En Sociología de la UBA se viene desenvolviendo un proceso político que apunta a la democratización de la carrera y al cuestionamiento del contenido y orientación de la misma.
La Comisión de Sociología, que organizó la elección donde votaron en forma directa más de 1221 compañeros y donde ganó la lista TESIS XI integrada por En Clave ROJA y SPQ? (Agrupación independiente), se ha mantenido movilizada y organizando actividades durante todo el receso de invierno. Esto es notable ya que hacia muchos años que en la facultad no había tanta actividad en época de vacaciones. Desde la Comisión hemos participado en varias instancias de debate con sectores que no apoyaron el movimiento pero ahora reconocen su legitimidad. Se participó de las movilizaciones piqueteras, una delegación viajó a solidarizarse con los trabajadores de Zanon en Neuquén ante la amenaza de represión, durante las inscripciones se tomó la dirección de la carrera y se realizaron movilizaciones a las reuniones de Consejo Directivo. A pesar de la traición de la conducción del centro de estudiantes - MRS (PC, Cepa, Venceremos, y Mate) el movimiento se ha fortalecido y a pesar de las vacaciones no ha podido ser dispersado.

Una nueva trampa para el movimiento

La potencialidad que desarrolló el movimiento por la elección directa en Socio ya ha modificado claramente la “correlación de fuerzas”. La Comisión de Sociología conquistó un rol protagónico innegable y muchos sectores, que al inicio estuvieron en contra, ahora reconocen nuestra legitimidad. Ya casi todos en la facultad reconocen algo que meses antes era impensable y que es un triunfo de la Comisión de Sociología: la elección directa en base al criterio “una persona, un voto” es a partir de ahora un hecho. A partir de acá distintos sectores docentes de la carrera y la misma gestión de la facultad han estado manejando propuestas de negociación para “resolver” el conflicto. El 13-8 el Consejo Directivo votó una resolución en la que llama a que la junta de la carrera intente reunirse nuevamente1 el 30-8 y propone que en esa instancia se vote como “coordinadores” de la carrera a Christian Castillo (electo en las directas) y Miguel Angel Forte (docente de la facultad en “representación” de los sectores que no se sienten contenidos por las directas). Si bien esto muestra que tienen que reconocer parcialmente lo que avanzó el movimiento, de conjunto es una trampa. Esta resolución deja el problema sin resolución. Primero, porque vuelve a dejar la resolución en manos de la Junta de Carrera, instancia anacrónica y burocrática que está puesta en cuestión por haberse opuesto mayoritariamente al proceso. Segundo, porque intentan conjurar la movilización ofreciendo una “coordinación”, figura inventada para el caso (tomada de una propuesta originaria del MRS), que no expresa ningún poder de decisión real y que desconoce el lugar de dirección que nuestra movilización ha conquistado. Esta salida tramposa fue rechazada terminantemente ya que deja sin solución nuestras reivindicaciones esenciales. El conflicto sigue y desde la Comisión de Sociología estamos preparando un comienzo de clases a toda máquina para obtener el triunfo. Lo decimos nuevamente: el Centro de estudiantes y los consejeros estudiantiles del MRS deben dejar su posición divisionista actual y tomar partido por el reconocimiento de Christian Castillo como director.

Preparar una gran asamblea interclaustros

Ante esta propuesta la respuesta es clara. Vamos a preparar, curso por curso, desde el primer día de clases una asamblea interclaustros para el 29 de agosto. Tenemos en claro que el poder real para transformar la carrera junto a los trabajadores y el pueblo pasa por la asamblea y por los cursos. Por eso el ámbito de decisión que reconocemos será la asamblea del 29. Allí vamos a evaluar todas las posibilidades y vamos a votar un mandato a la Junta de la Carrera para resolver a favor del movimiento. De no votar la Junta nuestras reivindicaciones, vamos a redoblar el plan de lucha, preparando una huelga docente – estudiantil y un cronograma de movilizaciones para lograr nuestras reivindicaciones. La Comisión de Sociología puede adoptar también un rol movilizador ante la crisis presupuestaria y edilicia que vive la Facultad de Ciencias Sociales entera. Para esta lucha debemos lograr el mayor apoyo posible entre los compañeros docentes, que mayoritariamente se han mantenido al margen de este proceso y para esto en imprescindible el apoyo decidido de la Asociación Gremial Docente de la UBA. El conflicto ha entrado en una etapa de definiciones y debemos sentar las condiciones para un triunfo que va a generar repercusiones no sólo en toda la facultad sino en toda la UBA. Lamentablemente, cuando más fortalecido y unido debe estar el movimiento los compañeros del PO están tomando actitudes “faccionalistas” que debilitan al movimiento2. Los compañeros deben rever su actitud.

Como en Sociología... en la UBA

El proceso de Sociología tiene que ser un ejemplo para otros compañeros de la universidad. Está planteado romper el quietismo en que se encuentran sectores del estudiantado y desarrollar una lucha por la democratización de las facultades y por la elección directa en toda la UBA. Para que el espíritu de las jornadas de diciembre entre a la universidad está planteado enfrentar y derrotar a las camarillas que la han puesto al servicio de los políticos del régimen. La elección del rector en el primer cuatrimestre fue un escándalo por hacerse una vez más a espaldas del movimiento estudiantil. En el segundo cuatrimestre habrá asamblea universitaria nuevamente, está planteado un gran movimiento que tomando el ejemplo de Sociología enfrente esa asamblea trucha e imponga una verdadera democratización de la universidad para que ésta se ligue a la lucha de los trabajadores y el pueblo. A principios de septiembre se realizará un congreso extraordinario de la FUBA, en éste, una de las resoluciones centrales tiene que ser el apoyo total a Sociología y el compromiso de extender esta experiencia a todas las facultades empezando por Filosofía y Psicología donde dirige la izquierda. La Comisión de Sociología ha mostrado para la movilización estudiantil un camino distinto al de las corrientes burocráticas que han dirigido los llamados centros opositores durante años, y aunque con sus límites, es un ejemplo a tomar en cuenta para constituir una nueva dirección del movimiento estudiantil.

1 Esta no funcionó durante este cuatrimestre ante la negativa de los consejeros estudiantiles de “sentarse” para votar al director con los antidemocráticos métodos tradicionales.
2 Cuando decimos actitudes “faccionalistas” nos referimos entre otras cosas a una nota que hicieron circular en la facultad y que enviaron a Indymedia donde lanzan acusaciones sin justificación contra el PTS. Esta actitud, que le hace el juego al MRS, ha sido ya repudiada por activistas y otras agrupaciones de la facultad.