El pasado martes 24 de junio, en medio del acto que se realizó en la Asamblea de Villa Crespo contra las persecuciones y apretadas a miembros de esta asamblea por parte de efectivos de la Federal, policías de civil que responden tanto a la comisaria N° 25 como a la 27, estando el operativo a cargo del subcomisario Flores realizaron una provocación contra el evento, que terminó con una represión a los asambleístas y una brutal golpiza a Gonzalo, militante del PTS y miembro de la asamblea del Cid Campeador.
En los días previos, los asambleístas venían sufriendo una serie de amenazas y persecuciones. Una compañera fue seguida por policías de civil en un auto particular, un Renault 18 rojo, en un claro amedrentamiento y al puro estilo de la dictadura militar. Este vehículo fue reconocido por los compañeros que participaron en el acto de repudio de estos hechos. Su matrícula era SAH409 y estaba apostado en frente del local de la calle Padilla y Scalabrini Ortiz donde funciona el comedor de la asamblea. Era una clara provocación.
Cuando se les exigió que se retiraran, atacaron a unos diez compañeros, atrapando a Gonzalo, que durante varios minutos fue golpeado impunemente. Producto de la violenta represión, el compañero sufrió múltiples contusiones y tiene un ojo totalmente cerrado.
La denuncia judicial realizada por los compañeros fue caratulada como “amenazas, lesiones, y privación ilegítima de la libertad en grado de tentativa”. Una vez más, la Policía Federal, responsables de los asesinatos del 20 de diciembre, usa con total impunidad los métodos fascistas para amedrentar a los que nos organizamos para seguir luchando.
Vergonzosamente los medios de comunicación masiva han hecho un profundo silencio mientras destacan los gestos “progresistas” del nuevo gobierno. Un Gobierno que confirmó al comisario Giacomino a la cabeza de la Federal, es decir al responsable de los desalojos del ex Padelai, del predio de la asamblea de Lezama Sur y de las obreras de Brukman de su fábrica.
Todo esto mientras Ibarra hace campaña entregando nuevos patrulleros a esta policía asesina que reprime con absoluta impunidad.
Frente a estos hechos y a un año del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, tenemos que unirnos contra la represión policial y parar en seco a estos asesinos. Romper el silencio y organizar una enorme campaña democrática hasta que estén presos los represores, para que se acaben las golpizas y las apretadas a los militantes sociales y políticos. No debemos dejar pasar más tiempo. Las Asambleas populares, organismos de DD.HH., organizaciones obreras, de desocupados y partidos de izquierda, debemos unir fuerza y coordinarnos. Si tocan a uno tocan a todos.