La nueva rectora de la UNC, Carolina Scotto, acaba de asumir con el voto de muchos ex oficialistas. Scotto se impuso por 167 votos a 49. En la facultad del actual rector González, 18 de los 19 consejeros votaron a Scotto. En Agronomía, donde es decano el vicerrector Di Giusto los 19 asambleístas le dieron su voto. Esto demuestra claramente que quienes gobernaron la universidad durante todos estos años confían en que Scotto no cambiará nada de lo sustancial de los avances de la Ley de Educación Superior (LES).

Una nueva situación en la UNC
La elección de Scotto ha despertado importantes expectativas de renovación. El actual rector González, símil cordobés de Alterini, es conocido por mandar a sus patovicas a golpear a docentes y periodistas y por sus declaraciones homofóbicas, entre otras cosas. Este “menemismo tardío” generó un enorme repudio y hacía necesario un cambio en el régimen de la UNC. Este cambio lo simboliza Scotto para los medios de comunicación, intelectuales reconocidos y para las agrupaciones independientes de centroizquierda como La Bisagra y El Andén. Pero estas expectativas, tarde o temprano, van a estrellarse contra la pared. El sistema de alianzas que permitió este triunfo incluye a sectores del viejo oficialismo, defensores decididos de la LES como el nuevo vicerrector Fidelio y a la Franja Morada y el MNR. Nada verdaderamente transformador puede salir de aquí. Una verdadera transformación sólo será producto de la organización y la movilización del movimiento estudiantil, para imponer instancias verdaderamente democráticas como una Asamblea universitaria Estatuyente con mayoría estudiantil, que discuta todos los problemas de la universidad, desde sus formas de gobierno a su contenido social, ligado hoy a las grandes empresas, algo ajeno a las nuevas autoridades “progresistas”.
Contrariamente, la política del MST focalizó toda la discusión en si la izquierda debía impedir la asamblea, discusión válida pero limitada. Se negó a convocar públicamente como conducción del Centro de Estudiantes de Comunicación1, haciendo la convocatoria sólo como MST en vistas a las elecciones del año próximo. El día de la Asamblea, bajo esta lógica “mediática”, cuando el resto de la izquierda llegaba a manifestarse, el MST se retiró, dividiendo de hecho la acción de repudio. De este modo limitaron las posibilidades de una mayor movilización que hubiera hecho más real la posibilidad de boicot.
Desde Tesis XI y el PTS utilizamos todos los medios posibles para denunciar abiertamente el carácter antidemocrático de la Asamblea y convocar al conjunto del movimiento estudiantil a movilizarse para repudiarla. Esta es la perspectiva por la cual continuaremos peleando en el 2007.

1 Incluso la bandera del Centro de Estudiantes se halló ausente el día que se realizaba la asamblea.