Aníbal Fernández declaró la intervención del Posadas argumentando que “no se han obtenido resultados acordes a la inversión realizada”. El saliente director Spaccavento, militante del Movimiento Evita y ultra K, apoyó la medida.

La intervención pone al frente al Dr. Latorraca junto a Diego Spina, ambos de Nuevo Encuentro. Esta intervención responde a una interna del kirchnerismo, dándole a Sabbatella el hospital más importante de Argentina como plataforma electoral. Para esta tarea cuentan con el apoyo de la burocracia de ATE y UPCN, oficialistas.
Esta nueva conducción garantiza la plena impunidad para la gestión saliente, manteniendo a la amplia mayoría de funcionarios de Nuevo Encuentro. En los pasillos se dice: “son más de lo mismo”.

Hace meses venimos denunciando la gestión Spaccavento. El punto más alto fue la movilización contra la desidia que ocasionaron las muertes de Emanuel Garcia y un paciente en noviembre pasado.

Los trabajadores ponemos la vida por delante, como lo demostraron las denuncias realizadas por médicos de pediatría que advertían sobre los medicamentos de SurarPharma, luego clausurada. Pero para el gobierno nacional son más importantes los negocios que la salud.

Hoy, dos grandes debates recorren el hospital. Por un lado, la necesidad de los trabajadores de llevar un control sobre los destinos de lo presupuestado, para que no sea un botín de guerra de las intervenciones. Necesitamos impulsar un comité de control de gestión, con representantes votados en asamblea y revocables, que impongan la apertura de los libros de contabilidad y licitaciones.

Por otro, la necesidad de enfrentar las intervenciones. Por eso levantamos la perspectiva de un directorio de los trabajadores, con representantes de todos los sectores del hospital y los pacientes, ya que somos los únicos que podemos brindar un servicio a la altura de las necesidades del pueblo trabajador, sin trabajo precario, faltante de insumos y sin negociados, opuesto a la política kirchnerista.