Katy, ¿cómo está PepsiCo después de las elecciones?

Veníamos de una ardua lucha, durante un año, denunciando el fraude laboral, luchando por más efectivizaciones, pero también poniendo blanco sobre negro ante los compañeros eran los que peleábamos día a día por lograr el pase a planta.

Entonces se tornaron en unas elecciones distintas, muy importantes, donde hubo más militancia, donde sacamos boletines dialogando con los compañeros nuevos. Un entusiasmo como hace mucho no pasaba.
Nosotros venimos del tercer mandato, consecutivo, y cada vez se afirma más en votos el apoyo de los compañeros a la lista que encabezamos con Leonardo Norniella.

Además, hay que decir que otra vez somos dos mujeres que conformamos la interna. Y apuntamos a un trabajo más ofensivo en otras fábricas de la alimentación, en un gremio donde son mayoría mujeres pero está dirigido por hombres, o mujeres que no nos representan.

Ha cambiado el estado de ánimo dentro de la fábrica. Venimos haciendo paros, por las paritarias. Y las asambleas nos sirvieron para eso, para hacer un trabajo combinado, haciendo comisiones de mujeres, llevando la exigencia al sindicato para que vuelva a haber cuerpos de delegados en todas las empresas del sector. Este triunfo las compañeras y compañeros lo ven como un triunfo propio.

Me decías que estaban con paros, ¿cómo viene la paritaria este año?
Nosotros abrimos la discusión salarial haciendo la primera marcha a la cámara empresaria, pidiendo el 40 %, con Kraft y otras internas opositoras de la zona. También con compañeros gráficos de Donnelley. Después hubo un plenario, donde Daer propone rechazar el 24 % de la cámara y que se lo mandate para tomar medidas de fuerza si son necesarias.

Pero las medidas que propone Daer son tibias para arrancar la suma que queremos. El sindicato llamó a una marcha, insignificante. Nosotros hemos denunciado que las cámaras empresarias y las multinacionales de la alimentación ganaron fortunas estos años.

Llegamos a este lunes, donde arrancamos con paros de 2 horas por turno, que nosotros lo usamos para hacer asambleas, denunciando la metodología burocrática del sindicato, y planteando la necesidad de que sean los trabajadores los que decidan dónde, cómo y de qué manera quieren arrancarle a las patronales el aumento salarial. Igual que la interna de Kraft, hemos hecho asambleas y las medidas se han cumplido masivamente.

¿Cómo sigue esto?

En Córdoba hubo bloqueos en las fábricas. Nosotros hicimos asambleas y votamos participar del corte con compañeros de Kraft, Stani, gráficos y otros que vienen luchando por un aumento del 40 %.

Y además hemos discutido poner mucho más fuerza a nuestra agrupación, Desde Abajo, que está en varias de las grandes fábricas.

Si no salimos a la calle la burocracia va a firmar por migajas. Hay bronca en el gremio, cada vez participan mas delegados. Y nuestras demandas son sentidas. Por eso poner más fuerzas y hacer más militante la agrupación Desde Abajo. Ya se nota en las reuniones, en el blog, hay muchos más debates y compañeros que participan.

Porque si bien la agrupación ha sido militante en la lucha salarial, el apoyo a otros conflictos, en los encuentros obreros de Zona Norte, y los plenarios clasistas, donde los sectores opositores luchan contra burocracia, queremos seguir avanzando. Es lo que queremos hacer junto a los otros compañeros con que estamos poniendo en pie el periódico Nuestra Lucha, una herramienta politico-sindical que venimos impulsando con agrupaciones clasistas y delegados de base de distintos gremios y puntos del país.