La decisión de la Comisión Investigadora de la Legislatura porteña de recomendar la apertura del juicio político contra Aníbal Ibarra por considerar que tuvo un “mal desempeño” de sus funciones, hizo crujir de nuevo al ibarrismo.
Hay que decir que sin la permanente movilización de los padres, familiares, amigos y organizaciones sociales y políticas que en las calles exigimos cárcel a Chabán y a Ibarra no hubiera sido posible siquiera llegar a esta instancia que no hace más que ratificar, aunque con bastante tibieza, lo evidente y sabido por todos: que Aníbal Ibarra es el responsable político de la muerte de 194 personas en Cromañón.
Es cierto que la mayoría de la Comisión estaba concentrada por diputados del macrismo y el colmo es que la presidencia estaba a cargo de Alejandra Ferrero (de Recrear-López Murphy), colaboradora de Massera y sus hijos en el robo y blanqueo de propiedades y bienes de desaparecidos. Lamentamos que dirigentes de izquierda como Tomás Devoto (Legislador del Movimiento por un Pueblo Libre, miembro de la Comisión), se ubiquen como defensores acríticos de este instrumento y en una brutal lavada de cara al macrismo llegue a decir que “el Sr. Ibarra acusa a la Comisión de parcial u opositora (pero) la comisión sesionó públicamente, lo que le dio transparencia”1.
La Comisión Investigadora y el macrismo: mientras se rasgan las vestiduras cínicamente por las muertes de Cromañón, le lavan la cara a la Legislatura Porteña, que votó casi sin fisuras el Código represivo de Convivencia y sostuvo a Ibarra cuando en el verano, al calor de las inmensas movilizaciones, se convirtió en un cadáver político.
Sin embargo, el principal aliando de Ibarra sigue siendo el kirchnerismo, como lo demuestran las fricciones entre Kirchner y Rafael Bielsa quien se mostró favorable al juicio político.

Solicitada y huevazos

Junto a Kirchner se ubicaron varias personalidades de la cultura y los derechos humanos que publicaron una solicitada planteando una suerte de chantaje: o se está con Ibarra o se está con el autoritarismo, y en nombre de los “valores democráticos y la plena vigencia de las instituciones”, urdieron este engaño destinado a sostener en la impunidad a Ibarra. Lamentable.
La más militante de esta política fue Estela de Carlotto, que ya había publicado en enero otra solicitada en la que declaraba que no participaría ni ella ni los organismos de derechos humanos llamados “históricos” de las movilizaciones contra Ibarra por ser “violentas”.
Algunos familiares con atino respondieron con una declaración que señala: “Repudiamos la nueva maniobra de Ibarra. Exigimos su renuncia y cárcel ya.” A ese repudio nos sumamos.
Al mismo tiempo Carlotto fue agredida a huevazos por un sector de familiares que expresaron de esa forma su repudio2. La Abuela de Plaza de Mayo no dudó en exigir mano dura para los “delincuentes” que la atacaron –luego tuvo que retroceder frente a las disculpas-. Fue triste el circo que los medios armaron luego de este hecho, utilizándolo para tirarse contra los familiares y desacreditarlos. Pero no podemos dejar pasar la actitud de Carlotto –señalada por muchos como baluarte moral-, que desde Menem a esta parte no ha cesado de apoyar a los diferentes gobiernos de turno, además de haberse sentado amistosamente con Hillary Clinton en el ’97, mientras en la calle se reprimía ferozmente una movilización en repudio a la visita del presidente de Estados Unidos a la Argentina. Ser familiar de desaparecidos no convierte a nadie en “mejor persona”, ni significa que se va a mantener independiente de las prebendas del Estado; un ejemplo: Graciela Fernández Meijide, madre de un militante desaparecido.

Asamblea constituyente

La maniobra del juicio político busca evitar que por medio de la movilización, Ibarra tenga que renunciar y enfrentarse a la posibilidad de ir preso. No podemos confiar en que del nido de alimañas que es la Legislatura salga algo favorable a los intereses de las víctimas. Se negaron, el gobierno nacional y el porteño, a la elemental medida democrática de que los familiares participaran de la Comisión Investigadora. Por esto, la conformación una comisión investigadora verdaderamente independiente de los tres poderes del Estado, con la participación de familiares, víctimas, organizaciones sociales y de trabajadores, no prosperó. Frente a esta trampa que le da sobrevida a la repudiada Legislatura, que aún tiene que atravesar laberintos y maniobras3 tenemos que oponerle una Asamblea Constituyente de la Ciudad con plenos poderes, elegida por sufragio universal donde puedan participar todas las organizaciones obreras y populares sin ningún condicionamiento y con acceso irrestricto a los medios de comunicación para plantear sus propuestas. Es el pueblo de la Ciudad el que debe debatir, entre otras cosas, cómo acabar con la corrupción, la impunidad e imponer justicia para los muertos en Cromañón.

1 Extraído de la nota Publicada en el periódoco de una de las fracciones del MST, Alternativa Socialista, del 3/08/05.
2 El hecho fue cuando Carlotto salía de un acto con Cristina Fernández y Garzón, quien de un lado de su rostro posa de defensor de los derechos humanos y del otro, en su propio país, persigue, encarcela y avala la tortura contra militantes independentistas vascos.
3 El informe debe ser girado a la “Comisión Acusadora”, dentro de la cual se conforma otra Comisión Investigadora que puede o no recomendar el juicio político, de ahí a la Comisión Juzgadora y luego debe ser votado en la Legislatura.