Este sábado 26 en un estadio de Atlanta con algunos claros se conformó Patria Grande producto de la unión del Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional, Marea Popular y un puñado de agrupaciones. Quedaron algunos heridos en este proceso de fusiones como los dirigentes Aldo Casas, Nora Ciaponni y otros agrupamientos que no ingresaron a Patria Grande, pero sus integrantes prometen que esta es la unificación definitiva de un proceso que más de uno ha calificado como un verdadero parto.

Pasaron por el micrófono alrededor de 20 oradores donde no hubo muchas revelaciones. Sólo una reivindicación de la “unidad” por la “unidad” misma y la recuperación de los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador con cada vez más guiños a la tradición nacional del peronismo (ver nota en LVO N°579).

En política tienen un horizonte amplio de alianzas intentando hacer confluir a gente tan diversa como el Movimiento Evita o Pablo Ferreyra con Claudio Lozano de UP (con quien hicieron una floja elección en 2013). Pero no tienen mucho nuevo que mostrar. A tal punto no hay novedades que en esta fusión se incorporó Podemos, una pequeña agrupación de Agustín Vanella, ex presidente de la FUBA, presente en el escenario.

Sin embargo, hay algo que se repite en cada una de las actividades de la “izquierda independiente”, la casi absoluta ausencia de trabajo en el movimiento obrero, en particular en la industria y los servicios. Fue un acto largo, con menos convocatoria que anteriores actividades y con dos grandes ausentes: el gobierno de Cristina Kirchner y la enorme lucha contra los 200 despidos en Lear. Ni uno de los veinte oradores quiso emitir opinión sobre ellos.

Los diputados del FIT, por el contrario, están mostrando en los hechos el respeto al mandato por el que fueron votados y lo que prometieron en la campaña. Son expresión de una oposición consecuente al gobierno nacional en las fábricas, colegios y universidades y están codo a codo con los trabajadores que pelean, como fue en Gestamp y hoy con todo lo que se está jugando en Lear.

En esta edición de LVO se refleja la Cuarta Jornada de Lucha Nacional de los despedidos de Lear. Esperemos que este agrupamiento se decida a jugarse por esta lucha que ya se transformó en una pelea que toma como propia toda la vanguardia obrera del país y que cuenta con una simpatía enorme en la población. Todavía están a tiempo.