Después de varios meses de lucha, los municipales de Lavalle levantaron el acampe frente al municipio. La prepotencia del intendente Righi tuvo a los trabajadores y sus familias sin respuestas, luego de despedirlos arbitrariamente, pero no consiguió quebrarlos. La firmeza de los municipales en el reclamo por la reincorporación obligó al gobierno provincial a intervenir, presentando la propuesta de una nueva fuente laboral. La semana pasada los trabajadores firmaron junto a ATE un contrato laboral con el Casino provincial, donde el compromiso contempla que comiencen inmediatamente a prestar servicio en el sector de vialidad, el respeto a la antigüedad por los años trabajados como municipales y que se acelere el pase a planta.
Los municipales habían sido despedidos después de una enorme y dura lucha por el pase a planta que finalizó en enero. El intendente había firmado un acta en la que se comprometía a no tomar represalias. Este compromiso no fue cumplido y dejó en la calle a quienes estuvieron al frente de la pelea. Con la nueva propuesta quedó expresado también que el municipio debe respetar esta acta que incumplió y no avanzar con nuevos despidos.
Fueron meses largos donde no faltaron las patotas y los aprietes pero la resistencia de los municipales estuvo acompañada por la solidaridad de las organizaciones y la comunidad. Los trabajadores le torcieron el brazo a un intendente que quiso actuar como patrón de estancia. Una nueva página de lucha en la historia de Lavalle.