Ni el acto convocado por los patrones rurales en el Monumento a los Españoles, ni la contramarcha del gobierno a Plaza Congreso defiende un solo interés de los trabajadores y el pueblo.

El ejemplo más evidente, es que llevan un mes en el Congreso sin que uno solo de los 257 diputados y 72 senadores, haya planteado nada sobre la situación del millón y medio de peones rurales que en su mayoría están en negro y bajo condiciones de superextplotación dictadas por la ley de trabajo firmada por Videla y Martínez de Hoz, que habilita hasta el trabajo infantil y la jornada laboral los días domingo. Un estatuto esclavista que rige la vida de la mayor fuerza social y verdaderamente productora “del campo” que ni el gobierno ni la Mesa de Enlace agraria cuestionan.

Y no lo hacen, justamente porque el debate por las retenciones es una puja entre los que, del lado del gobierno, quieren más recaudación fiscal para subsidiar a los empresarios y pagar la deuda externa como confesó el propio Néstor Kirchner; y del otro los productores de soja, grandes y pequeños, que defienden su “derecho” a enriquecerse exportando a 600 dólares la tonelada; ambos beneficiados por el dólar alto y los bajos salarios. Es decir, la disputa por el botín de una renta que los dos bandos patronales sacan del trabajo obrero.

El verso del “gobierno que no reprime la protesta social”

La represión en Plaza de Mayo el lunes 7, contra 20 organizaciones de trabajadores desocupados que intentaban un acampe por sus reivindicaciones con independencia de los bandos patronales, fue una nueva muestra de la hipocresía de los Kirchner que dicen que el “gobierno que no reprime la protesta social”. El ministro Aníbal Fernández justificó el accionar represivo, que contó con provocadores policiales, agentes de civil armados, persecuciones, heridos y detenciones a varias cuadras de la Plaza. Todos los medios - los que justificaron el lock out de desabastecimiento y los que defienden al “gobierno de los derechos humanos”- encubrieron la represión con titulares sobre “la violencia de los piqueteros”. Ninguno de los líderes de la patronal ruralista, que arman costosas carpas frente al Congreso y bloquearon de alimentos las ciudades, abrió la boca.

En tanto en el Congreso negocian el reparto de la renta con las patronales sojeras; quienes fueron reprimidos siguen cobrando 150 pesos como en el 2002. Hace un mes el gobernador kirchnerista Barrionuevo de Jujuy descargó gases y balas de goma contra las familias desocupadas de La Quiaca. En pleno lock out agrario, el gobernador Scioli ordenó a 700 policías bonaerenses desalojar a los obreros de la textil Mafissa en La Plata que fueron encarcelados y procesados por luchar con los métodos de la clase trabajadora, justamente, contra un lock out patronal en su fábrica. Fue el propio gobierno nacional que mandó a prefectos y policías contra los jóvenes trabajadores del Casino Flotante, el mismo gobierno de la 4x4 del ministro Varizat atropellando a los docentes de Río Gallegos y el envío de la Gendarmería a Santa Cruz. La noche de la represión en Plaza de Mayo, Cristina Kirchner y su vice Cobos participaron en la “Cena de Camaradería” de las Fuerzas Armadas. La presidenta los llamó a “ser parte de la construcción de una nueva Argentina”, y anunció un aumento salarial para todos los militares.

Extendamos los pronunciamientos por la “tercera posición”

El PTS llama a extender los pronunciamientos contra los dos bandos capitalistas desde los lugares de trabajo, en las organizaciones de base de los trabajadores y los estudiantes, como ya lo han hecho más de 500 intelectuales y trabajadores de la cultura, para fortalecer una posición independiente de los trabajadores en la crisis, y trabajar para la convocatoria unitaria a una gran Asamblea Nacional de la “tercera posición” que reúna a miles de trabajadores y estudiantes.

Llamamos a las organizaciones sindicales combativas, cuerpos de delegados y comisiones internas, a los centros y federaciones estudiantiles, como la FUBA, a los organismos de derechos humanos y los partidos de izquierda, a poner en pie un fuerte polo político en la crisis nacional para decir: Ni con los Kirchner ni con las patronales agrarias. Por un aumento general de emergencia para los planes sociales y los salarios. Por el fin del trabajo precario y un salario igual a la canasta familiar indexado mes a mes según la inflación. Por la defensa de los nuevos delegados, comisiones internas y activistas que son perseguidos y encauzados por luchar. Por la nacionalización del comercio exterior, los puertos privados y las grandes propiedades de tierras y empresas del campo. Por la abolición del IVA y los impuestos al consumo, y el establecimiento de impuestos progresivos a las grandes fortunas. Por el no pago de la deuda externa y la nacionalización de la banca. Por un plan de obras públicas bajo control obrero al servicio de las necesidades populares. Por una salida de los trabajadores y socialista contra los dos bandos capitalistas.

PTS - Partido de los Trabajadores Socialistas

14/07/08