Los docentes universitarios cordobeses hemos hecho punta del reclamo nacional. Llevamos ya cinco semanas de paro, que se mantiene fuerte en las facultades y en los colegios pre-universitarios. En el conjunto de los docentes existen distintos sectores. Uno compuesto por una derecha como el rector González, hasta “progresistas” como la decana de Filosofía, Carolina Scotto y aunque plantean el aumento del presupuesto y de salarios, cuestionan el paro planteando "volver a clases para no vaciar la universidad”. Este sector impulsa en Medicina un petitorio para terminar con el paro.
Los otros docentes se reúnen alrededor de ADIUC y las asambleas de cada Facultad de la cual llevan mandatos y delegados a la asamblea general del gremio. En estas asambleas pueden participar los docentes no afiliados, con voz y voto.
Aunque el gremio cuenta con 1000 afiliados de un total de 7000 docentes y no es reconocido por el Rectorado, el paro logró un apoyo mayoritario y ADIUC, cuya conducción está integrada por corrientes de izquierda e independientes, debió ser reconocida por las autoridades.
Dentro del gremio se expresan, a grandes rasgos dos posiciones. Una que plantea que el triunfo de la lucha se debió meramente a la unidad de los docentes y la contundencia del paro. Esto lo plantean los docentes del MST, que no nombran al movimiento estudiantil pese a que éste llena más del 90% de las marchas y las tomas como la del Rectorado, llegando al extremo de decir que la lucha es sólo gremial y por salario.
Otra posición es la de los docentes que pretenden unificar con el movimiento estudiantil y luchar contra la LES. Es el sector más sensible que participa de las clases públicas y se hizo eco de la medidas de la asamblea Interfacultades, del pacto Docente-Estudiantil por el aumento salarial, de presupuesto y contra la LES, por eliminar los cupos y aranceles, por becas para los hijos de los trabajadores y desocupados, por una universidad realmente pública y gratuita, enfrentando la reaccionaria campaña contra el paro que baja desde el rectorado. Es a esta última perspectiva de unificar la lucha con el movimiento estudiantil a la que apostamos para conquistar nuestras demandas.