EL MARTES por la noche, Atilio Alterini renunció a su candidatura a rector de la UBA, luego del fracaso de la convocatoria al Consejo Superior, por el quiebre de su propio bloque, que impulsaba su realización. Esto significa un importante triunfo de los estudiantes, que venimos enfrentando al procesista Alterini y a la “Asamblea Universitaria” que podía permitir su asunción. Sin embargo, no nos podemos engañar ya que la crisis de la UBA no es sólo por la candidatura de Alterini, sino que refleja la caducidad de un régimen universitario antidemocrático, cuyo poder lo detenta una pequeña camarilla de 2.000 profesores, que garantiza los negociados y moldea la universidad según los intereses de las grandes empresas.
“Muerto el rey”, el Consejo Superior, ¡con 20 alterinistas sobre 28!, se apresta a “cerrar la crisis institucional”, negociando “consensos” para elegir un candidato más “presentable”, pero manteniendo el carácter antidemocrático de los organismos de gobierno, o a lo sumo, como plantean los “reformadores” kirchneristas, democratizando “un poco”, instalando la “elección directa” con voto ponderado para los profesores.
Para terminar con las camarillas y avanzar hacia una verdadera democratización de la universidad, para ponerla al servicio de los trabajadores y el pueblo, tenemos que votar un programa claro en las asambleas por facultad e Interfacultades. La conducción de la FUBA (PO, MST y CEPA) se equivoca al posponer esto, y exigir al Consejo Superior un cronograma de democratización. ¡Ninguna confianza podemos tener que de este Consejo Superior lleno de alterinistas pueda salir alguna propuesta progresiva!
Para barrer con este régimen antidemocrático tenemos que imponer, como se votó en Sociales, un Congreso Universitario con mayoría estudiantil, claustro único docente y voto de los no docentes, abierto a las organizaciones obreras, para construir una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo. Para ello, necesitamos de un gran movimiento de estudiantes, docentes y no docentes, que pelee en forma independiente de todas las camarillas y, continuando el camino de la Reforma del "18, refunde la universidad sobre nuevas bases.