El jueves 15 de junio se cumplieron 88 años desde que los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba irrumpieron en la Asamblea Universitaria que proponía nombrar como rector al clerical Antonio Nores. Declararon la huelga general universitaria, iniciando una clara insurrección estudiantil contra una camarilla clerical que sometía a la universidad al oscurantismo de la sotana1. Un sector de los estudiantes “reformistas” incluso planteó la necesidad de unirse con el movimiento obrero en el enfrentamiento con los patrones y sus gobiernos en pos de alcanzar un cambio de fondo en la universidad y en la sociedad. Este proceso de lucha que al calor de la revolución rusa de 1917 se extendió por toda Latinoamérica, se dio en llamar la “Reforma Universitaria”.
Hoy, frente a la crisis de la UBA y el Comahue, en la izquierda planteamos luchar por una nueva reforma universitaria. Desde En Clave ROJA, lo hacemos con la perspectiva de refundar las universidades para que sean verdaderamente públicas y gratuitas, y se orienten según las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre. Pero, ¿qué significa esto?
 
La juventud y el movimiento estudiantil se ponen de pie 
Profundizando el camino del movimiento anticapitalista y antiguerra, los estudiantes comienzan a desplegar sus energías en Chile, Francia o ahora en Grecia. Estos jóvenes enfrentan los intentos de terminar con la educación pública y gratuita y el carácter relativamente masivo de la universidad; poniendo al desnudo el carácter rapaz del capitalismo, que en su sed de ganancias redobla la explotación de la juventud con contratos basura y creando una educación de segunda para los hijos de los trabajadores. 
Estas luchas muestran porque necesitamos pelear por poner en pie un movimiento estudiantil que retome el espíritu de los ’60 y ’70 y en unidad con los trabajadores enfrente al capitalismo y sus gobiernos. Nuestro planteo de luchar por Congresos Universitarios con mayoría estudiantil, lo hacemos con la perspectiva de construir un movimiento estudiantil con estas características, y una universidad que revolucione de abajo a arriba su régimen político y su rol social funcional al capitalismo, para ponerla al servicio de los trabajadores y un proyecto de revolución social. Estos son los fundamentos estratégicos de nuestra consigna de “mayoría estudiantil”, y de porque no peleamos meramente por el “aumento de la representación estudiantil”.
 
Ahora sí, la mayoría estudiantil…
El “aumento de la representación estudiantil” que levanta la CEPA-PCR (y que aceptan el PO, el MST-Alternativa y el FER, conducción del Comahue)2 reduce la democratización del régimen universitario a cómo los estudiantes ganan más representación en similares organismos. Para esto, sólo se necesita un movimiento “de presión” que junto a un sector de camarillas profesorales se disponga a realizar una “reforma” del gobierno universitario dentro de los marcos institucionales existentes. Es por ello, que en la UBA la Presidencia de la FUBA salió a “lamentar” la renuncia de Buzzi con quien habían consensuado un cronograma de democratización. 
El PO y los MST3 si bien contemplan “mayoría estudiantil”, al igual que la amplia mayoría del activismo estudiantil, al priorizar un acuerdo con la CEPA, se bajan y bastardean su programa, por ende, lo anulan. A tal punto que aún cuando en las asambleas plantean su programa, luego evitan que se vote o votan en contra. Esta especie de “esquizofrenia” es lo que los trotskistas denominamos centrismo, es decir aquellas organizaciones que planteando un programa correcto, concilian con los planteos de los reformistas. 
Contrariamente al programa de la CEPA impuesto en la conducción de la FUBA y adoptado de hecho por la conducción de la FUC, necesitamos pelear por la mayoría estudiantil en los órganos de gobierno para desarrollar un gran movimiento estudiantil que subvierta el régimen universitario y refunde la universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.
 
1 Para profundizar sobre la “Reforma Universitaria”, ver artículo de Gastón Remy y Matías Maiello, “Los Nuevos Clérigos”, en revista Lucha de Clases, Segunda Época N°6, Junio 2006.
2 Planteo que estarían dispuestos a aceptar camarillas “progres” tipo Salgado en Comahue, o Buzzi en la UBA(Ver nota en la página 12).
3 Si bien el MST-Alternativa plantea mayoría estudiantil, hace de una consigna eventualmente correcta, como la “elección directa” de las autoridades, un planteo absoluto de poder, lo cual manteniendo intacto el corazón del antidemocrático y reaccionario régimen de las camarillas.