El martes 9/8, abogados del CeProDH visitamos a Raúl Castells, preso en la Clínica Calchaquí de Quilmes.
Castells será llevado próximamente a juicio ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 6, acusado del delito de “extorsión en grado de tentativa”, eufemismo jurídico que refleja que ni siquiera pueden forzar encuadrar su reclamo de alimentos en el tipo penal de extorsión (no entraron al local de McDonald"s, no hay “perjuicio” comprobable, etc) entonces alegan que hubo “tentativa”.
Con la salud sumamente deteriorada por la huelga de hambre, Castells nos relató las atrocidades a la que es sometido por “orden judicial”. El día viernes por la noche, por ejemplo, el presidente del Tribunal, Dr. Yacobucci que lo juzgará próximamente, ordenó que se lo ate a la cama y que se obligue a alimentarse por la fuerza.
Esto es histórico pues no sólo le cercenan en derecho a su libertad sino también a manifestarse contra el encarcelamiento con las pocas armas propias que le quedan a un preso.

La ideología de Bush 

Este gobierno trata de demonizar a los que luchan. Los trabajadores del Garrahan están siendo sometidos a una brutal persecución por reclamar lo que les corresponde. Se los acusa de “no defender el superior interés del niño”, cuando a metros de la Casa Rosada cientos de niños nacen con 6 dedos en sus manitos, padecen enfermedades pulmonares crónicas y mortales, todo ello por las empresas del polo petroquímico de Dock Sud que contaminan el medio ambiente. De ser consecuentes, al menos, deberían reconocer entonces que para este gobierno, la defensa de los intereses de las multinacionales es más importante que los derechos de los niños.
Acusados de terroristas, estos trabajadores pasan a ser blanco de cualquier otro ataque: despidos, cesantías, causas penales. ¿Qué más da, contra un “terrorista”?
Con Raúl Castells pasa algo parecido, se lo denomina opositor político y todo pasa a ser válido. Se lo encarcela por una causa donde ni siquiera el mismo McDonald"s denunció el hecho, se lo mantiene preso injustamente y se lo está llevando a morir de inanición sin que del gobierno salga el mínimo gesto.
Así estos luchadores, junto con los presos de la Legislatura, son presentados como el “eje del mal”, son los “terroristas”, mientras los empresarios como Alsogaray y Chabán gozan de la más plena libertad en sus “petit hotel”, en sus casas en el Tigre.
Exigimos la inmediata libertad a Castells, a todos los presos políticos y el cese de las persecuciones a los que con su lucha se oponen al plan de sumisión a los dictados del imperialismo que lleva adelante este gobierno.