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Nota de Tapa

Lo nuevo viene de abajo

Como venimos planteando desde La Verdad Obrera, desde la muerte de Néstor Kirchner el gobierno inició un giro hacia la derecha, incluso luego del crimen de Mariano Ferreyra, que habilitó o provocó el asesinato de trabajadores inmigrantes en Soldati y de los campesinos tobas qom en Formosa.

Jonatan Ros

13 de enero 2011

Lo nuevo viene de abajo

Como venimos planteando desde La Verdad Obrera, desde la muerte de Néstor Kirchner el gobierno inició un giro hacia la derecha, incluso luego del crimen de Mariano Ferreyra, que habilitó o provocó el asesinato de trabajadores inmigrantes en Soldati y de los campesinos tobas qom en Formosa. Este giro se expresa también en el intento de “Pacto Social” que viene impulsando, aunque por ahora son más deseos que realidad. La nueva política de Seguridad, dándole peso renovado a la Federal, enviando 6.000 gendarmes al Gran Buenos Aires y con las declaraciones de Scioli y Cristina contra los cortes de ruta, es parte de esta intención que pone incómodo a más de un “progresista” K.

En la campaña electoral veraniega, la oposición patronal, dividida entre radicales, macristas, peronistas federales y de la Coalición Cívica, critica al gobierno por no aplicar más “mano dura” o por no ser más concesivos con los esclavistas de la Sociedad Rural.

La “Justicia” y las patronales tomaron nota de esta nueva realidad y vemos un intento de represión judicial hacia las luchas obreras y sobre todo hacia los dirigentes obreros combativos (ver nota página en 5) mientras que algunas empresas persiguen activistas con despidos selectivos. Está planteado el frente único más amplio para defendernos de estos ataques. La juventud debe ocupar un lugar de avanzada en enfrentar estos ataques.

Pero no es sólo esta la realidad que se vive. Los tercerizados del Roca son el emergente de una parte de la clase trabajadora que ve el crecimiento capitalista desde afuera y lucha por el mínimo derecho a conquistar las condiciones de explotación que tienen los trabajadores en blanco y sindicalizados. La putrefacción capitalista que sale a la luz con las denuncias contra Nidera y los explotadores rurales (ver notas en páginas centrales) que someten a sus trabajadores a condiciones de esclavitud va a generar nuevas rebeliones y procesos de lucha de los que en estos años no ganaron nada. Las aspiraciones de amplios sectores se expresarán en nuevas luchas como la que vimos en estos meses en el ferrocarril.

Para defendernos de los ataques patronales y de la burocracia sindical que ya vimos es capaz de asesinar; para derrotar la represión judicial y también para los grandes combates de clase que se vienen para conquistar derechos elementales, es necesaria una política de organización democrática de la clase obrera en todos los lugares de trabajo para poder involucrar ampliamente a la base obrera en lucha por sus reivindicaciones y contra los ataques. Este es el balance más evidente que surge de la gran gesta de los tercerizados del Roca.

Frente a la disputa política y las elecciones, las organizaciones combativas de los trabajadores deben tomar posición y defender la independencia política de los trabajadores contra todas las variantes patronales que hoy afilan sus discursos y sus engaños, y contra la centroizquierda. En la declaración del Encuentro Nacional del Sindicalismo de Base convocado por los clasistas de la Comisión Interna de Kraft, del Subte y los ceramistas neuquinos se decía: “Desde comienzos de este año abrimos el debate sobre la construcción de un movimiento político propio de los trabajadores para que seamos los millones de explotados y oprimidos los que impongamos nuestra salida a la situación que vivimos. Frente a las elecciones, todas las alas de la burocracia sindical ya están poniendo el peso de las organizaciones obreras al servicio de alternativas patronales o de la centroizquierda. Nosotros no podemos presenciar esto en silencio o absteniéndonos: queremos abrir el debate en las organizaciones donde estamos, a favor de impulsar un Frente de los Trabajadores y la Izquierda obrera y socialista donde la izquierda clasista levante candidatos de las principales luchas obreras”.

El PTS impulsa la formación de una gran corriente político-sindical junto a los trabajadores de Zanon, las Internas de Kraft, PepsiCo y Donelley, los delegados y activistas clasistas del Subte, para pelear por una perspectiva clasista, de lucha y de independencia política de la clase trabajadora, y desarrollar una nueva militancia de trabajadores al tiempo que nos proponemos desarrollar una fuerte juventud revolucionaria de trabajadores y estudiantes que sea parte de las luchas obreras y estudiantiles y tenga como norte el fin de toda forma de explotación y opresión.

Las luchas del presente muestran que el programa, la organización democrática y la lucha de la clase trabajadora, en alianza con la juventud combativa y los sectores oprimidos de la sociedad, encarnan la única salida progresiva para terminar con la degradación humana que perdura al comenzar la segunda década del siglo XXI.

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