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LIBERTADES DEMOCRÁTICAS

Otro cura genocida bancado por la Iglesia de Bergoglio

Mientras que con total hipocresía el episcopado nacional, tomando el discurso de la derecha, habla de una “Argentina enferma de violencia” para derechizar aún más las políticas de control y criminalización de la pobreza, hace días nomas salió a la luz que Aldo Vara, otro cura genocida prófugo de la Justicia desde el 2013, era protegido en sus parroquias.

PTS Bahía Blanca

16 de mayo 2014

Otro cura genocida bancado por la Iglesia de Bergoglio

Mientras que con total hipocresía el episcopado nacional, tomando el discurso de la derecha, habla de una “Argentina enferma de violencia” para derechizar aún más las políticas de control y criminalización de la pobreza, hace días nomas salió a la luz que otro cura genocida prófugo de la Justicia desde el 2013 era protegido en sus parroquias. Se trata de Aldo Vara.
Este ex capellán, como Von Wernich, es responsable de las torturas a estudiantes secundarios en el centro clandestino de detención “La Escuelita” de Bahía Blanca. Está imputado por delitos de lesa humanidad que involucran a más de un centenar de víctimas, de ser partícipe directo de hechos de privación ilegítima de la libertad de personas en los centros clandestinos de detención y tortura (CCDyT) que funcionaron en el ˜área Militar 511. En su propia oficina mantuvo en cautiverio a víctimas que pasaron por el centro clandestino del Batallón. Es un verdadero genocida.

A la vez que la Iglesia negaba su paradero el arzobispo de Bahía Blanca, Monseñor Garlatti, se encargaba de garantizar su encubrimiento consiguiéndole un escondite en una parroquia de Paraguay y suministrándole una jubilación, entregada por la Curia, a través del empresario inmobiliario Leopoldo Bochile.

El Vaticano, a través de su representante argentino, se desvinculó de Vara. Pero su detención muestra los hilos de continuidad de una Iglesia que se mantiene impune. La Iglesia fue cómplice y se mantuvo en silencio frente a los secuestros y desapariciones de miles de personas y frente a los más de 500 niños apropiados. Por su parte la trama armada con el empresario inmobiliario muestra una vez más que la clase empresarial y esta Iglesia fueron parte orgánica de un plan sistemático de exterminio.

Desde el PTS y Pan y Rosas con otras organizaciones de izquierda, centros de estudiantes y organizaciones obreras luchamos por el juicio y castigo a todos los genocidas, sean curas, militares o civiles. No podemos confiar ni en el gobierno ni en la oposición patronal. Ellos quieren mantener los privilegios de la Curia. Por eso para acabar con los intentos reaccionarios de la reforma del Código Civil, para conquistar el derecho pleno de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo ante esta Iglesia antiabortista, para acabar con los millonarios subsidios al clero es imprescindible luchar por la separación de la Iglesia del Estado y seguir movilizados de manera independiente del gobierno y toda variante patronal.

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