logo PTS

Debate sobre situación Nacional y Partido

Situación nacional: giro a la derecha del gobierno y crisis capitalista internacional

Allí definíamos la situación política nacional como no revolucionaria con rasgos transitorios. En términos sencillos, no revolucionaria significa, para decirlo muy sintéticamente, que el crecimiento económico del país de los últimos años ha generado ilusiones reformistas en el movimiento obrero, confianza en el gobierno y cierta paz social, aunque vivimos fenómenos de lucha de clases agudos (tercerizados ferroviarios, Indoamericano, Jujuy, etc.) pero no generalizados. Y rasgos transitorios significa que hay tendencias a romper la relativa estabilidad actual.

PTS

15 de diciembre 2011

El informe partió de repasar las definiciones del documento presentado por el Comité Central saliente, discutido en todos los equipos de militantes.

Allí definíamos la situación política nacional como no revolucionaria con rasgos transitorios. En términos sencillos, no revolucionaria significa, para decirlo muy sintéticamente, que el crecimiento económico del país de los últimos años ha generado ilusiones reformistas en el movimiento obrero, confianza en el gobierno y cierta paz social, aunque vivimos fenómenos de lucha de clases agudos (tercerizados ferroviarios, Indoamericano, Jujuy, etc.) pero no generalizados. Y rasgos transitorios significa que hay tendencias a romper la relativa estabilidad actual. Por poner un ejemplo, la última situación transitoria que se abrió en Argentina, fue la que va desde el conflicto con las patronales agrarias hasta -para ponerle una fecha- la muerte de NK, donde empezó a recuperarse el gobierno.

¿Cuáles son los rasgos transitorios actuales?

En primer lugar, en la economía hay problemas que podríamos llamar “de arrastre” (a los que tienen que responder incluso si no se profundizara el escenario adverso internacional) y otros que tienen que ver con la tendencia a la agudización presente de la crisis capitalista con su actual epicentro en Europa, que explican el duro ataque que prepara el gobierno, contrario a las ilusiones de los trabajadores y sectores populares que votaron al FPV.

Hay problemas “de arrastre” serios. Sintéticamente:

a) El déficit fiscal, que para el kirchnerismo es un problema serio, al que siempre le ha prestado mucha atención, porque es un bonapartismo fiscal. No pueden mantener los $70 mil millones en subsidios que gastaron durante este año, si pretenden evitar que el déficit se dispare.

b) El problema de la “competitividad”, al que le da mucha importancia Cristina porque es fanática de “capitalismo serio”. Quieren aumentar la inversión (que es relativamente alta desde el punto de vista de los parámetros mundiales, pero para un país que crece al 8% anual y tiene una estructura productiva atrasada, es baja) para frenar el aumento de las importaciones (de bienes intermedios, de bienes de capital, etc., cosas que la Argentina no produce) que lleva a que de conjunto aumentan más que las exportaciones, achicándose el superávit comercial. Esto influye en la inflación, que no se debe sólo al aumento de los precios internacionales sino también a que hay una oferta limitada de productos en la Argentina. Pero las trasnacionales, que tienen un peso creciente entre principales empresas del país, reinvierten sólo el 15% de las ganancias mientras las remesas de utilidades (lo que se llevan al exterior) pasaron de representar el 1% del PBI en los ’90, al 2% en los años K. Cristina intenta seducir, con muchos gestos, a los industriales para que la inversión aumente y haya menos presión inflacionaria.

c) El atraso cambiario y la fuga de capitales que llegará este año a U$S 20 mil millones.

Todos estos problemas el gobierno los pateó por el año electoral, pero tienen conciencia de que está empeorando la situación internacional. Empieza a golpear la crisis internacional por dos vías principalmente: por Brasil (se estima una baja del crecimiento al 3,2%, que afecta mucho a la industria automotriz) y por la soja (el precio de la tonelada bajó de U$S 500 a U$S 420 durante este año y se calcula que va a estar por debajo de U$S 400 en el 2012). Entonces, como crece la producción de soja, calculan que caería entre un 6 y un 11% el conjunto del ingreso por la cosecha. Esa caída afecta al ingreso de los productores agrarios y la oligarquía, del Estado y, dentro del ingreso del Estado, al de las provincias a través del Fondo Federal Solidario. Todo esto sin los escenarios de agravamiento mayor de la crisis internacional.

Por eso, cuando discutimos hasta dónde está dispuesto el gobierno a llevar las medidas que está anunciando, hay que tener en cuenta de dónde viene, qué quiere y hacia dónde va. Hay un antecedente de Cristina en una situación parecida: el conflicto de la 125, intentando imponer las retenciones móviles, inclusive con una situación mejor que ahora. El gobierno, cuando asume a fines del 2007, larga el conflicto de la 125 porque quiere aumentar la recaudación fiscal. Desde el punto de vista económico, luego de la derrota de la 125 “resuelven” el problema con la estatización de las AFJP (octubre de 2008) que les permitió manejar todo el sistema de subsidios con la plata de los jubilados (lo cual crea todo otro problema, al que no nos vamos a referir, que es el problema de las reservas y las deudas del Estado con la ANSES y demás).

¿Qué otra alternativa tendría el gobierno si no baja los subsidios -sobre todo para el problema fiscal- y los salarios? ¿Hay algún otro sector burgués al cual podrían apelar, como fueron las AFJP, liquidando un sector financiero que estaba en crisis? Todos los anuncios contra los trabajadores y el pueblo que hace el gobierno tienen estas razones económicas profundas.

Tarifazo y fin del “nunca menos”

Ahora dicen que el tarifazo va a ser a los asalariados que tengan un ingreso mayor a los $ 5.200, pero “por hogar”. Si hay dos integrantes o más de la familia que son asalariados y se suman sus ingresos, no les mantienen el subsidio. Sólo quedarían los trabajadores o trabajadoras que mantienen un hogar con un sólo salario menor a $ 5.200. Millones de asalariados que tienen un ingreso familiar por encima de esa cifra van a sufrir un duro golpe a su salario real. Lo van a aplicar en cuotas, para ir disfrazándolo lo más posible, pero va directamente en contra del ‘nunca menos’.

Muchos compañeros ya dicen que en las fábricas, aunque todavía no vino el aumento de la luz o el gas, los trabajadores dicen “empezaron por los barrios ricos pero vienen para acá”. Incluso hay obreros y obreras que se sienten avergonzados de haber votado al gobierno y no lo quieren decir porque ven que el mismo está yendo en contra de sus propias ilusiones.

Paritarias y ataque a los sindicatos

En segundo lugar, las paritarias “con techo” también son una cosa seria, aunque no se firme un pacto social. Eso explica que sea profundo tanto el ataque a Moyano y a los sindicatos en general para hacer una CGT más de derecha, y los reiterados discursos de Cristina contra la acción directa y los sectores combativos que ya venimos denunciando.

Consecuencias políticas

Ya hemos explicado la relación del cristinismo y las “Tres B” . No es poco que estén atacando uno de los pilares del poder del peronismo como es la burocracia sindical, aunque sea a un ala de ella. Están jugando con fuego, porque no tienen una fracción kirchnerista de la burocracia. Están quedándose, como dice Luis Tonelli, con el software, que es la figura de Cristina, su peso en la “opinión pública” (algo que puede cambiar rápidamente) y la “caja”, pero se arriesgan a romper el hardware.

Dentro del esquema político del kirchnerismo otro fenómeno que es desestabilizante, y que tiene que ver con esta relación burocracia-policías-intendentes-jefes provinciales, es que no hay sucesión de Cristina, lo que abre disputas entre las fracciones del propio “oficialismo”.

Y ya hemos denunciado además el giro a la derecha también en el terreno cultural, con toda la discusión de Rosas y el Instituto Manuel Dorrego, un discurso de “revisionismo histórico” nacionalista de derecha, contrario al revisionismo de tono “progresista” que presentaron en los festejos del Bicentenario (ambos opuestos a la tradición “liberal”).

Estamos hablando de las tendencias para el 2012. Hoy todavía este es un gobierno muy fuerte, con alto apoyo entre la población y las fracciones de la burguesía, pero tiene una debilidad estructural como aparato de poder burgués.

Perspectivas

De estas tendencias políticas prevemos mayor lucha de clases para 2012. Si se retrae Brasil y la importación de automóviles, la industria automotriz será un sector afectado. Pero no hay una relación tan mecánica entre economía y lucha de clases. Ya lo vimos en 2009. La industria de la alimentación no era una de la más afectadas por la crisis y estalló el conflicto de Kraft por una serie de otros motivos. Entonces podemos prever que en la industria automotriz y en los estatales (cuyos salarios vienen atrasados respecto a la inflación y ahora les van a dar menos, tanto en docentes, salud, provinciales, etc.) habrá condiciones estructurales objetivas para una mayor lucha de clases. Pero no quiere decir que necesariamente las principales luchas van a surgir ahí, porque eso depende de los gremios, de cómo están los sectores de vanguardia y cómo se ubican los gobiernos y las patronales. Pero de conjunto prevemos que va a haber más lucha de clases porque el gobierno va a atacar.
El principal “rasgo transitorio” de la situación es que todo tiende a hacer chocar las ilusiones de las masas en el “progreso”, con la política del gobierno y las patronales de terminar con el ‘nunca menos’.

Respecto a los escenarios que señalamos en los documentos , tanto en el informe como en posterior debate, se clarificó la tendencia al escenario calificado de “intermedio”. Y si la crisis económica se agudiza, la situación será más convulsiva.

Si hasta ahora el amplio apoyo de la mayoría de la clase obrera al gobierno “bloqueaba” la posibilidad de construir un partido revolucionario “de vanguardia”, es decir, que pudiera incidir directamente en el desarrollo de los acontecimientos de la lucha de clases nacional (y no sólo en algunas fábricas, empresas y universidades, como ahora), además de tener una voz que presente un programa alternativo al del gobierno y la oposición patronal, ahora se abre la posibilidad de “desbloqueo”.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados:

Nacional

/   

Partido