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Cultura

UNA OBRA DE DAVID VIÑAS EN EL CERVANTES (Nota exclusiva en internet)

Entre caníbales

A poco de haberse editado el libro con la obra teatral Rodolfo Walsh y Gardel , el Teatro Nacional Cervantes la pone en escena: un monólogo donde el personaje habla de la derrota; la misma de la que nos habla Viñas en una gran cantidad de sus obras (bajo la forma de novelas y ensayos): la generación del setenta vencida por la dictadura militar.

Demian Paredes

3 de diciembre 2009

A poco de haberse editado el libro con la obra teatral Rodolfo Walsh y Gardel 1, el Teatro Nacional Cervantes la pone en escena: un monólogo donde el personaje habla de la derrota; la misma de la que nos habla Viñas en una gran cantidad de sus obras (bajo la forma de novelas y ensayos): la generación del setenta vencida por la dictadura militar.

Interpretado por Alejo García Pintos, el Walsh de Viñas está clandestino en un departamento, escribiendo, hablando por teléfono y pensando en la situación, a un año del golpe de 1976 (y a una hora de que vayan por él los militares –llamados por Viñas “caníbales”).

Pese a la noche negra que había comenzado, Viñas se permite la humorada en este excursus... cuando no la amarga ironía. Dice en la conversación telefónica Walsh: “‘Dime con quién andas y te diré quién eres’... (Se ríe)... ¿Que no me ría, querida?... Si no me río, los caníbales van a creer que tengo miedo... ¡No! Nada de resignarme... la resignación es la peor de las virtudes” 2.

O cuando le habla al mudo pajarito “Gardel”: “¡somos dos patriotas vos y yo!... ¿qué hacemos si nos quedamos sin la Argentina?... (Se ríe)... ‘Argentina potencia’... ‘Argentina granero del mundo’... ¡Ma qué granero del mundo, Gardel! Argentina cementerio...”3 .

En síntesis, Rodolfo Walsh y Gardel transita la denuncia (archisabida) a los horrores de la dictadura, respetando casi por completo el texto original, con un García Pintos que encarna la prosa enérgica de Viñas bastante bien (aunque un poco forzada y por momentos muy rápida, perdiendo varias modulaciones, tonos y guiños del original). Pero quien vaya a buscar una biografía de Walsh, o generalizaciones más amplias sobre el período 1976-’82, no lo encontrará.

Derrota en la derrota

Dirigida por Jorge Graciosi, éste ha dicho: “Sabemos que esta obra es conflictiva, que a algunos no les gusta que se haga ficción de personajes como Walsh, y sabemos también que es difícil reflexionar en un momento como éste, cuando el vacío político y las mezclas ideológicas dan más para la humorada que para sentar cabeza y dialogar con madurez sobre lo que nos pasa”4.

La obra fue escrita originalmente en 1993, con una sola puesta en escena entonces. Pensada “en contexto” (la caída del Muro de Berlín y los Estados del este europeo; el auge del discurso “neoliberal”; el aplastamiento de las luchas de los trabajadores argentinos con el avance de las privatizaciones y el “achique del Estado” de Menem-Cavallo) era un más que merecido homenaje a esa generación luchadora, utilizando como protagonista a un ícono de la denuncia y resistencia a la dictadura. En este sentido el drama de Viñas alude a la derrota (la del ’76) en la derrota (la neoliberal de los ’90). Sin embargo, la intención del director, de hablar de “lo que nos pasa”, hoy, en 2009, no surge (ni se sugiere) en esta obra.

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