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MOVIMIENTO OBRERO

EL SUBTE, LOS ROGGIO Y LOS GOBIERNOS NACIONAL Y DE LA CABA

¿Por qué seguir rehenes de estos delincuentes?

Con el retiro de 20 formaciones por decisión de Metrovías, se reabre la crisis por ver quién se hace cargo del servicio del subte, que tiene como rehenes a millones de usuarios y a los trabajadores que hacemos funcionar el Subte.

Claudio Dellecarbonara

19 de julio 2012

Con el retiro de 20 formaciones por decisión de Metrovías, se reabre la crisis por ver quién se hace cargo del servicio del subte, que tiene como rehenes a millones de usuarios y a los trabajadores que hacemos funcionar el Subte. Extensión de los tiempos de espera, demoras en el recorrido, empeoramiento general en el servicio. Las víctimas somos sólo trabajadores, los que viajan y los que manejamos el servicio.

La empresa chantajea por los fondos, como si le importara invertir en el mantenimiento de los trenes que hace años están en pésimo estado. A esta patronal parásita, puesta por Menem y premiada por Cristina Kirchner con la concesión del FFCC Mitre y el Sarmiento, lo único que le interesa –como a toda empresa capitalista- es acumular ganancias. Así lo hizo durante años con la participación de subsidios millonarios de las distintas administraciones nacionales y de la Ciudad.

Desde hace muchos años que los trabajadores , enfrentando a la burocracia de la UTA, denunciamos en todas las instancias las condiciones en las que viajan millones de usuarios. Pero la situación se hizo cada día más insostenible. Como si fuera poco, desde la ruptura del Acta acuerdo entre el gobierno nacional y el de la Ciudad (3 de enero) la patronal dejó de hacer incluso las reparaciones más elementales. La responsabilidad legal de Metrovías es garantizar el mantenimiento de los trenes, vías y estaciones para un “buen servicio”; las formaciones las deben comprar el gobierno nacional o el de la Ciudad, al igual que otras inversiones.
Como dije en un programa en Canal 26 del que también participó Beto Pianelli, el grupo Roggio es uno de los más importantes del país. Mientras estábamos en conflicto, el ministro de Planificación Julio de Vido reconoció que tienen negociados comunes con el Estado nacional por miles de millones de dólares. A confesión de parte…

En pocos días se reabren las paritarias, cerradas desde hace más de un año (tenemos sólo un adelanto). Macri y Cristina se van a hacer los osos, y Metrovías aprovechará esta situación para no sentarse a negociar lo que nos corresponde: un aumento del 30% para mantener nuestro poder de compra ante la inflación. ¿Por qué seguir aceptando el reinado de los Roggio amparado tanto por el gobierno kirchnerista como por el de Macri? ¿Por qué tenemos que aceptar los trabajadores del Subte los techos que quiere imponer Tomada y que también aceptó Moyano?

Una cuestión de vida: los Roggio se tienen que ir ya

Esta empresa, que es responsable de heridas y muerte de varios trabajadores, que no realiza las inversiones en mantenimiento, que nos condena a realizar nuestras tareas en ámbitos insalubres y a millones a viajar peor que ganado, pretende aprovechar una vez más la situación para obtener mayores beneficios. Esto es posible por la enorme complicidad de años por parte de la UTA, el gobierno nacional y el de la Ciudad. La debacle del transporte público, es responsabilidad de los diferentes gobiernos que mantuvieron el régimen de las privatizadas hasta hoy. Los funcionarios que deberían fiscalizar en general toman partido por la empresa. Lamentablemente, su opción ideológica hace que el sector mayoritario de nuestro sindicato le lave la cara al gobierno nacional y a la CNRT, que es cómplice de la empresa cuando debería fiscalizar si se cumplen o no los términos del contrato. Basta ya. Hay que quitarle a Metrovías inmediatamente la concesión sin pago, abriendo sus libros de contabilidad para que veámos cuánto robaron y cuánto tienen que devolver.

Por la estatización bajo gestión de los trabajadores y comités de usuarios

Cada vez queda más claro que la salida más económica para que el transporte público sea justamente público, cómodo, eficiente y sobre todo seguro, es dejar de mantener a capitalistas que sólo buscan su lucro individual. Como venimos diciendo, hay que reestatizar el Subte bajo administración de los propios trabajadores y comités de usuarios. Somos los únicos interesados en que sean seguros, sino seguiremos siendo víctimas como los que murieron asesinados en Once.

Este es un paso básico, primario. Es necesario invertir muchísimos recursos, no sólo para sostener la actual red sino para ampliarla, para que quienes viajan a diario a sus trabajos de forma terrible y gastando horas no pagas por las patronales, lo puedan hacer en forma rápida, segura y cómoda. Para eso es necesario afectar las ganancias de los capitalistas con impuestos extraordinarios, el no pago de la deuda externa y otras medidas contra los responsables de la situación terminal del transporte público en Argentina.

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