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INTERNACIONAL

Parazo de los mineros de Codelco

En medio de las masivas movilizaciones por la educación y un rechazo histórico al gobierno

Nicolás Miranda

14 de julio 2011

La semana pasada se conocieron nuevamente las encuestas que confirman una abrupta caída del gobierno y de las instituciones del régimen. Mostraron el desplome del Gobierno con un 31% de aprobación y 62% de rechazo y de las instituciones del régimen (el Senado tiene una aprobación del 25% y un rechazo del 61%, y Diputados con una aprobación del 22% y un rechazo del 63%).

Pero en medio de los procesos de movilizaciones que ya entran en su tercer mes, un dato de una de las encuestas, muestra que hay algo que sube: aún en medio de la crisis y desprestigio de la CUT, aumenta la confianza en los sindicatos: 73%, que cree que son necesarios; 44% manifiesta su confianza en los sindicatos; 66% cree que la negociación colectiva es necesaria.

Es la expresión del estado de ánimo en las calles, las tomas, los paros, que el día lunes 11 de septiembre sumó al paro nacional de los trabajadores de planta de Codelco convocado por la FTC (Federación de Trabajadores del Cobre), al que se plegaron con paralización los subcontratistas de la CTC (Confederación de Trabajadores Contratistas) y la Federación de Sindicatos de Supervisores y Profesionales (Fesuc), y adhirieron entre otros la ANEF (públicos), CUT, Colegio de Profesores y CONFECH, y fue apoyado con unas movilizaciones, aunque pequeñas, de estudiantes en Santiago.

Para el 14/7 está convocado un nuevo paro y movilización nacional, que será una nueva prueba para la lucha por la educación.

Una demostración de fuerzas

El paro de los trabajadores de Codelco, 16.000 de planta y 30.000 subcontratistas fue del 100%, y el primero después de 18 años, siendo histórico. Las dirigencias sindicales, además, bloquearon los accesos a las faenas. Rechazan el camino que el gobierno de Piñera inicia hacia su privatización endeudando la empresa, creando una Sociedad Anónima dentro de la estructura de minera Gaby, preparando despidos, quitando derechos ganados por los trabajadores.

La FTC, y la misma CTC, nada habían hecho con el paro de casi 50 días de los trabajadores subcontratistas de El Teniente.

Y hoy resulta en un paro del 100% pero con escasa movilización. Se trató, en todo caso, de una prueba de fuerzas para enfrentar las negociaciones sobre los puntos que el Gobierno quiere avanzar y en este paro los trabajadores rechazan. Pero en el marco de una gimnasia que comienza a hacer la clase trabajadora, con este paro, el paro anunciado por Confusam para fines de este mes, y el paro nacional anunciado por la CUT para agosto. Esa brecha entre la paralización total y una escasa movilización, con los bloqueos sostenidos principalmente por los dirigentes, es algo que está atravesando el conjunto del proceso de movilizaciones.

La brecha que hay que cerrar, y el rol de las direcciones que la mantienen abierta
Así como en el paro de Codelco se paralizó el 100% pero los bloqueos fueron principalmente de los dirigentes sindicales, en las movilizaciones estudiantiles las tomas, que actuaron como el corazón del proceso de lucha eran sostenidas por algunas decenas, mientras que en las movilizaciones marcharon cientos de miles.
Es que aún no surge una militancia obrera, sindical, estudiantil. La tendencia a emerger de esta militancia viene con el impulso de la lucha misma, existe en quienes sostienen las tomas y los paros activamente. Pero no termina de emerger con la magnitud y masividad que vemos en las calles o en el mismo paro de Codelco. ¿Qué detiene este impulso?

Las políticas de las direcciones

La CUT, co-dirigida por la Concertación y el PC, sigue marcando el paso y sólo adhiere, sin paralizar. Los sindicatos críticos que enviaron su carta pidiendo un congreso refundacional, no cuestionan la política de la dirección.

La CONFECH (Confederación de Estudiantes de Chile); dirigida mayoritariamente por las JJCC y la Concertación, con su petitorio unificado con los rectores, allana el camino para desmovilizar. Los colectivos populares, buscan organizarse para abrir la CONFECH y disputar el espacio a las JJCC y la Concertación. No pasan de esta disputa de espacios.

Para mantener vivo el impulso y ampliarlo y profundizarlo al surgimiento de una militancia estudiantil y sindical, es decir: para que así como llegaron a ser cientos de miles movilizados en las calles, sean cientos de miles en las tomas y los paros, hay que luchar por poner en pie un organismo que unifique a universitarios y secundarios, profesores y funcionarios, con delegados elegidos en asamblea, mandatados y revocables.

Para unir las luchas, hay que poner en pie un Comité Nacional de Lucha que discuta un Plan de Lucha unificado para avanzar hacia un Paro Nacional, que plantee entre sus medidas la lucha por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización.

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