EL 2/9 se realizó una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo de Quilmes, a la que se presentaron los representantes de la multinacional Honda y los trabajadores despedidos, acompañados por Carla Lacorte del CeProDH y los siempre presentes despedidos de Calsa, junto a los despedidos de Shell, el SUTEBA Quilmes y la lista Marrón docente, la Naranja ferroviaria, la Secretaría de Género y Diversidad de la UNQUI, el Nuevo MAS, PO, MST, La Brecha y el PTS. Como era de esperar, la empresa se lavó las manos justificando los despidos y negando lo evidente: que son despidos persecutorios acordados con el SMATA para barrer todo atisbo de oposición en el gremio, y avanzar con más despidos y suspensiones. La semana previa a la audiencia la empresa ofreció retiros voluntarios por medio de los propios delegados de planta.

El Ministerio le hizo el favor a la patronal de cerrar esta etapa del conflicto terminando con las negociaciones. Es el mismo Ministerio que se negó durante todo este tiempo a convocar al SMATA, argumentando que no se trataba de un conflicto colectivo, sabiendo que durante este tiempo Pignanelli se paseó por los medios diciendo que había que barrer a los “zurdos” y a la oposición y atacando a los trabajadores de Lear, una clara muestra de que también estaba dejando tirados a los despedidos de Honda. El enemigo a enfrentar era (y es) enorme: es la alianza entre el gobierno de las multinacionales y la burocracia del SMATA. Pero los trabajadores de Honda dieron batalla y se organizaron. Se dispusieron a luchar, se unieron a otras organizaciones, impulsaron un acto en la puerta de fábrica para contactarse con sus compañeros de trabajo, luego las movilizaciones al Ministerio y el importantísimo Comité de Solidaridad con Calsa y Shell, teniendo como política la coordinación con otros trabajadores en lucha y contribuyendo a sentar una nueva tradición en la zona sur, con una importante intervención obrera en el corte del Pte. Pueyrredón durante el paro del 28A. Días antes, habían participado en el corte de Lear en Capital, con una bandera contra los despidos en Calsa, Shell y Honda el día anterior al Comité, al igual que fueron parte del Encuentro Obrero en Donnelley.

Hoy, el SMATA, este gremio derechista tiene una oposición que resiste encabezada por la emblemática Celeste de Lear y su comisión interna combativa, los compañeros de la oposición en Volkswagen de Córdoba y GBA, los despedidos de Gestamp y también los trabajadores de Honda. Frente a un enemigo común como el SMATA hay que unir a la oposición del gremio. Y en la zona sur, que empieza a levantar cabeza con un nuevo activismo obrero, está planteado fortalecer la coordinación de Honda, Calsa y Shell, junto a otros sectores en lucha, para seguir construyendo un norte para los trabajadores que salen a pelear.
En esta nueva etapa del conflicto seguirán contando con el mayor apoyo que da la solidaridad de clase. La lucha sigue.

Fernando y Gustavo
Despedidos de Shell