Cuando los compañeros del Subte convocaron a participar de la apertura de molinetes contra el aumento del boleto, una delegación de ferroviarios de la Agrupación La Bordó desde las Bases nos hicimos presentes. Tenemos grabado a fuego que es fundamental soldar la unidad con los usuarios populares (trabajadores, amas de casa, jubilados, estudiantes) contra el discurso de los medios y el gobierno que intentan dividirnos, mostrándonos a ferroviarios o trabajadores del subte como supuestos “privilegiados”, por tener un salario que se acerca un poco a cubrir la canasta familiar.

El rechazo a los aumentos de tarifas, a la desidia empresaria y el negocio con los subsidios, lo mismo que el reclamo por la mejora del servicio, son parte de los planteos de los clasistas que trabajamos en los servicios públicos.

Pero nuestra perspectiva no se limita a esto. El problema del transporte público, que tocó fondo con la decadencia a la que lo llevaron las privatizaciones menemistas, sigue siendo agudo. Estos años de kirchnerismo se caracterizaron por aportarle millones de pesos en subsidios a las empresas concesionarias (TBA, grupo EMEPA, Metrovías, etc). Pero el servicio no deja de ser un “Cromañon sobre rieles” en potencia, como demostró el accidente de principios de Enero en la Línea San Martín, donde se hirieron de gravedad 8 pasajeros. En la prometida electrificación del FFCC Roca no se avanzó ni un milímetro, los anuncios del “tren bala” eran cuento chino, los negocios de las tercerizadas se multiplicaron.

Es que el único objetivo de la Secretaría de Transporte es seguir beneficiando a las grandes empresas. Y la burocracia sindical ha sido cómplice: la Unión Ferroviaria, La Fraternidad y la UTA son socios en el negocio.

Pero este esquema no va más. Las empresas sólo buscan la ganancia propia sin contemplar las necesidades de usuarios y laburantes. Los años de ferrocarriles y subterráneos estatales se caracterizaban por el despilfarro que permitían los funcionarios de turno que dirigían esas empresas. Por eso tampoco sería solución una estatización a secas, como plantea Pino Solanas.

Los trabajadores del transporte que militamos en el PTS, y que impulsamos las agrupaciones Bordó en el FF.CC, Desde las Bases en el subte, el Despegue en aeronáuticos y agrupaciones en distintas líneas de colectivos, luchamos por una salida de fondo, que no puede ser otra que la reestatización del conjunto del transporte bajo administración directa de los trabajadores, con la asistencia de comités de usuarios populares, ya que somos quienes más interesados estamos en un sistema de transporte seguro, rápido, económico y ecológico.