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Mundo Obrero

“CULTURA NEOLIBERAL”: DESPIDOS, TERCERIZACIONES Y SHOW-BUSINESS (para pocos)

“Macri-Plan” para el Teatro Colón

PTS

25 de marzo 2010

La educación, la cultura y las artes. Tres áreas humanas, tres actividades sensibles que, en manos del capitalismo, se transforman en una mercancía más. Y ni hablar de la derecha neoliberal: a los papelones del PRO en educación (Abel Posse) y cultura (nombrando “embajadora” a Nélida Blaquier –una empresaria manchada de sangre obrera1-) podemos sumar lo que hacen en materia artística, destruyendo un valioso patrimonio, el de importantes teatros: hablamos del Teatro San Martín, que cumple 50 años y “está en un nivel de deterioro muy grande”: “camarines con la pileta del baño tirada en el piso y cucarachas (...), estado de abandono. (...) un lugar (...) castigado por el macrismo. Se suponía que debía estar reciclado para el Bicentenario y no va a estar”, como ha dicho la actriz Cristina Banegas2, que se suma a la situación del ya centenario Teatro Colón.

Este, que fue inaugurado en 1908 y abarca 58.000 metros cuadrados es considerado uno de los teatros líricos más importantes del mundo, desde su arquitectura y capacidad de público (2.500 y 500 personas más de pie) hasta por su acústica casi única: por los materiales, el armado y los 120 músicos que puede albergar el foso del escenario hacen su extraordinaria acústica, reconocida mundialmente.

Pero todo esto parece que va camino a perderse.

Piazza: “denunciamos la política del Master Plan, de depredación cultural de la dirección del teatro, sobre todo de la jefatura de gobierno. Pero no es un problema sólo de Macri sino un proyecto político; un proyecto que lo empezó Ibarra, pasó por Telerman, y ahora lo está aplicando Macri y lo profundizó más”.

¿Y en qué consiste este plan? En “un teatro que no sea funcional a la ópera ni a que tenga producción propia: el Colón es una factoría –o era una factoría-. Es un teatro que produce todo: diferente a otros teatros que tienen que contratar a un tercero para que le fabrique la escenografía; contratar a un tercero para que le haga el sonido, etcétera. Es un negoción. Porque al Teatro Colón lo mantienen con los impuestos: es el contribuyente de la Ciudad el que lo mantiene”. Lo que pretende Macri es ir de un modelo de producción a uno de importación de producciones.

El PRO, los K y la CC contra los trabajadores

“Ellos quieren un teatro-sala de alquiler –sigue Jose-. Quieren un teatro con una producción tercerizada: que la escenografía la haga otro. Un teatro donde se va a encarecer todo. Todavía no se ve, pero se va a ver...”.

El PRO, con el apoyo del kirchnerismo y la Coalición Cívica –ya que le faltaba tres diputados- votaron la “ley a autarquía”. Esta da “autonomía” a las direcciones de las áreas (artísticas, técnicas y de administración) dejando al conjunto de los trabajadores a la intemperie: “Antes cualquier trabajador tenía como su ‘sede natural’ al Colón. Con la nueva ley sólo las direcciones pertenecen al teatro, no los cuerpos”, cuenta Jose. “Y son contratos de cuatro meses; antes eran anuales. Es decir, todo para pegarle al trabajador de una forma muy dura”.

“El director puede decir quién puede estar y quién no. La ley desplaza a todo el personal. El actual director tomó decisiones unilaterales desplazando a unos 400 trabajadores a diferentes puestos de la Ciudad. A trabajadores que tienen una especialidad los mandaron a hacer tareas que no tienen nada que ver. Por ejemplo tenemos coreógrafas que las mandan a un hospital y no saben qué hacer. Terminan dando numeritos. Esto salió en los medios”.

Así, esta mano dura contra los trabajadores del Colón afectó a un tercio del plantel: la “restauración” del edificio se transformó en “reestructuración” empresarial, con 90 despidos y cientos de “traslados”.

Los trabajadores ya venían con un reclamo histórico que ganó –con un paro unificado en 2005-, ya que sus 1.200 trabajadores cobraban un 45% de su salario en negro. Pero esto no alcanza. Actualmente el edificio está cerrado, y aunque Macri promete hacer la “reinaguración” este 25 de mayo –o el 24, lo mismo da-, seguramente mostrará para las cámaras –como hizo hace poco- sólo una parte de las obras realizadas, para sostener (o recuperar) “imagen” ante los medios3.

“Cambio de público” por (más) dinero

Jose nos dice que las asambleas, marchas y reclamos seguirán. Y que el plan de Macri es cambiar al público. Explica: “El público que gusta de la ópera no es sólo el que tiene plata; hay de todo: está el laburante, el que trabaja en la oficina. Gente que entiende la ópera y le gusta. Como en el cine: a uno le gusta y paga la entrada. Si no hay público nos quitan nuestra razón de ser: sin público desaparecemos. Macri quiere hacer otro tipo de eventos, como espectáculos de cena-show. Y nuestro público abandona, ya que no tiene su lugar. Y es lo que está pasando”.
Para Jose “esto no tiene que ser sólo una responsabilidad de los trabajadores: tiene que ser responsabilidad de la sociedad. Y no solamente para el Teatro Colón, sino por los hospitales y la educación”.

Entrevistó Demian Paredes

Prensa

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