

PO en un giro oportunista

Detrás de tantas incongruencias de la dirección del Partido Obrero hay, aunque no lo parezca, una “lógica”. A pesar de venir sosteniendo en los últimos meses pronósticos electorales completamente exitistas, como recientemente en Tucumán donde anunciaban hasta 3 legisladores, que se chocan contra la realidad de un menor espacio electoral para la izquierda, PO insiste en autoproclamarse la “alternativa obrera y socialista”. Esta ubicación, que para muchos aparece como sectaria-delirante, es la muestra de un electoralismo desembozado, de un giro cada vez más oportunista. El problema de fondo es que PO ha creído encontrar en la participación electoral como centro de su actividad política la solución a su falta de proyecto para construir un verdadero partido, luego de haber retrocedido su proyecto movimientista centrado en el movimiento piquetero.

No participan del frente que finalmente concretamos el PTS, el MAS e IS, porque no les interesa dar pasos para reunir fuerzas en una perspectiva clasista, sino que su único objetivo es la carrera con el MST para ocupar un eventual espacio electoral que deja la debilidad de la centroizquierda y tratar de acceder a bancas parlamentarias a como de lugar. Reniegan de la política de “la nueva izquierda” pero le copian los gestos. Por ello recientemente en Tucumán, declararon en plena campaña pretender “(...) ingresar a la Legislatura y lograr espacios en algunos Concejos Deliberantes (…) nos permitiría someternos a la prueba de la sociedad para que, en una futura elección, ese veredicto popular nos eleve a una posición más preponderante, o posiblemente dominante, en la provincia” (Diario El Siglo, 19/8/2007).

Con este norte semireformista, formaron un frente con IS en Córdoba no con el objetivo de impulsar un reagrupamiento clasista sino tras el mero objetivo de colgarse de la diputada Liliana Olivero en la expectativa de lograr algún cargo en la legislatura, para luego romperlo a nivel nacional, según les convenga a sus (malos) cálculos electorales. Por este giro hacia una política muy parecida a la del MST de Ripoll, que busca ocupar espacios de centroizquierda, es que el propio Néstor Pitrola en nombre del PO, entabló discusiones públicas con la UCR de Santa Cruz y coqueteó con la idea del “frente cívico”, después que la “rebelión popular” había volteado un gobernador mediante la acción directa. Y por seguir como la sombra al cuerpo al MST cedió a la opinión pública del votante de clase media “progresista” y puso la firma en el documento de “paz social” de la Multisectorial del Obispo después del atropello criminal de Varizat. Intentan tapar esto con calumnias inverosímiles como que el PTS “apoya a la burocracia de Adosac”, cuando saben que hemos estado entre los primeros en denunciar la firma que las direcciones sindicales pusieron, al igual que el MST y PO, junto a la de la Sociedad Rural; y que, a propuesta nuestra, la declaración del Frente PTS-MAS-IS incluye con total claridad el repudio a ese documento de conciliación de clases.

Lamentablemente, el macaneo irresponsable de la dirección del Partido Obrero contra los que sostenemos la más intransigente independencia política de la clase trabajadora, es un claro síntoma que lejos de saber reconocer los errores y corregirlos, continuarán en su deriva.

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