Opinan los lectores
“La propuesta de un Frente clasista y de la izquierda me parece una alternativa interesante, ya que plantea una respuesta para dar batalla en el terreno sindical en una etapa de resurgir de las luchas de la clase obrera, que si bien aún son incipientes hablan de una ruptura de algunos sectores con la burocracia y buscan métodos de democracia obrera que hace mucho no se veían. 
La conformación del Frente es necesaria para dar batalla en el terreno sindical, coordinar las luchas y unificar en forma contundente medidas de acción. Pero considero, como ex militante de una corriente que se dice revolucionaria, que la lucha no debe agotarse en el terreno sindical sino que centralmente debe ser política. En ese sentido, la propuesta de la Autoconvocatoria de la izquierda, donde se encuentra Mario Cafiero y el MST-Alternativa, con algunos acercamientos de PO, es un callejón sin salida para los trabajadores, ya que levanta un programa absolutamente reformista, con una virtual humanización del capitalismo. 
Los dos MST, referenciándose en experiencias concretas como el PSOL brasilero de Babá, o el UNT de Chirino de Venezuela apelan una vez más al frentepopulismo y a la conciliación de clases. La respuesta debe ser otra, un frente de clase, alejado de figurones representantes de la patronal, que agrupe a los gremios y sectores combativos y antiburocráticos para dar pelea en todos los terrenos”.
Juan
Obrero metalúrgico.
 
Nos suscribimos a LVO a través de compañeros estudiantes que militan en la universidad, y aunque lo veníamos leyendo esporádicamente, la propuesta semanal nos parece fundamental para el debate sistemático de la izquierda socialista y de los trabajadores. En los últimos números se viene debatiendo el llamado a un Frente clasista y de la Izquierda Socialista, donde no tengan lugar ni oportunistas, ni figurones, ni conciliadores de clase. Esta propuesta es importante para impulsar y consolidar la lucha contra el imperialismo, la patronal y la burocracia sindical; conformando una fuerza liderada por la clase obrera, que incluya a distintos sectores sociales donde el principio básico de unidad sea la independencia de clase para terminar con la explotación capitalista. 
Llamar a un frente demuestra la intención de construir una alternativa a las políticas reformistas que levantan distintos sectores de la izquierda (el apoyo a la política conciliadora de Chávez, la semi-nacionalización del petróleo boliviano), con un compromiso en la lucha para desarrollar un programa político revolucionario de izquierda obrera y socialista.
Pablo y Juan
Estudiantes de Sociología de la UNLP.
 
Siguiendo la difusión del Frente Clasista y de la Izquierda Socialista quiero resaltar dos cosas: primero esta apertura (llamamiento) al debate en la Izquierda y segundo y más importante aún, el necesario protagonismo activo de la clase trabajadora, ya que esto hace que tengamos bien claro cuál es la clase que debe llevar adelante la dirección política, como clase, al momento de terminar con la opresión capitalista. 
Por último, no perdamos de vista el apoyo que tenemos que darle a los trabajadores del Astillero Río Santiago, en las próximas movilizaciones recordando lo importante de su lucha al enfrentar la privatización de su fuente de trabajo.
Clara.
Estudiante de Sociología de la UNLP.
 
Respuesta de la Redacción
El compañero Juan, nos plantea que el Frente Clasista y de la Izquierda Socialista no debe quedarse “en el terreno sindical”. Justamente, nuestra propuesta de Frente intenta ser una respuesta fundamentalmente política que, partiendo de unir los sectores combativos de las luchas sindicales y la izquierda socialista, avance en ayudar a superar las ilusiones que la mayoría de los trabajadores depositan en el kirchnerismo y contra la idea de colaboración de clases propagada desde el gobierno pero también desde algunos sectores de la izquierda. Se trata de unir a las fuerzas socialistas y clasistas detrás de un programa común de independencia de clase. 
En esto, coincidimos con el compañero en diferenciarnos de la separación que hacen ciertas corrientes de la izquierda entre “lo sindical” y “lo político” porque es funcional a una política de colaboración de clases. En última instancia, se circunscribe la acción obrera a la mera reivindicación –alimentando entre otras cuestiones el corporativismo- mientras por un carril separado, para “hacer política”, se llama a la confluencia con figuras ajenas a la lucha obrera como Mario Caifero. Los socialistas del PTS proponemos levantar un programa que contemple las reivindicaciones obreras y populares en una perspectiva de independencia de clase y de ruptura con la burguesía y sus partidos. Este es el contenido del frente que proponemos. Desde ya, éste debe jugar un rol destacado en las luchas porque una política socialista es el instrumento fundamental del reagrupamiento de los luchadores. Sería un error concebir una política de reagrupamiento de la izquierda clasista sólo desde lo sindical. Esta es nuestra diferencia fundamental –por ejemplo- con los compañeros del Movimiento Intersindical Clasista (MIC) que se niegan entre otros puntos a plantear la necesidad de la lucha abierta contra el gobierno de Kirchner. Mientras, algunos de sus principales dirigentes integran la Autoconvocatoria de la Izquierda.
En definitiva, nuestra propuesta frentista es opuesta a lo planteado por el MST Alternativa y la Autoconvocatoria de la Izquierda. Ellos proponen un reagrupamiento con figurones caídos de los partidos burgueses porque su estrategia de construcción partidaria (si es que se lo puede denominar estrategia) es la de una organización donde se diluyan las diferencias entre reformistas y revolucionarios, un partido electoralista e ineficaz en la lucha de clases. Un Frente Clasista como el que proponemos al PO, al MAS y a la izquierda socialista, se inscribe en la perspectiva estratégica de construir un partido de trabajadores revolucionario que reúna a lo mejor de la clase trabajadora y la izquierda militante.