Como explicamos anteriormente, el conflicto de la UBA, al que se suma el de la Universidad del Comahue, expresa la “crisis orgánica” de una universidad dirigida por una camarilla parasitaria de 2.000 profesores ligados a la UCR y el PJ. Hoy la universidad no tiene presupuesto ni para pagar los salarios, y las empresas privadas amoldan la universidad a sus intereses por múltiples vías, ¡y hay quienes hablan de que la “crisis” la provocan las acciones contra la Asamblea Universitaria! Por el contrario: si las acciones revolucionarias del 19 y 20 no alcanzaron para imponer las demandas del pueblo contra los capitalistas y sus políticos, y a 4 años es Kirchner el que tiene la iniciativa y recompone las instituciones, sus partidos y sus burocracias, con políticas como su “Plaza del SI”; hoy en la universidad se plantea poner en pie un movimiento de masas, organizado en centros y federaciones militantes, para democratizar la universidad y ponerla al servicio de los trabajadores y el pueblo, acabando con las camarillas que, aun en su agonía, se niegan a morir. 

Un primer balance del congreso de la FUBA

El sábado 13 fue el congreso de la FUBA, en el que el Frente 20 de diciembre (PO, MST, y ahora ampliado al PCR), retuvo la presidencia. Desde En Clave ROJA participamos con una delegación de más de 100 compañeros y presentamos la lista En Clave ROJA-Desde las bases que obtuvo una secretaría, entrando por primera vez a la Mesa Directiva. Más en general, el congreso significó un golpe a la política de la Franja y sus satélites de dividir la FUBA y atacar al movimiento estudiantil combativo: este bloque cínicamente acusaba de que no se reunía el congreso, pero eran ellos los que no daban quórum para que sesione. Sin embargo, lamentablemente, se perdió una oportunidad de que el congreso sea un espacio para fortalecer al movimiento, y dotarlo de un programa para democratizar la UBA. 

Un programa para refundar la universidad

En el congreso, el Frente 20 de diciembre se negó a votar un programa que plantee pelear por un Congreso Estatuyente con mayoría estudiantil, claustro único docente, y voto de los no docentes, y levanta “aumento de la representación estudiantil”. Aunque parezcan lo mismo, estas consignas son bien distintas. En los últimos días, comenzaron a “desertar” miembros del bloque de Alterini, entre ellos el QRS, dirección del centro de Medicina. En danza con esto, asoman algunos “progres” (y otros no tanto) que se “convencieron” de que Alterini se tiene que bajar, y de que alguna reforma hay que hacer. Por ejemplo, el kirchnerismo impulsa al peronista Franco, hoy alterinista, como rector. Incluso, en el nuevo Consejo Superior asumió el decano de Medicina Buzzi como vicerrector interino, y lo hizo planteando que ahora viene el “diálogo” y que él era “neutral”, callando que fue uno de los sostenes de Alterini. Justamente, una de las opciones que barajan éstos es “aumentar la representación estudiantil” en los Consejos Directivos, por lo que la conducción de la FUBA, en última instancia, confluye con estos decanos que aceptarían algún cambio, pero para evitar que surja un proceso más profundo. En sus declaraciones los presidentes de la FUBA sostienen que no están en contra de que asuma un “vicerrector” de transición, y que el Consejo Superior (¡en el que 20 de sus 28 miembros son “alterinistas!) tiene que votar un cronograma para democratizar la UBA. Llamamos a los compañeros a rectificar esta política. Solo instaurando un Congreso Estatuyente, con mayoría estudiantil (porque los estudiantes son la mayoría y porque históricamente han sido la vanguardia en la universidad), claustro único docente y voto de los no docentes, se democratizaría la UBA, para refundarla sobre nuevas bases, con un proyecto discutido en unidad con las organizaciones obreras. Un congreso así permitiría luchar por tirar abajo la LES, conquistar el presupuesto y pelear por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo. Esto es continuar el camino de la Reforma del 18, para refundar la UBA. Por eso la importancia de adoptar un programa claro.

Masificar el movimiento

Las acciones contra Alterini han permitido que salte a la luz la podredumbre del régimen universitario. Ahora, se nos plantea la necesidad de masificar el movimiento, fortaleciendo los centros y la FUBA con cientos de estudiantes, e impulsando cuerpos de delegados con mandatos por curso, para acabar con el mismo. Esta, a su vez, es la forma de derrotar a la Franja Morada y las organizaciones clientelares que ellos legaron. La conducción de la FUBA, con la que compartimos importantes luchas como la huelga docente de 2005 y la actual, por el contrario, recurre permanentemente a métodos burocráticos (por ejemplo, “posponer” sin someterlo a votación la Interfacultades), y no ha roto hasta el final ni mucho menos con el tipo de organización de la Franja Morada. Esta persistente crítica, que acompañamos con exigencias como el impulso a Interfacultades, el sorteo de los puestos de trabajo de “apuntes” de la FUBA, la realización de congresos abiertos y una estatuyente para la FUBA, la hacemos, no desde un supuesto “alternativismo”, sino porque consideramos a la FUBA y a los centros ganados a la Franja, como “puestos de lucha” para transformarlos desde abajo hacia arriba, llenándolos con cientos de estudiantes, y así conquistar un movimiento estudiantil que retome la senda de los estudiantes del Cordobazo, para democratizar la universidad, y unirse en las calles con los trabajadores, contra el gobierno y los capitalistas.