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MUJER

Libertador-Jujuy

La precarización tiene cara de mujer

Miguel López

11 de septiembre 2014

A continuación reproducimos una conversación que mantuvimos con Marcela Romero y Margarita Palacios, ambas obreras precarizadas de la municipalidad de Libertador General San Martín. Localidad donde, ante el comienzo de una lucha sindical por el pase a planta permanente encarada por el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales -SEOM- el intendente kirchnerista Jorge Ale, lo primero que atinó hacer fue a despedir a 20 trabajadoras contratadas y a perseguir a los trabajadores jornalizados que adhirieron a las huelgas del mes pasado. Con la lucha, que consistió en un encadenamiento de 10 de las despedidas y en una huelga de 48 horas que le arrancaron las bases a su dirección sindical, se logró hacer retroceder su práctica antisindical al intendente Ale. De las 20 despedidas, 18 de ellas cobraron sus haberes y volvieron a sus secciones. Pero a las 2 trabajadoras entrevistadas no las dejan volver a sus puestos de trabajo, ni les pagan los 2 meses que se les adeudan, y las obligan a cumplir sus horas de trabajo en el sindicato. Un caso de brutal precarización y persecución sindical que se descarga sobre el sector más explotado y oprimido, la mujer trabajadora.

¿En qué condiciones trabajan las mujeres en la municipalidad de Libertador?
M.R.: Cuando nos ofrecieron el trabajo, yo pensaba: cualquier trabajo es digno, pero no pensé que iba a ser tan precario, yo cobraba $300 porque recién hace 3 meses cobro $500. Trabajamos en saneamiento y maestranza, nos mandan a limpiar los baños del centro cívico, y cuando vamos nos damos con que no teníamos detergente, lavandina, guantes, barbijos, botas, y nosotros de nuestras casas teníamos que llevar los insumos de limpieza. Siempre nos anotaban para darnos ropa de trabajo, pero nunca en 4 años dieron ropa de trabajo, botas, ni guantes. La respuesta del intendente es que sigamos esperando las mejoras en el sueldo, los aportes y la ropa de trabajo, pero nosotras no podemos seguir esperando, queremos que respeten nuestros derechos.
M.G.: Íbamos a limpiar los baños y usábamos bolsas de polietileno como guantes, encima que cobramos una miseria tenemos que arreglárnosla para cumplir la tarea, porque la intendencia no facilita los insumos para la limpieza, herramientas y ropa de trabajo. Encima nos obligaban a hacer campaña por la lista del intendente, ellos le llaman a esto colaboración, cuando bajo presión te hacen hacer política para ellos.

¿Por qué las despiden y cómo lograron la reinstalación de los 20 despedidos?
M.R.: El despido viene a causa de que nos metemos en el gremio. Ingresamos en el SEOM para tratar de luchar por un trabajo genuino. Estamos cansadas del trabajo en negro, de no tener obra social, de cobrar menos y no tener aportes jubilatorios, no tener nada. Mi anhelo era que mi bebé, ahora que estoy embarazada, tenga una obra social, que pueda nacer en una clínica, pero lamentablemente por luchar me cortan el contrato. Peleamos por el pase a planta permanente y nos cortan el contrato, que es precario, poco, porque son $500, pero nos ayudaba para cubrir parte de los gastos de la familia. Este gobierno prometió que nos iba a blanquear en cada campaña, confiamos en su palabra. Pero con el tiempo vemos que nos golpeaba tanto la espalda, que ahora parece que nos dio un puntazo, echándonos a la calle, quitándonos nuestro trabajo solo por reclamar lo que es ley, el pase a planta. La verdad que sufrimos una persecución gremial, porque mientras no decíamos nada teníamos nuestro contrato y ahora que reclamamos nuestros derechos los cortan y se nos dice que no hay plata. Cuando nosotras cumplíamos con el laburo, a veces quedábamos afectadas los feriados, porque nos decían “vengan a hacer puntaje para que las puedan blanquear”.
M.P.: Por ingresar al SEOM, luchar por algo mejor en el salario y conseguir obra social, nos quitaron nuestro puesto de trabajo, eso que saben mi situación de madre soltera a cargo de tres hijos, me cortaron el contrato. Ya van a ser 4 años que trabajo en la municipalidad y a nosotras además de cumplir nuestras tareas nos obligaban a hacerle la campaña electoral para el intendente, por eso nos da bronca que a nuestro pedido de pase a planta permanente solo nos respondan con violencia, persecución y despidos. A nosotras nos cortaron el contrato porque dicen que no hay plata, pero vemos que tomaron a gente nueva, a chicos de 15 y 16 años. Luchamos porque nos devuelvan el contrato, porque contamos con esos $500 para nuestras familias y porque queremos pelear por más.
Nos encadenamos a la puerta del municipio y pedimos al sindicato que pare, se hizo huelga de 48 horas y logramos que devuelvan su contrato a 20 compañeras. Todas las compañeras volvieron a sus sectores y a los días cobraron, pero a nosotras dos, que fuimos las primeras despedidas, nos reincorporaron pero no nos dejan volver a nuestros puestos de trabajo y todavía no nos pagan los dos meses que nos adeudan.

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