El 27 de junio la Plaza de Mayo fue el escenario de la primera manifestación obrera masiva contra el gobierno kirchnerista, y que levanta reclamos progresivos. Por eso, el sindicalismo clasista, el PTS y el PO, nos hicimos presentes en la Plaza con una importante columna común y nuestras propias banderas.
Inmediatamente después de la convocatoria de Moyano, nuestra corriente comenzó una fuerte pelea en las principales concentraciones obreras planteando la necesidad de apoyar el paro y participar de la movilización con una clara política independiente de la burocracia y un programa que levante las demandas de toda la clase trabajadora.
El Frente de Izquierda, con la deserción a último momento de IS, marchó detrás del sindicalismo clasista y combativo, el llamado sindicalismo de base, para conformar una columna que sobresalía por su combatividad y su programa que trascendía el reclamo contra el impuesto a la ganancia y la asignación familiar.
Pese al boicot de la Comisión Directiva, más de 100 trabajadores del subte concurrieron a la convocatoria que hicimos los delegados clasistas en el subte.
Más de 500 obreros metalmecánicos participaron de la acción convocada por el Cuerpo de Delegados, independiente de la burocracia del Smata.
En Neuquén, el sindicalismo de base también dijo presente y se movilizó con una columna propia por las calles de la ciudad, participando tanto del acto convocado por la CTA como del de la CGT.
Una compañera de la Juventud del PTS que trabaja en una empresa de logística de la Zona Norte nos cuenta lo ocurrido en la planta ante la jornada del 27.
Estos días fueron de gran discusión en las dependencias estatales, entre el paro y movilización de ATE y la convocatoria de Moyano. Esta discusión recorrió también los plenarios de delegados y asambleas de base.
Entrevistamos a Flavio Bustillo, integrante de la Agrupación Bordó Desde las Bases del Roca. Fue suspendido por diez días por denunciar las pésimas condiciones en que se trabaja y viaja en el ferrocarril, poniéndose en riesgo la vida de trabajadores y usuarios todos los días.
En los yacimientos de Cerro Dragón, en el sur de Chubut, las modernas máquinas de la Pan Americana Energy (PAE) no paran un segundo. Sacan el 15% del petróleo del país. Para exprimir cada gota del oro negro, necesitan de miles de trabajadores que hacen funcionar los yacimientos.