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CTA - NEUMÁTICO

Las maniobras de Wasiejko

El viernes 6 de noviembre se realizó finalmente la asamblea general del gremio para elegir la nueva Comisión Revisora de Cuentas, que es la encargada de fiscalizar el ingreso y egreso de dinero de la caja del sindicato y de la obra social. Los viejos revisores de cuenta eran todos oficialistas de la lista Violeta. Se los había “elegido” en una asamblea trucha donde no pudo participar la base del gremio. Pedro Wasiejko les prorrogó el mandato por más de un año. Los dos revisores de cuenta por Fate nunca rindieron cuenta ante los compañeros durante tres años.

Víctor Ottoboni

12 de noviembre 2009

El viernes 6 de noviembre se realizó finalmente la asamblea general del gremio para elegir la nueva Comisión Revisora de Cuentas, que es la encargada de fiscalizar el ingreso y egreso de dinero de la caja del sindicato y de la obra social. Los viejos revisores de cuenta eran todos oficialistas de la lista Violeta. Se los había “elegido” en una asamblea trucha donde no pudo participar la base del gremio. Pedro Wasiejko les prorrogó el mandato por más de un año. Los dos revisores de cuenta por Fate nunca rindieron cuenta ante los compañeros durante tres años. Mientras crece la bronca por el deterioro de nuestra obra social, el sindicato central decidió comprar una propiedad lindante con su sede. Dicen que se pagó más de $1 millón, y ahora sabemos que la utliza la FeTia (muchos compañeros de Fate y del Gremio ni saben qué es esto).

La asamblea fue armada a la medida de Wasiejko y la Violeta. Se hizo en Lanús, complicando la participación de los compañeros de Fate. A las 12:30 hs, para que no pudieran participar ni el turno tarde ni el turno noche de Fate. A su vez el SUTNA-CTA dispuso un “control” que imposibilitaba determinar si todos los que estábamos en la asamblea éramos trabajadores del neumático o no. Existió una cantidad de “gomeros” (supuestos afiliados) que fueron decisivos en la elección final.

El SUTNA-CTA no presentó los balances hasta un día antes de la asamblea, violando el estatuto, además de presentar para la aprobación dos balances consecutivos (algo completamente irregular). Es claro que no querían que los compañeros lo conocieran, discutieran y votaran a conciencia. La elección de la comisión revisora sería por voto secreto, una jugada de Wasiejko para evitar que se dé una comisión compartida, respetando la representación de la Marrón, sin necesidad de votación. Así, el que no estaba de acuerdo con la lista oficialista no tenía más opción que presentar una alternativa para los seis cargos.

Pese a todo, la elección fue muy peleada. Ganó la burocracia por 273 a 267 votos. Esto mostró la gran debilidad que tiene el SUTNA–CTA para movilizar compañeros convencidos.

En Fate fue la primer movilización después del duro conflicto del año pasado. Un avance importante teniendo en cuenta de dónde venimos. Pero no podemos ser facilistas por haber estado cerca de ganar. Eso sería negar el trabajo de organización que tenemos por delante. Hay que profundizar y extender la participación entre los compañeros de Fate y de todo el gremio.

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