El próximo lunes, en el Honorable Congreso de la Nación, recinto donde se votaron las leyes de impunidad, las privatizaciones y la flexibilización laboral, y las leyes educativas menemistas, intentará sesionar la Asamblea Universitaria de la UBA1. Como símbolo de lo descolgado de las camarillas universitarias, procuran votar a Hallú como Rector, bajo la custodia policial, el mismo día que se cumplirán tres meses desde el secuestro de Julio López, lo que deja abierta la posibilidad de represión. Por otro lado, en el quinto aniversario del 20 de diciembre, vemos a los decanos de la centroizquierda K, pactando con los amigos de De la Rúa y los restos de la Franja Morada, que se fueron en el helicóptero del Chupete, y hoy quieren volver. Desde aquí convocamos a los estudiantes, docentes y no docentes a movilizarnos masivamente y rechazar esta “asamblea” trucha.

El vallado
Luego del 19 y 20 de diciembre de 2001 vimos cómo los representantes de los partidos patronales debían ocultarse. Desde entonces comenzó la costumbre de vallar los edificios del poder político. Salvando las distancias, hoy en la UBA vemos que las camarillas, para poder reunirse, tienen que fraguar las convocatorias, ocultarse. El lunes 18, la principal instancia “soberana” de la UBA deberá sesionar en un edificio vallado, con protección policial, ya que aquellos que proponen que funcionarios de la dictadura sean candidatos, no pueden hablarle a la cara al movimiento universitario ni a los trabajadores y el pueblo en general. La crisis orgánica de la universidad, y la ilegitimidad de las camarillas que dirigieron la UBA con Shuberoff, que hicieron la plancha con Jaim Etcheverry, y que quieren reconquistar poder político con Hallú y Sorín, explican esto2.

En la UBA todos los gatos son pardos
La crisis de la UBA y la discusión sobre “democratización” de las universidades permiten ver los “principios” que rigen al puñado de profesores “vitalicios” que gobiernan la universidad. Ni siquiera respetan la “institucionalidad” de la que se jactan defensores. El último Consejo Superior incluso sesionó contra la voluntad de la máxima autoridad de la UBA, el recientemente renunciado Aníbal Franco. Franco asumió el rol de vicerrector, el encargado del trabajo sucio, con la promesa de ser el candidato a rector. Sin embargo, en la rosca universitaria, como en el casino, se puede ser el gran ganador y quedarse sin nada. Esta no es una tendencia exclusiva de la UBA. En la Universidad de Córdoba, bastión de la derecha radical, los dinosaurios radicales súbitamente se “setentizan”, y ahora apoyan la candidatura de la centroizquierdista Scotto3. Incluso, en un acto propio de "Todo X 2 pesos", el propio rector radical, fue parte del acto con Chávez y Fidel, en la Cumbre de las Américas. Parafraseando a Perón: “progresistas somos todos”. No hay que engañarse: no es que después de 20 años en los que apoyaron a Alfonsín, silenciaron frente al menemismo, e impulsaron a De la Rúa, entre otros logros, de repente reflexionan: “nunca es tarde para cambiar”. No. A su manera, presienten su ilegitimidad, y como respuesta pactan con los “más presentables” decanos de la centroizquierda, hoy devenidos K. Esto es lo que expresa el acuerdo entre Hallú (más potable para el bloque radical), y Sorín, el “pollo” del bloque “progre”. Como contraparte este sector, que en un primer momento planteaba la necesidad de democratizar la UBA y luego elegir rector, demostró que solamente levanta demandas progresivas en la medida que le permita negociar mejor su cuota de poder. Hoy, cuando son impulsores del “pacto de Olivos” en la universidad, lanzan una andanada de declaraciones contra los estudiantes. En la noche de la UBA, todos los gatos son pardos.

El movimiento estudiantil
La enorme crisis que se abrió en la UBA con la lucha contra la candidatura del procesista Alterini, tuvo una respuesta persistente por parte de la FUBA y los centros de estudiantes y agrupaciones combativas. De no ser por las movilizaciones y bloqueos estudiantiles, hoy la UBA tendría un rector que fue asesor del intendente Cacciatore en la dictadura. Sin embargo los sectores más amplios del estudiantado, no asumieron un rol activo en una crisis que hace que la universidad más importante del país no tenga rector desde hace 9 meses. Esto no significa, como quieren hacer creer los defensores del “pacto de Olivos”, que la izquierda y sus reclamos no tienen legitimidad. Diversos bloques de izquierda ganaron las elecciones en 7 de los 13 centros de la UBA. Aunque sí existe una importante desmovilización, que limitó la entrada masiva de estudiantes en escena.
A esto, creemos, colaboró en alguna medida la política de las corrientes dirigentes de la FUBA. No porque sean responsables de que no exista un movimiento estudiantil masivo, pero sí por dos cuestiones. En primer lugar, a 5 años del triunfo del Frente 20 de Diciembre (PO, CEPA-PCR y MST) no se ha hecho el mínimo esfuerzo para hacer de la FUBA una instancia militante y democrática, además de una organización combativa. Las veces que la federación funcionó democráticamente, no fue por política del PO, el MST y el PCR, sino incluso contra ellos. Así se construyó una FUBA que, por un lado administra un fabuloso sistema de apuntes que incluye decenas de militantes en puestos rentados de administración, mientras que por el otro la FUBA participa en numerosos conflictos, pero sin organizar a un sector amplio de estudiantes, sino sustituyéndolo. En segundo lugar, la conducción de la FUBA no tuvo ni tiene una política consecuente para que el movimiento estudiantil intervenga en forma independiente en esta crisis, sin apoyar a ningún decano. Por ejemplo, en la facultad de Arquitectura, en la que se tejen enormes acuerdos con monstruos de la construcción (por ejemplo, la Corporación Puerto Madero)4, compañeros militantes del PO y del PCR son secretarios o subsecretarios rentados de la gestión del kirchnerista Sorín. Otro tanto hace el MST con el decano de Filosofía, Trinchero, simpatizante del MTD-Evita. Desde estas páginas reiteramos el llamado a los compañeros de la conducción de la FUBA para terminar con esta política, rompiendo con los decanos, y retirando a todos los compañeros que sean parte de la gestión de los decanos.

Movilizarse el 18
El 18 es una cita de honor para todo el activismo y la militancia universitaria concentrarse frente al congreso para repudiar e impedir la Asamblea Universitaria, por lo que llamamos a movilizarnos. Como planteamos arriba, las camarillas intentarán arrastrarse y sentarse en los sillones de los Alasino, los Menem, las Cristina, los Atanasof, o sea los destinatarios del “Que se vayan todos”, para “solucionar” la crisis de la UBA. Desde En Clave ROJA, como parte de la mesa directiva de la FUBA y la presidencia del centro de Sociales, seguiremos planteando la exigencia de que renuncien las camarillas ilegítimas y se convoque a una verdadera Asamblea Universitaria Constituyente, con mayoría estudiantil, claustro único docente, voto de los no docentes, para terminar con la UBA de las camarillas al servicio de los partidos y empresas capitalistas, y construir una universidad al servicio de los trabajadores y del pueblo. Esta política, que solamente es posible con la irrupción masiva de un gran movimiento estudiantil que extienda la política de las organizaciones combativas a sectores más vastos, es la posibilidad de una salida progresiva para la crisis de la UBA.

1 El propio estatuto de la UBA indica que la sesión debe ser en instalaciones de la universidad.
2 Oscar Shuberoff fue rector de la UBA desde 1983 hasta principios de 2002, encabezando una gestión corrupta apoyada desde el movimiento estudiantil por la Franja Morada. Jaim Etcheverry dirigió la UBA hasta principios de 2006.
3 Scotto es decana de la facultad de Filosofía y Humanidades. En la anterior elección se opuso al rector González. Hoy, viene sumando apoyos de sectores que se abren del “oficialismo”, entre ellos decanos que explícitamente apoyan la Ley de Educación Superior menemista.
4 La Facultad de Arquitectura, entre otros negocios capitalistas, es una de las principales consumidoras de Coca Cola del país.