La crisis de la UBA no es una excepción, sino el emergente más notorio de una crisis de legitimidad que, en forma abierta o latente, viven los regímenes políticos de las universidades. Esto expresa la lucha del Comahue, que viene de obtener un primer triunfo con la caída del (ex) rector de facto Boccanera. Pero no sólo eso: en Córdoba el rector González propone la renuncia de todos los consejeros, y la instauración de la elección directa con voto calificado para los profesores, para prevenir una crisis como la de la UBA. A contramano, en la Universidad del Sur, el rector Fernández agasajó a quien fuera el interventor durante la dictadura, Remus Tetu. Así, podemos graficar que el régimen universitario no vivió ni siquiera el bizarro aggiornamiento que Kirchner impulsa para relegitimar las instituciones repudiadas el 19 y 20. La lucha por la democratización, preanunciada por la elección directa en Sociología de la UBA en 2002, se suma así al reclamo por presupuesto expresado en la lucha de agosto y septiembre de 2005, y a la lucha contra la LES, que tuvo como emblema la toma de la UNCo en 2004.

Franja Morada y JUP: bufones de los rectores
El rol de la Franja Morada en la crisis de la UBA sirvió (al menos) como demostración de su miserable subordinación a las camarillas de profesores y decanos. Por su lado, el Congreso de la FUA, denunciado por más de 50 centros y 4 federaciones, confirmó que las organizaciones burocratizadas y dirigidas por los radicales o kirchneristas no pueden tomar ninguna medida para organizar al movimiento estudiantil. “Sesionando” en simultáneo con la lucha del Comahue, el “congreso” no detuvo la compra y venta de votos ni para declarar el apoyo a los neuquinos. Por el contrario, el nuevo presidente, apenas asumido denunció a la FUBA por preparar un nuevo boicot a la Asamblea Universitaria. La tarea del momento es levantar un programa y poner en pie organizaciones que nos permitan superar el lastre de la Franja y la FUA.

La importancia de (no perder) la independencia política
Esta semana, un sector de la presidencia de la FUBA (la CEPA-PCR y el MST-Alternativa) se mostró dispuesto a votar al decano Alfredo Buzzi como rector. Buzzi, cuya candidatura arranca con el motor del gobierno K, fue además uno de los impulsores de la candidatura de Alterini. Felizmente, por la lucha política que dimos desde En Clave ROJA junto a otras corrientes, la Asamblea Universitaria no sesionó, y ninguna corriente se tragó el sapo de votar a este indisimulable derechista. Esta política de confiar en sectores de las asambleas universitarias es la que, con matices, también levanta la dirección independiente del FER en Comahue, que plantea que sea la misma Asamblea que fracasó en meter un rector por la ventana la que digite los tiempos de la democratización. El PO, como otras veces, se ubica en el medio, oscilante. En el congreso de FUBA incorporó a la CEPA a la presidencia (van juntos también en La Plata), sellando una alianza contradictoria: mientras que en la UBA correctamente se opuso a las tentaciones claudicantes de sus aliados del Frente 20 de Diciembre en la última AU, en Comahue plantea que deben renunciar sólo los aliados de Boccanera. En ambos lugares, además, se opuso a votar un programa, porque la CEPA se opone a la consigna de “mayoría estudiantil”. Lo mismo puede decirse de los independientes que, por poner el ejemplo del CAUCE y la COPA en La Plata, vienen de sellar un frente con la CEPA.

Un llamado
Desde estas páginas reiteramos nuestro llamado al PO, a las agrupaciones independientes, al MST-El Socialista, etc., a luchar en común por un programa que partiendo de exigir “que se vayan todos” los funcionarios del kircnerismo y del radicalismo, plantee la necesidad de Congresos Constituyentes, con mayoría estudiantil, claustro único docente y voto de los no docentes, para que en discusión con las organizaciones obreras, las universidades dejen de estar al servicio de los monopolios como Techint o Telefónica, y pasen a colaborar con un proyecto de transformación revolucionaria, en beneficio de los trabajadores y el pueblo pobre.

Por un nuevo Encuentro Nacional de Estudiantes
La lucha del Comahue y la UBA, así como las tareas pendientes de las luchas que mencionamos al comienzo de este artículo, y ante la ubicación nefasta de la FUA, a los centros, federaciones, agrupaciones y estudiantes combativos se nos plantea la necesidad de reagrupar nuestras fuerzas, en un nuevo encuentro nacional por la democratización, presupuesto y contra la LES, con el objeto de encarar a fondo estar tareas. Con el impulso que nos brindan las luchas de los estudiantes de Francia, Chile y Grecia, y con la perspectiva de retomar las banderas de los estudiantes de la Reforma de 1918 y del Cordobazo en el "69, nos ponemos a disposición de esta lucha.