Dos semanas pasaron del Congreso de la FUBA que, como decíamos en el número anterior de LVO, representó un importante avance del kirchnerismo sobre la Federación. Mientras PO saludaba la realización del Congreso como un importante paso, planteando que la política del kirchnerismo había sido derrotada, la fuerza de los hechos se impuso rápidamente para hacer un balance más sincero.

Si a algún desprevenido le quedaban dudas de que hoy la independencia política de la Federación es sólo un papel mojado, la presencia de La Mella, como presidencia de la FUBA, en el acto del 1° de mayo organizado por el Movimiento Evita, no hace más que confirmarlo. El “kirchnerismo explícito” (como le gusta decir a PO) aparece cada vez con más fuerza en la Federación, mientras que el kirchnerismo oficial de La Cámpora ocupa la Secretaría General y se prepara para usarla para su proyecto de FUA paralela y apoyar a las camarillas que mantienen la universidad al servicio de los capitalistas.

Además, por si hiciera falta confirmar la falta de independencia política de la “nueva” conducción, en su balance del Congreso La Mella “lamenta” que Libres del Sur, hoy aliado de la UCR-Yacobitti, no continúe en la conducción de la FUBA, ya que los considera compañeros que “están en la misma vereda”. En este marco, con esta conducción, la “derrota de las fuerzas del régimen” y la “independencia de la FUBA del Estado” sólo existen en el imaginario mundo de los compañeros del PO en Prensa Obrera, con el objetivo de justificar lo injustificable de su política. Cuando el kirchnerismo no hace más que debilitarse con el deterioro del “modelo” que ajusta a los trabajadores y con los escándalos de corrupción, en la FUBA se fortalece por la política de su conducción.

Los métodos burocráticos de la conducción están al servicio de que cientos de activistas que comienzan a surgir en las facultades no pongan en debate estas contradicciones y cuestionen el statu quo de la conducción. Es más necesario que nunca cambiar el rumbo para que la FUBA y los centros sean herramientas para la intervención del movimiento estudiantil junto a los trabajadores, de forma independiente de los capitalistas.
Pero la falta de una perspectiva independiente no sólo se expresa en esto, sino también en la política de la conducción que está paralizada a la hora de organizar al movimiento estudiantil, ya que éste no es su objetivo, que es otro bien distinto: mantener una maquinaria electoral y decenas con decenas de militantes rentados, funcional a mantener el statu quo de una universidad que está al servicio de las empresas. Tanto es así que ni siquiera ante la brutal represión de Macri en el Borda, la FUBA tuvo algún reflejo político o intento de movilización. No jugó ningún papel relevante para organizar a los cientos de estudiantes que se vieron movilizados por la gravedad de los acontecimientos. Es la misma línea de “inacción” que vimos ante las inundaciones y tantos otros temas, mientras cientos de activistas comienzan a organizarse y a chocar contra la rutina burocrática de estas organizaciones.

Sobre balances y esquizofrenias

El agudo nivel de crisis de la Federación se expresa también en las conclusiones contradictorias de las corrientes que la conducen, que no se ponen de acuerdo ni en los hechos. Según La Mella: “El Congreso contó con una marcha al Ministerio de Educación, paneles de debate, comisiones, y múltiples instancias de participación en las sedes del CBC. Así construimos un Congreso que relegitima a la Federación con un plenario de más de 2000 estudiantes donde se votaron las resoluciones que marcan el camino para este año”. Mientras que para su aliado El Cauce, que se incorporó a la conducción en este Congreso: “lo cierto es que la FUBA sigue muy alejada de lxs estudiantes, esto se expresa entre otras cosas en la casi nula participación de estudiantes no agrupados en el plenario del día sábado. A los problemas propios que vienen teniendo los congresos, esta vez se sumó un inentendible y exagerado operativo de ´seguridad´ realizado por parte de la presidencia, que entorpeció el inicio del Plenario”. Frente a la realidad unos –La Mella– la niegan, los otros –El Cauce– la aceptan, se adaptan y entran al frente burocrático y sin independencia política de conducción, guardando en el cajón de los recuerdos todo su discurso de izquierda independiente antiburocrática; llegan al punto de criticar a la Juventud del PTS que fue la única corriente que peleó por cambiar el carácter burocrático del plenario final, señalándonos como los responsables de que el plenario de cierre no se desarrollara con “normalidad” (si es que con esta palabra se podría adjetivar un plenario clandestino y con cordones de seguridad a las 2 am del domingo en el sótano de Medicina, donde ni siquiera se abrió el micrófono). Llamamos a los compañeros, que en la asamblea de Sociales previa al Congreso votaron junto a nosotros propuestas comunes en la perspectiva de democratizar el funcionamiento de la FUBA, a retomar este camino, el único que podrá sacar de su crisis a la Federación.

El proceso abierto en Psicología, los cientos de estudiantes de Historia organizados por la democratización de la carrera enfrentando a la gestión de Trinchero, los centenares de compañeros y compañeras que se pusieron en acción frente a las inundaciones, muestran que hay bases para proponerse transformar a los centros y federaciones en verdaderas instancias de participación, debate y organización independiente. El impulso de un pre-encuentro de mujeres para el 8 de junio como el que votó el Congreso de la FUBA para organizar a centenares de compañeras que buscan un espacio de organización para luchar por sus derechos, es una gran oportunidad para la organización que no debe quedar en la nada como tantas resoluciones de la FUBA, cuando se expresan en el país crecientes elementos de crisis alentados por el agotamiento del “modelo K” y crisis políticas como las desatadas por los escándalos de corrupción, la tarea del movimiento estudiantil, que debe ser alentada por todas las organizaciones que se reivindican de izquierda, es la de prepararse para intervenir junto a los trabajadores como un actor político independiente de los capitalistas. Por esta perspectiva peleamos desde la Juventud del PTS en los centros y federaciones.