Una de las características centrales de la lucha son las asambleas que se realizan en el auditorio del Hospital, con la participación de más de 600 trabajadores. En ellas se permite la presencia de todas las organizaciones y sectores que apoyan. En la última incluso habló un dirigente boliviano de la FEJUVE (Federación de Juntas Vecinales), que trajo la solidaridad desde el Altiplano. Allí se discute y se vota a mano alzada todas las mociones. Este funcionamiento democrático es una de las bases de la fortaleza del conflicto. Junto con esto un numeroso y combativo activismo se encuentra en el hall de entrada del personal en guardia permanente.

Al calor de la lucha, y a medida que se iba endureciendo, surgió el Comité de Apoyo. Este comité está conformado por todas las organizaciones solidarias con el conflicto; entre ellos, el cuerpo de delegados del Subte, los trabajadores de LAN (ex LAFSA), el cuerpo de delegados de Astillero Río Santiago, los ferroviarios, y delegados y trabajadores de diversos hospitales como el Posadas de Haedo, Evita de Lanús, de Niños de La Plata, del Hospital de Moreno, del Castex, del Quemado, del Ramos Mejía y ˜álvarez de Capital, entre otros; además de diversas agrupaciones sindicales, piqueteras, sociales y de la izquierda.

Este Comité de Apoyo realiza diversas actividades en solidaridad con el conflicto, destacándose el acto que se efectuó este miércoles 10/08 y el próximo festival de este domingo, por el Día del Niño. Desde el PTS somos impulsores desde sus inicios. Hemos tomado la responsabilidad de promover todas sus actividades, respetando la resolución que los trabajadores votan en las asambleas.
Esta coordinación que se está dando en el Garrahan es similar a la que se dio en la lucha del subte y muestra la necesidad de que esta unidad no sea sólo circunstancial sino permanente. Esa es la idea de la Comisión de Enlace que fue discutida y aprobada en el encuentro obrero del 2 de abril. Esta necesidad de avanzar en la coordinación de las organizaciones obreras combativas y antiburocráticas vuelve a estar en el orden del día cada vez con mayor fuerza. Los elementos generales que sostienen esto son la dureza de las luchas en curso (como hoy el Garrahan) y el aislamiento al que los somete la burocracia sindical, cuando no la traición abierta.

En el caso del Garrahan, la burocracia sindical de ATE quedó atrapada entre dos fuegos. Desde sus inicios ha dejado la lucha aislada y su ubicación como mediador no ha hecho más que alimentar el ataque del gobierno. Como se puede comprobar cuando días atrás negoció por separado los aumentos en el Malbrán y el Posadas y llamo a levantar públicamente el paro en el Hospital. Ante la agudización de la ofensiva estatal, con amenazas de despidos y sanciones, se han visto obligados a rever su posición. Su promesa, de convocar a un paro general en caso de avanzar las sanciones y despidos, puede fortalecer la lucha y plantea la posibilidad de que se extienda el conflicto al conjunto de los estatales. Por eso aprovechar las contradicciones de los dirigentes de ATE es una obligación para que el conflicto avance, como así también tener claro que no podemos confiar un minuto en ellos.

La dura lucha del Garrahan, el cariz político que ha tomado a partir de la campaña mediática del gobierno, obliga a responder en un terreno que supera el mero conflicto salarial. Lo que está planteado es ganarle la pulseada por el apoyo social, sabiendo que de su lado tienen enormes medios como radios, televisión y diarios que forman la opinión publica. Hay que desarrollar una clara política, extendiendo la propaganda, mostrando el inmenso apoyo con el que ya cuentan y ajustando los argumentos día a día. Las denuncias que realizan los trabajadores sobre el vaciamiento de la Salud, del deterioro del Hospital y la responsabilidad de las autoridades en esto, son una herramienta fundamental. Las declaraciones de los padres de los niños internados que agradecen a médicos, enfermeros y trabajadores en general la abnegación, entrega y cariño con que atienden a sus hijos son un cachetazo a las calumnias de los jefes y ministros. Ellos conformaron una “comisión de padres” en apoyo a los trabajadores y para contar la verdad en los medios. El acto solidario, las actividades por el día del niño, son los pasos que hay que profundizar. Este conflicto testigo necesita convertirse en una verdadera lucha obrera y popular. Será la mejor manera de que el triunfo esté al alcance de la mano.