Estudiantes, secundarios, exhuelguistas de Aulnay, trabajadores, maestros, con mucho que contar la jornada de acción organizada por los sindicatos de la educación, nos encontramos un centenar, ayer, en la sala de conferencias de la biblioteca Resistencias, en París, para intercambiar y debatir alrededor de una vieja controversia que guarda mucha actualidad, “reforma o revolución”.
Todo el ciclo, constituido por cuatro encuentros, cada dos semanas, hasta mediados de enero, fue presentado por Daniela Cobet, miembro de la dirección del NPA y del comité de redacción de la revista Revolución Permanente, que posteriormente introdujo el debate.
Partiendo de la base de los orígenes clásicos de la polémica, a saber el debate entre Eduardo Bernstein - Rosa Luxemburgo entre los años 1897-1898 en el seno de la socialdemocracia alemana, Daniela ha señalado la continuidad así como la evolución a la luz de los principales acontecimientos de la historia del movimiento obrero y revolucionario de la primera mitad del siglo pasado, incluyendo 1905, 1917 y la experiencia, para Francia, del Frente Popular.
Esta ha sido la ocasión de analizar la manera en la que esta cuestión hoy en día se propone nuevamente en la práctica y la orientación de las corrientes que se reclaman de la izquierda de la izquierda, comenzando por Syriza en Grecia o el Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélechon (en Francia).
Invirtiendo los términos de la controversia, hemos podido ver como este “reformismo del siglo XXI” es tímido, sino también cómo hoy, más aún que en la época de Bernstein o de Leon Blum, la perspectiva más realista para aquellos que quieren participar en la política para cambiar esta sociedad se encuentra del lado de la revolución y no del lado del reformismo utópico en su aplicación.
Luego del éxito del ciclo “Por qué Trotsky”, organizado el año pasado en la misma época por la revista Revolución Permanente, hemos podido sentir esa vez en el público, en el curso del debate y durante las discusiones que se han prolongado incluso luego del cierre de la biblioteca, cómo la cuestión del marxismo y de la revolución polariza, atrayendo y despertando hoy a estudiantes, jóvenes trabajadores o aquellos compañeros que ya tienen alguna práctica sindical y política, a la luz que un gran interés y mucha voluntad de reapropiarse de las herramientas de análisis para los combates actuales y los que vendrán.
El reto de este punto de vista, subrayó Daniela, está en ver también cómo frente a una situación de crisis donde patrones y gobiernos están de acuerdo en hacérsela pagar a las clases populares, existe para la extrema izquierda la posibilidad y la necesidad de proponer una alternativa igual de radical y revolucionaria, de izquierda y desde el punto de vista del trabajo, cosa que no son los discursos y las prácticas de los perros guardianes del capital tratando de aprovecharse igualmente de la situación en la cual nos encontramos para dividir nuestra clase, destilar su veneno y sembrar la desesperanza.
Este es uno de los objetivos de este ciclo, “Esperanzas de las revoluciones”, por la cual nosotros entendemos nuestro aporte, nuestra contribución. El debate, luego de la conferencia, ha permitido volver sobre un cierto número de elementos de la discusión sin agotarla del todo. Es en este sentido que se espera que continúe dentro de quince días, el jueves 28 de noviembre, dándose cita todos los presentes para debatir sobre la herencia, el alcance y las contradicciones que rodean la Revolución de 1917.