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Mujer

Declaración de Pan y Rosas

Hacia el XXI° Encuentro Nacional de Mujeres

14 de septiembre 2006

¡Basta de dictadura clerical! Luchemos por el aborto legal, seguro y gratuito
A pocas semanas del Encuentro, el debate sobre el aborto sigue recorriendo todos los medios, a raíz de los casos de las jóvenes discapacitadas violadas de Guernica y Mendoza que, finalmente, pudieron interrumpir su embarazo forzoso, después de soportar los vaivenes de la justicia, las amenazas a médicos e instituciones provenientes de organizaciones fundamentalistas y los ataques de la Iglesia. Justamente, a raíz de estos casos, la Iglesia lanzó una campaña contra el derecho al aborto con un documento de la Conferencia Episcopal Argentina, titulado “Cuestión de vida o muerte”.
Y aunque amenazaron con bombas a los hospitales y ahora amenazan con iniciar juicio a los médicos por supuesto “homicidio”, las encuestas indican que el 90% de la población estaría a favor de la despenalización del aborto (un 50% en todos los casos y un 40% en determinadas circunstancias).
El gobierno mantiene un doble discurso: los ministros de salud de Capital y Provincia de Buenos Aires impulsan la reglamentación del aborto no punible y varios hacen rimbombantes declaraciones sobre la despenalización; mientras tanto, Kirchner hace mutis por el foro, después de haberle garantizado al Vaticano que no se despenalizará el aborto en Argentina durante su mandato. Lo mismo ratificó el ministro Aníbal Fernández hace pocos meses. Y hay quienes aseguran que las declaraciones “progresistas” de los ministros de salud no son más que posturas para el lanzamiento de sus candidaturas electorales. De hecho, si quisieran, tienen la mayoría en ambas cámaras del Congreso, como para presentar un proyecto de ley y sacarlo rápidamente. ¡Si así lo hicieron con los “superpoderes”! Por eso, creemos que no hay que depositar ninguna expectativa en el gobierno, que no ha hecho nada por evitar las más de 500 muertes anuales de mujeres trabajadoras y de los sectores populares por las consecuencias de los abortos clandestinos.
Si algo hemos avanzado, poniendo el debate del aborto en el centro de la discusión, es porque las cosas han cambiado desde las históricas jornadas de diciembre de 2001y a la lucha de las mujeres por el derecho al aborto, se han sumado nuevas generaciones de jóvenes en los últimos años, como lo mostraron los últimos Encuentros Nacionales de Mujeres.
Quienes integramos la agrupación de mujeres Pan y Rosas creemos que es necesario desarrollar un GRAN MOVIMIENTO DE LUCHA POR EL DERECHO AL ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO, independiente del Estado y los partidos patronales, que no deposite confianza en sectores del gobierno, la justicia o el parlamento, sino que confíe sólo en sus propias fuerzas para arrancarle a este régimen el derecho democrático elemental que nos corresponde.

¡Basta de dictadura patronal! Digamos no a la superexplotación y el trabajo en negro
Las mujeres trabajadoras y de los sectores populares no son solamente las principales víctimas del aborto clandestino, sino también de la explotación y la precarización laboral.
Mientras el gobierno se jacta de que bajan lentamente los índices de desocupación y con la complicidad de la burocracia sindical imponen el tope del 19% para los aumentos de salario, lo cierto es que hay 5 millones de trabajadores y trabajadoras para quienes, incluso ese aumento, es sólo un sueño.
Mientras los empresarios no dejan de embolsar sus grandes ganancias, son 5 millones los que carecen de seguro por accidentes laborales, cobertura médica y aportes para su futura jubilación; no cobran vacaciones ni aguinaldo, no tienen derecho a indemnizaciones por despido y sus salarios no alcanzan ni siquiera el básico: ¡la mayoría, de esos 5 millones, son mujeres!
El 54% de las mujeres que trabaja lo hace en negro. Además, las mujeres siguen cobrando salarios que son 32% menores que los salarios de los trabajadores varones. Y a sus tareas en la fábrica, la empresa o el hogar de otra familia, hay que agregar el cuidado de los niños y los ancianos y las tareas domésticas del propio hogar que siguen recayendo sobre sus espaldas, en una doble jornada laboral.
A las trabajadoras en negro, tampoco se les respetan las licencias por maternidad o lactancia y ¡ni siquiera las trabajadoras efectivas cuentan con guarderías y jardines maternales gratuitos en las fábricas y empresas donde trabajan! Mientras tanto, aumenta la violencia en el trabajo: intimidación, hostigamiento sistemático (mobbing), amenazas y acoso sexual.
Quienes integramos la agrupación de mujeres Pan y Rosas creemos que es necesario impulsar una GRAN CAMPAÑA CONTRA LA PRECARIZACIÓN LABORAL. ¡No al trabajo en negro, a las tercerizadas y a los contratos precarios! Queremos estabilidad en el empleo, plenos derechos laborales y sindicales. ¡Basta de trabajo esclavizante que provoca “accidentes” y enfermedades! Guarderías gratuitas con personal idóneo disponibles en todos los turnos laborales.

Pero así como las encuestas señalan el enorme apoyo que tiene la despenalización del aborto, también hay una nueva generación de trabajadoras y trabajadores que son una avanzada de los millones de precarizados y sin derechos sindicales, de los que sufren terribles condiciones de trabajo y jornadas extenuantes de superexplotación. En ese destacamento de lucha se encuentran Estela Macaroff, que enfrenta a la multinacional PepsiCo, Giorgina Lo Giudici, del call center APEX de Rosario, las enfermeras del Hospital Francés que luchan contra el vaciamiento, las trabajadoras telefónicas de ATENTO... y, en el corazón de La Matanza, está la Comisión de Mujeres de TVB: las esposas, novias, madres y hermanas de los trabajadores de la ex – Jabón Federal que hoy enfrentan a un fondo buitre y a un amenazante gerente de la dictadura, luchando por la reincorporación de 38 despedidos. Son parte de una nueva generación que no cuenta con mucha experiencia previa, pero que tampoco carga sobre sus hombros con las derrotas de los años ’90; por eso se “indisciplinan” y luchan por sus derechos.
Por eso, quienes integramos la agrupación de mujeres Pan y Rosas decimos que NO ESTAMOS SOLAS EN LA LUCHA POR NUESTROS DERECHOS. Para enfrentar a la Iglesia, el gobierno y los empresarios, debemos desarrollar un gran movimiento encabezado por estas mujeres trabajadoras que hoy se han puesto en pie de lucha.

Prensa

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Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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