En este artículo, queremos plantear nuestras conclusiones de la resistencia obrera de los trabajadores y sus mujeres en Paraná Metal y de una lucha ejemplar para el conjunto de los trabajadores. Pero también del resultado de esta primera etapa de la lucha, mientras están intentando convertir el acuerdo de Paraná Metal en un modelo de aplicación de convenios a la baja para que los trabajadores paguemos la crisis capitalista.

Discutir las lecciones de la lucha metalúrgica de PM es una importante tarea para todos aquellos que queremos organizarnos para las luchas que se vienen y para triunfar. Pero también es fundamental para los trabajadores de Paraná Metal, ya que el conflicto sigue porque todavía no se sabe bien cuantos ingresarán a planta ni cuantos serán suspendidos, ni qué sucederá con los contratados de contratistas, que son los que más pierden ya que las contratistas están en convocatoria de acreedores.

Por ahora sólo están trabajando 70 por turno y el resto suspendido. Y tampoco han cobrado el total de la deuda salarial.

Una importante disposición a la lucha de los metalúrgicos de Villa

Los trabajadores metalúrgicos de Villa demostraron durante el conflicto una importante voluntad de lucha. El límite más importante que tuvo el conflicto, fue que la dirección de la UOM Villa no estuvo a la altura del ataque que estaban recibiendo. Los trabajadores en su mayoría votaron a favor del acuerdo, que incluyó suspensiones y rebaja salarial, sabiendo que “daba para más”. Pero lo hicieron ajustados por las cuentas, necesitaban el dinero y no tenían otra alternativa.

Fue la conducción de la UOM Villa (y aquí no se diferenciaron el “piccininismo” de Paulón), la que llevó a los trabajadores a este callejón sin salida.

En este sentido, planteamos aquí algunos elementos para un balance:

1 Primó la negociación por sobre la lucha. Un compañero lo expresó muy bien en una asamblea, “no puede la directiva ir a negociar con la patronal zapateándole en la mesa”. No había ningún plan de lucha, ni propuesta, para que al menos las negociaciones fueran respaldadas por medidas de acción que demostraran la fuerza de los trabajadores y hasta donde estaban dispuestos a luchar. El gran corte de ruta, fue la primera medida que se tomó desde el 19 de diciembre. Esto hizo que muchos compañeros dejaran de ir a la carpa y ésta en vez de ser una demostración de combatividad, terminaba siendo de debilidad frente a la patronal. El argumento de la directiva era que toda lucha iba a molestar al gobierno y entorpecer las negociaciones.

2 La directiva de la UOM y sus delegados plantearon una total confianza desde un inicio y antes también en la mediación del gobierno primero provincial y luego nacional. El 27 de noviembre pasado, en un acto frente a Acindar, los dirigentes de la CTA destacaron el apoyo del gobierno provincial de Santa Fe y su ministerio de trabajo. Hace un año, cuando fue la muerte de los compañeros Dianda y Correa, apostaron a la confianza total en el ministro Rodríguez y el gobierno. Las muertes laborales siguieron, no hay responsables.

Ante el cierre de PM el ministerio se limitó a repetir lo que decía la patronal como hizo la viceministro de trabajo Cicciliani, que la “empresa es inviable”, y que hacía falta una “reestructuración”.
El gobierno nacional con Moreno a la cabeza actuó del mismo modo, proponiendo un acuerdo con rebaja salarial de hasta más del 50%. Al mismo tiempo, el funcionario K, Emilio Pérsico vino a Villa a proponer que no cortaran la autopista y que metieran la carpa adentro de la fábrica. Más que una ayuda parecía una extorsión. E incluso intentaron usar la lucha de los trabajadores para hacer su propia política, contraria a la de los trabajadores, que consiste en el apoyo a Rossi (kirchnerista) contra Reutemann y Binner.

Por su lado, los trabajadores rechazaron tanto la propuesta de Moreno como la de Pérsico. Quedó demostrado que los gobiernos nacional y provincial jugaron a favor de la patronal y contra los intereses de los trabajadores.

3 Pese a todo la directiva mantuvo la lucha aislada a nivel regional y nacional. No hubo ningún intento de unir los reclamos o convocar a la solidaridad efectiva de otros gremios, salvo la marcha del 19 de diciembre. Fueron las Mujeres en Lucha de PM en su viaje solidario al INDEC Capital las primeras que salieron a denunciar el ataque patronal, las suspensiones y la rebaja salarial.

La Directiva de UOM Villa, lejos de plantear un plan alternativo se subordinó a los consejos de Brunelli (UOM San Nicolás y Nacional). Ni siquiera llamó a un paro regional o al menos de toda la UOM de Villa (CTA). Peor aún, días antes de la histórica marcha del 19 de diciembre firmó un acuerdo de paz social con la patronal de Acindar, implementando suspensiones masivas.

Tampoco llamó a la organización de los trabajadores del cordón industrial que están siendo atacados empezando por Villa Constitución.
Ni fue convocado ningún plenario de delegados del cordón industrial, como lo prometieron varias veces desde el escenario.

4 Fracasada la política de negociaciones y confianza en el gobierno, los compañeros que venían planteando la necesidad de tomar acciones más contundentes hicieron oír su voz, y lograron que se vote el corte de autopista. La directiva fue a la asamblea del lunes 12 de enero con una política acordada de realizar primero un plenario de dirigentes de gremios en vez de hacer el corte de autopista.

En la asamblea los compañeros consiguieron que se votara a favor de hacer primero la acción por sobre aquel plenario “de cúpulas” que estaba lejos de ser una verdadera coordinación democrática desde las bases.

5 La acción del corte de ruta fue muy importante y de gran repercusión. Revirtió la situación y la dinámica de la lucha que venía en retroceso, y no tenía perspectiva frente al fracaso de la negociación sin lucha. Esos mismos días, además, a propuesta de varios trabajadores se conformó un Comité de Lucha. Estas fueron dos importantes conquistas. Así, se convirtió Paraná Metal en una lucha testigo de envergadura nacional.

6 En el corte de autopista, Piccinini junto a la directiva intentaron desviarlo en un acuerdo con un sector de las patronales del campo, la Federación Agraria.

La FAA son propietarios pequeños y medianos del campo con intereses opuestos a los de los trabajadores, por ejemplo, reclaman la devaluación a $4 el dólar o más, lo que significa devaluar el salario del trabajador, para que estos patrones del campo tengan más rentabilidad. Además son superexplotadores de los trabajadores rurales bajo leyes de la dictadura.

Esta maniobra también fue desbaratada por los trabajadores que al llegar a la autopista realizaron el corte directamente, cantando “hoy va a triunfar el piquete obrero” y se quedaron garantizándolo durante 10 horas. La dinámica de la lucha había cambiado radicalmente y se convertía para el gobierno, las patronales y la burocracia de los sindicatos en un gran peligro. Una lucha que de imitarla las fábricas de la zona que ya están siendo atacadas llevaría a una situación de lucha obrera mucho más ofensiva en el cordón industrial peligrando el control de la burocracia, la contención de los partidos patronales (PJ, ARI, PS, etc.) y tendiendo a cuestionar la propiedad privada (ocupaciones de fábrica).

Por este motivo se unieron todos contra los trabajadores de PM. Lamentablemente la UOM Villa (coincidiendo “paulonistas” y “piccininistas”) apoyó el acuerdo, del gobierno, las patronales, y la directiva de la UOM Nacional. De esta unidad contra los trabajadores salió el acuerdo que finalmente los trabajadores se vieron obligados a aceptar.

7 La directiva abandonó el método de asambleas democráticas para debatir y decidir por el del plebiscito, ajeno a la tradición de los trabajadores. Esto ya estaba en la propuesta electoral de la Lista Roja, y en su momento nos opusimos públicamente esta enorme deficiencia.

8 Este fue una primera batalla, donde quedó demostrada la solidaridad de clase, acercándose trabajadores de distintos puntos del país, y de luchas emblemáticas como Zanon y el sindicato ceramista de Neuquén, Indugraf, Indec, ATE, Gestamp, estudiantes y artistas, partidos de izquierda, que hubiese permitido que con una dirección decidida a luchar, se impulsara un gran fondo de huelga nacional y para que la lucha no sea chantajeada con la necesidad de las familias trabajadoras.

9 Se demostró en esta lucha una clara disposición de resistencia a los planes del gobierno y la patronal. Pero para ganar, hace falta empezar a organizarnos, agrupándonos y discutiendo la necesidad de prepararnos en forma independiente de los capitalistas industriales y del campo, y contra la burocracia sindical. Para ganar nuevos delegados y sindicatos democráticos y combativos.

Que la próxima batalla que seguro nos tocará vivir en poco tiempo, no parta de cero sino del aprendizaje que nos dio esta rica experiencia.

Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS)

Villa Constitución - San Nicolás

5 de febrero de 2009