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Historia

Partido Socialista: Los orígenes del reformismo en el movimiento obrero

24 de noviembre 2005

La corriente socialista tuvo gran influencia en los comienzos del movimiento obrero argentino. El Partido Socialista Internacional se forma en 1894, un año después pasa a llamarse Partido Socialista Argentino. El médico Juan B. Justo, lector ávido de El Capital, va a dirigir La Vanguardia. Este periódico obrero fue uno de los más difundidos de la época y jugó un gran papel como instrumento de propaganda y organización. Los obreros socialistas fueron impulsores de la organización del movimiento obrero aportando a su conciencia internacionalista. A lo largo de la década de 1890 socialistas y anarquistas militaron en común en la formación de federaciones gremiales1. Así hacia 1901 forman la Federación Obrera Argentina. En 1906 de una ruptura del PS surge el sindicalismo revolucionario2. En 1915 surge la FORA V Congreso anarquista y la FORA IX Congreso, sindicalista y secundada por los socialistas. El PS mantuvo una práctica y un discurso clasista. Durante la década de 1920 fue consolidando un reformismo que lo alejó progresivamente de una política de clase.

El partido del “progreso social” a través del voto

Para el PS los ámbitos de acción de los trabajadores eran la organización gremial, la cooperación libre y el ámbito político. Se concebían como un partido político moderno y a la clase obrera como el sujeto fundamental en la construcción de un proyecto nacional moderno y democrático. Justo consideraba que la cooperación libre permitía el desarrollo de las habilidades y la conciencia obrera mucho más eficazmente que las huelgas insurreccionales3. Con una visión positivista y evolucionista se comprometían a encausar a la clase obrera por el camino del “orden y el progreso”. Por esto no incentivaban la acción directa y las huelgas como medios de lucha. En 1919 durante la “Semana trágica” Repetto declaró que “él era un fiel defensor de la Patria que, inmigrante, le había permitido llegar hasta médico”4. La clase obrera era quien podría “dar y tomar al progreso social una suma creciente de inteligencia y de bienestar”5. El objetivo del PS era el mejoramiento de las condiciones de vida de la clase obrera por medio de la acción parlamentaria. Justo opinaba que “La madurez política de la clase trabajadora consiste en poder modificar las relaciones de propiedad, por la vía legislativa o gubernamental, elevando al mismo tiempo el nivel técnico-económico del país (…)”6. En 1904 Alfredo Palacios llega a ser diputado y hacia 1914 los principales dirigentes del PS obtuvieron cargos parlamentarios. El voto era una herramienta fundamental ya que permitía a los trabajadores acceder al parlamento. Desde allí conquistar reformas legislativas favorables a los obreros ampliando los límites de la democracia dentro de los marcos del régimen burgués. Con esta concepción no impulsaron la lucha extraparlamentaria desde sus puestos de diputados. Por el contrario, el parlamentarismo era un fin en sí, una estrategia.
En los debates nacionales de la época tuvieron posiciones que se emparentaron con las posturas liberales. Con respecto a la inmigración impulsaban a los obreros a naturalizarse argentinos, requisito para poder votar. Defendieron el “librecambio” que era la política económica de la oligarquía agroexportadora gobernante. Opinaban que la libre entrada de productos extranjeros abarataba el consumo de los obreros7.
La Ley Saenz Peña de 1912 implementa el voto masculino, obligatorio y secreto. El PS va a incrementar su presencia parlamentaria y su integración a la democracia burguesa.
La Primer Guerra Mundial produjo un intenso debate en todas las organizaciones socialistas en el mundo y en la IIª Internacional. El PS argentino fue parte de este debate. En los primeros años adoptaron una política pacifista y neutral para luego apoyar a la Entente encabezada por EEUU e Inglaterra. Con el triunfo en 1917 de la Revolución Rusa se abre un apasionado debate interno. Surge un grupo con posiciones de izquierda e internacionalistas que pasa a formar el PSI antecesor del Partido Comunista.

Lucha sindical reivindicativa y parlamentarismo

Los socialistas hacían una clara división entre el partido y los sindicatos. Limitaban el accionar de éstos sólo al terreno de la lucha económica. Mientras que la intervención política estaba reservada para los parlamentarios del partido. Los obreros sólo podían luchar por sus reivindicaciones económicas mientras que los diputados socialistas llevaban esos reclamos al Congreso. Así de una progresiva ampliación de la legislación social que contemplase las reivindicaciones de los obreros se podrían mejorar sus condiciones de vida. Impulsaron el abstencionismo político en las organizaciones gremiales. Circunscribieron su accionar a la lucha reivindicativa sin fijar posición respecto a los gobiernos, el Estado y ante los acontecimientos políticos nacionales. Esta concepción tuvo importantes consecuencia al interior del movimiento obrero favoreciendo las tendencias a una práctica antipolítica y conciliadora con las instituciones burguesas en las décadas siguientes.
En 1922 se forma la Unión Sindical Argentina dirigida por los sindicalistas y con posturas cada vez más conciliadoras con el yrigoyenismo y el régimen burgués. Los socialistas rompen con la USA por su fuerte postura antipolítica y de ataque al conjunto de los partidos. En este sentido, los socialistas van a defender a los partidos de extracción obrera. Impulsan la formación de la Confederación Obrera Argentina con eje en dos poderosos gremios, la Unión Ferroviaria y La Fraternidad. Ambos por su importancia estratégica habían recibido cierto apoyo de Alvear. La COA estableció una total prescindencia política, partidaria e ideológica. Centró su práctica en reclamos sectoriales sin impulsar huelgas por muchos años y se abstuvo de criticar o enfrentar a los gobiernos radicales. Sostuvo una postura moderada y aceptó la injerencia del Estado en los conflictos y en el arbitraje obrero-patronal. De la unión de la COA y la USA se forma la CGT en 1930. Ante el golpe de estado encabezado por el Gral. Uriburu, la CGT no plantea ninguna política seria para enfrentar el golpe vegetando en una posición pasiva y expectante ante los ataques represivos y antiobreros de los gobiernos de Uriburu y el Gral. Justo. Llevan así hasta las últimas consecuencias la postura de neutralidad y prescindencia política e ideológica.

Conclusiones

La corriente socialista contribuyó a la formación de un movimiento obrero dotándolo de organización y de instituciones culturales y sociales propias permitiendo a los obreros avanzar en una conciencia clasista.
Sin embargo, durante la década del ’20 el PS acentúa un curso cada vez más reformista y de integración al régimen político burgués. Su concepción de separación de la lucha sindical del terreno político va a llevar a esta corriente a no plantear una política que le permita al movimiento obrero enfrentar el golpe de 1930.

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