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Debates

Opinan los lectores: ¿Es posible un Frente Clasista y de la Izquierda Socialista?

13 de julio 2006

"Nos encontramos en un período donde la lucha de clases está avanzando, dejando atrás la fragmentación heredada de la década del ’90. Dentro de las distintas ramas de la producción, delegados de base están dando una dura pelea contra las patronales, la burocracia sindical y el gobierno. En este sentido me parece fundamental avanzar con un frente clasista y socialista que le dé impulso y coordinación a estas luchas, para que dejen de ser aisladas y se transformen en un sólo gran puño. Este cambio cualitativo que se está dando augura un camino de peleas que van a ser cada vez más duras. Es por esto que tenemos que encontrarnos bien parados y organizados para dar grandes luchas obreras.
Por otro lado, creo que todavía nos encontramos en un momento donde la participación en las elecciones burguesas es necesaria como forma de propaganda. Y en este sentido creo que la mejor forma de avanzar y aportar a la conciencia de la clase obrera, es participar como frente, con partidos de izquierda socialistas. Sin embargo, me parece que los representantes de este nuevo activismo que esta surgiendo, no deben participar como candidatos. Eso aportaría a generar confusión dentro de las filas obreras, desviándonos de nuestro objetivo. Pienso que es fundamental su trabajo en hacer avanzar la conciencia de clase, pero desde las bases mismas."
Leandro, estudiante de Sociales de la UBA

"La propuesta me parece tan necesaria como difícil en este momento. Me baso en las fragmentaciones sufridas por diferentes listas en las elecciones en Suteba, por ejemplo. En la izquierda seguimos demostrando rigideces que nos transforman en frágiles núcleos enfrentados. Mientras no dejemos de lado la natural capacidad de imponer, juzgar y no ejecutar que nos caracteriza, pasando a comprender, acompañar y no espantar a nuestros compañeros de clase, seguiremos siendo la misma fácil presa de una burguesía mucho más acostumbrada a recomponer sus filas con quien sea, pues su único objetivo es, simplemente, mantener el poder y enriquecerse. Cuando hablo de imponer y juzgar me refiero a características interorganizaciones. El no ejecutar me viene de diversas críticas a procesos políticos revolucionarios, pre-revolucionarios o simples procesos, pasados y presentes, en éste o en otros países, mientras nosotros muchas veces, no podemos coordinar varias huelgas simultáneas. Con el no espantar quiero decir que no todos nuestros compañeros de base son clasistas y de izquierda y de ahí surge nuestra misión paciente y revolucionaria de todo marxista, del convencimiento con acciones y palabras. Comencemos ya, no es nada fácil."
Alberto Garaver, delegado textil

"Me parece que es muy necesario el frente para avanzar en las luchas, y serviría para que las luchas actuales no se queden en lo sindical y avancen en lo político. Me parece que la propuesta tiene que dirigirse no exclusivamente al PO, sino de ampliarse a los compañeros independientes. Por otra parte me parece muy bueno el diálogo entre los lectores y la redacción de La Verdad Obrera. Creo además que deberían resaltar y poner como ejemplo, para los que no la conocen, la experiencia de los obreros de Zanon."
Gustavo, trabajador contratista de Telefónica, zona Oeste.

Una respuesta de la redacción

En general los compañeros que nos escriben consideran que el Frente Clasista y de la Izquierda Socialista que proponemos es necesario pero ven difícil concretarlo, dada la actual fragmentación de la izquierda y los luchadores. Nosotros tomamos en cuenta la actual división pero opinamos que la propuesta es, justamente, una salida. Proponemos un Frente que tenga como una de sus principales tareas el impulso de un Encuentro de Trabajadores que reúna a todas las organizaciones de vanguardia. Pero hay que detenerse en que la división actual no se produce por un mal innato de la izquierda o, como propagandiza la derecha, porque “todo izquierdista es divisible por dos”. Para nosotros, el problema de las divisiones tiene que ver con que no hay una firme base política común en, al menos, dos cuestiones esenciales estrechamente ligadas: la lucha por la independencia de clase y la persistencia en que sean los propios trabajadores los que tomen en sus manos la construcción de sus herramientas de lucha, incluyendo su herramienta política.
El compañero Alberto, delegado textil, pone como ejemplo las recientes elecciones de Suteba, el gremio de los docentes de la provincia de Buenos Aires, donde la izquierda concurrió en distintas listas. Sin embargo había un método sencillo, que propusieron los compañeros docentes del PTS en todas las seccionales, la discusión de programas y de candidatos en asambleas abiertas donde pudiesen discutir todos los compañeros docentes, algo que, lamentablemente, sólo en algunos lugares se pudo concretar. Este método, el de la democracia obrera, surge de la necesidad de que sean los propios trabajadores, en todos los ámbitos, los que decidan su política independiente y es una gimnasia imprescindible -que no puede reemplazar ningún partido- para la preparación de la clase trabajadora para el ejercicio de su propio gobierno. Desde esta perspectiva es que hoy proponemos un Encuentro de Trabajadores para reunificar a las organizaciones para la lucha y promover nuevos dirigentes a los cuerpos de delegados, comisiones internas y sindicatos.
Ahora bien, ¿por qué limitar esto a la lucha y organización reivindicativa? Un Frente como el que proponemos debería resolver sus candidatos en asambleas comunes, en base a un programa de total independencia de clase de partidos y variantes patronales. En ese sentido no coincidimos con el compañero Leandro de separar un “frente político” de los partidos socialistas, por un lado, y un frente de lucha de los dirigentes que han surgido en las luchas sindicales, por otro. ¿Por qué “los representantes de este nuevo activismo que esta surgiendo, no deben participar como candidatos”?
¿No ayudaría enormemente a la conciencia de la mayoría obrera la postulación de delegados de subterráneos, ferroviarios u obreros de Zanon en momentos en que a los trabajadores, no sólo en Argentina sino también en el continente, se nos presentan como “modelos” un abogado de las petroleras como Kirchner, defensores de los empresarios como Lavagna o generales demagogos como Chávez? Creemos que el esfuerzo de la izquierda debe estar puesto en que sean los propios trabajadores los principales voceros y candidatos de un programa de salida al conjunto de los sectores populares. Lo contrario es confinar a los dirigentes que surgen en las luchas a una práctica sólo sindical, corporativa, mientras la política está destinada a “especialistas”.
Nuestra propuesta de un Frente Clasista y de la Izquierda Socialista apunta a fortalecer un frente único obrero para la lucha y la postulación de una alternativa política, también en las elecciones, de los mejores luchadores que ha dado la clase trabajadora.

Prensa

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