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Debates

El MST y el PO se subordinan al centroizquierdismo

La necesidad de un frente de trabajadores

22 de abril 2005

Existe en la izquierda un debate abierto de cómo intervenir en la próximas elecciones de octubre. En ellas, el gobierno de Kirchner ha dicho que quiere transformarlas en un “plebiscito” sobre su gestión. Para ello, está estableciendo todo tipo de pactos con los “caciques” de los PJ provinciales a fin de incluir “kirchneristas” en la cima de las listas electorales, de forma de “nacionalizar” lo que espera sea un triunfo electoral del peronismo. En la provincia de Buenos Aires, el gobierno parece decidido a jugar fuerte, llevando a Cristina Kirchner a la cabeza de la lista de senadores, lo más probable que en un acuerdo final con el duhaldismo. Es claro que la tan mentada “transversalidad”, con la que se ilusionaron los “progresistas”, es cosa del pasado. El de Kirchner es un gobierno que muestra cada vez más claramente su esencia reaccionaria, de lo que da cuenta su alineamiento con Bush, aprobando las leyes “antiterroristas”, o su oposición a los aumentos salariales y los ataques contra los que luchan como los trabajadores del Hospital Garrahan o los aeronáuticos de Lafsa. Estos últimos sectores son, a su vez, parte del muy importante proceso de reagrupamiento de los sectores más combativos del movimiento obrero que se expresó en el Encuentro del 2 de Abril, del cuál, junto a los mencionados, son expresión relevante el Cuerpo de Delegados del Subte, el Sindicato Ceramista de Neuquén, la Unión Ferroviaria de Haedo, el Cuerpo de Delegados de Astilleros Río Santiago, los trabajadores de Lafsa, las internas opositoras a Daer en el gremio de la Alimentación, los sindicatos docentes opositores, etcétera, entre cientos de delegados y activistas de decenas de fábricas y empresas que buscan un camino distinto al de las burocracias sindicales de la CGT y la CTA.
Pero si este proceso de recomposición está empezando a darse en el terreno sindical, la situación es más retrasada en el terreno político. Para dar pasos en superar esto, desde el PTS venimos insistiendo en la necesidad que las organizaciones obreras combativas y la izquierda que se reivindica clasista impulsen una campaña sobre el conjunto del movimiento obrero por un gran Partido de Trabajadores para alentar la ruptura de clase con el peronismo y, también, para evitar que si se desarrolla el desgaste del gobierno sea capitalizado por una opción de “centroizquierda”, como la que se propone poner en pie el llamado “Encuentro de Rosario”. Por ello, creemos que la respuesta a dar en el terreno electoral debe ser un punto de apoyo para la conquista de la independencia política de la clase trabajadora. Venimos, en este sentido, proponiendo que para las próximas elecciones los partidos que nos reivindicamos de la izquierda obrera y socialista impulsemos un Frente de Trabajadores, que lleve en sus listas como candidatos importantes quienes son hoy expresión de las principales luchas en curso. Un frente que se delimitaría programática y políticamente tanto del gobierno como del “centroizquierdista” Encuentro de Rosario, que cuenta como destacados impulsores al PS, al PC –que se encuentra en un claro viraje a la derecha-, a la dirección de la CTA y al sector de la UCR liderado por Margarita Stolbizer.

El MST y el PO contra la independencia política de los trabajadores

Hasta el momento, sin embargo, tanto el MST como el PO prefieren insistir en buscar un acuerdo con el PC que en lograr un Frente de Trabajadores que permita a dar un paso hacia la independencia política de clase. En el caso del MST, su propuesta no es más que la continuidad de una política sistemática de alianza con el PC en Izquierda Unida. Es falso lo que dicen en su “Carta Abierta a la izquierda y los luchadores” sobre que la unidad que proponen es la de quienes nos encontramos en las luchas y protagonizamos “un gran Encuentro Sindical donde confluyeron representantes de las nuevas direcciones y agrupamientos combativos del movimiento obrero”. ¡Pero si justamente sus aliados en IU son la única corriente de izquierda que estuvo ausente de dicho Encuentro mientras se encuentra junto a la burocracia de la CTA en el “Encuentro de Rosario! No muy distinta es la ubicación del PO. En el último número de Prensa Obrera, Altamira ha dicho que el frente que debe oponerse al intento plebiscitario del gobierno debe servir, entre otros puntos centrales, para “desarrollar la independencia política de la clase obrera”1. Sin embargo, ¿qué más opuesto a esta perspectiva que un acuerdo un PC que está en la vereda de enfrente del Encuentro del 2 de abril y explícitamente busca ir con la “centroizquierda” queriendo llevar a los trabajadores detrás de banqueros como Heller? ¿Adónde puede llevar un frente que no se delimite del “centroizquierdismo” proimperialista que hoy gobierna en la mayoría de los países de América Latina? ¿De qué vale la tinta escrita en Prensa Obrera contra el gobierno pro-imperialista y antiobrero del Frente Amplio uruguayo si lo que se busca desesperadamente es un frente con los que reivindican como “modelo político” a la fuerza que actualmente gobierna del otro lado del Río de la Plata?
Más aún, la propuesta del PO de hacer eje de la formación de un “frente de izquierda” e internas abiertas con el PC en la Capital es una particular “impostura”. Justamente, es aquí donde están teniendo lugar las principales luchas y procesos (Lafsa, Subterráneos, Garrahan...) con direcciones combativas que tienden al clasismo, y por ello, un lugar privilegiado para la constitución de un Frente de Trabajadores que las exprese. En la ciudad del 19 y 20 de diciembre; la de la masacre de Comañón; hace más perniciosa aún la política de embellecimiento al colaboracionismo de clases del PC que impulsa el Partido Obrero.
Insistimos: no es un acuerdo de este tipo el que necesitan los trabajadores para dar un paso hacia su independencia política.

Por un frente de trabajadores

Desde el PTS no somos ajenos a las expectativas de muchos compañeros de que las fuerzas que nos reivincamos de la izquierda obrera y socialista propongamos una alternativa unitaria en estas elecciones. Pero decimos con claridad que no es junto al PC, claramente orientado a la búsqueda de un acuerdo con la centroizquierda, como tiene que construirse esta alternativa. Por ello insistimos con nuestra propuesta al, PO y al MAS de impulsar un Frente de Trabajadores, un acuerdo de la izquierda obrera y socialista que exprese en sus listas a trabajadores y estudiantes que sean referentes en sus organizaciones de lucha, sindicatos, delegados y miembros de comisiones internas que vienen luchando en el terreno sindical, así como a dirigentes y referentes de los partidos obreros y socialistas. Llamamos también al MST a romper con el “frente amplismo” y la conciliación de clases del PC para sumarse a un bloque de izquierda por la independencia de clase.
Aunque nuestra campaña por un Partido de Trabajadores, es decir por un partido de la clase obrera con total independencia de la burguesía y sus agentes políticos, es de más largo aliento porque se trata del problema estratégico de la ruptura de los obreros con el peronismo y la conciliación de clases; la idea central es la misma. La izquierda obrera y socialista podría reunir fuerzas en una táctica electoral al servicio de presentar un polo en defensa de la independencia de clase ante los partidos patronales, y en ayudar a elevar la actual lucha reivindicativa de los trabajadores a la lucha política.

1 Prensa Obrera N° 896, 21-04-05.

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