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MOVIMIENTO OBRERO

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Su crisis, nuestras vidas

Hace pocos días se produjo un fatal accidente en un yacimiento de Tecpetrol en Chubut. Cristian Gutiérrez perdió la vida, Roberto Araneda y José Luis Guinao pelean por sobrevivir.

Raúl Godoy

3 de septiembre 2015

Su crisis, nuestras vidas

Hace pocos días se produjo un fatal accidente en un yacimiento de Tecpetrol en Chubut. Cristian Gutiérrez perdió la vida, Roberto Araneda y José Luis Guinao pelean por sobrevivir. Esta nueva tragedia muestra que para los capitalistas la vida del obrero no vale nada. En las cuencas petroleras de nuestra Patagonia, lo vemos cotidianamente. Recuerdo cuando en octubre del año pasado en el yacimiento “estrella” Vaca Muerta, el trabajador Néstor Villalba murió al caer en una pileta de lodos. Hace años que los petroleros vienen cobrando altos salarios, que ahora se empiezan a recortar y empiezan algunos despidos, pero las condiciones de trabajo son durísimas. Pasan semanas en los pozos, se pierden de ver a su familia por días, las ciudades petroleras lo único que tienen son casinos y prostíbulos. A eso súmale que el trabajo tiene su riesgo y que muchas veces las empresas no cumplen ni las mínimas condiciones de seguridad, mucho menos si estás fuera de convenio. Y encima la mayoría de las veces el sindicato tranza con las empresas.

Saqueo por donde se lo mire

Las multinacionales tiene permiso para todo en estas tierras.
Desde que acordaron con Chevron hace dos años y votaron el año pasado la nueva Ley de hidrocarburos impulsada por el gobierno nacional, la situación se agravó. Por un lado habilitaron el fracking como método de extracción de gas y petróleo que es mucho más contaminante que el convencional. A su vez, sobre todo en Neuquén, se viene dando una ofensiva brutal del gobierno provincial, YPF y las petroleras contra las comunidades mapuches, avanzando cada vez más sobre sus territorios ancestrales, desconociendo incluso las leyes y relevamientos territoriales que ellos mismo aprobaron en su momento. Y con la caída del precio del petróleo a nivel internacional, para maximizar las ganancias tratan de reducir los costos, tanto en la prevención de derrames y en la propia remediación como en las condiciones de seguridad de los trabajadores petroleros. Siempre que hay que ajustar lo pagan los trabajadores.

Defender la vida obrera y nuestros recursos

Esta situación a la que nos condenan las petroleras y sus socios tiene una salida.
Para defender la vida obrera, en primer lugar hay que pelear por delegados honestos y combativos y por recuperar los sindicatos de manos de los burócratas cómplices de las patronales, como hicimos los obreros ceramistas en Neuquén. También hay que pelear por la derogación de la Ley de riesgos de trabajo (ART) y toda la legislación menemista que sigue en pie después de doce años de gobiernos kirchneristas. Pero además es necesario poner en pie comités de seguridad e higiene conformados por los propios trabajadores, con capacidad para paralizar la producción ante cada situación que pueda poner en riesgo nuestra seguridad o nuestra salud. En Zanon el control obrero comenzó cuando todavía estaba la patronal y conquistamos una comisión de seguridad e higiene compuesta por los trabajadores, luego de una gran huelga cuando murió el compañero Daniel Ferrás dentro de la planta, por el año 2000. Ahí pudimos parar por los accidentes graves y las muertes obreras en la fábrica.
Solo de esa manera se puede defender la vida obrera de la voracidad capitalista. De la misma manera que planteamos que la forma de terminar con el saqueo es nacionalizar toda la industria hidrocarburífera y que sea administrada por los trabajadores.

Estos son los planteos del Frente de Izquierda.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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