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NACIONAL

NUEVO CÓDIGO CIVIL

A la medida de la Iglesia y del empresariado

El miércoles 1° de octubre el kirchnerismo en un trámite express y ayudado por los votos de sus aliados, aprobó en diputados el Nuevo Código Civil y Comercial.

Nicolás del Caño

9 de octubre 2014

A la medida de la Iglesia y del empresariado

Lo hizo cumpliendo un acuerdo, el que selló la presidenta con Bergoglio (el Papa argentino) en su reciente almuerzo en el Vaticano.
La oposición protestó porque ciertamente el bloque oficialista impidió, en su apuro por contentar a la Iglesia que el proyecto sea discutido en comisiones en la Cámara de diputados. Durante 2012 y 2013 el debate se dio en una comisión bicameral (diputados y senadores) que sacó el dictamen que permitió que sea votado en el Senado a fines de 2013.
Fue una maniobra reglamentaria del oficialismo, ya que más de la mitad de los diputados que asumimos a fin del año pasado, no tuvimos oportunidad de discutir este Código, esto también lo denunciamos desde el Frente de Izquierda (PTS y PO).
Por eso dijimos en el recinto y queremos que todo el pueblo trabajador se entere, que este nuevo código de conjunto es reaccionario, hecho a medida no sólo de la Iglesia Católica, sino también de las patronales.
 Ese miércoles 1° decíamos: “el oficialismo pretende esconder detrás de algunos derechos que apoyamos como la agilización del divorcio o la posibilidad de que parejas de un mismo sexo o personas sin pareja puedan adoptar, cientos de artículos en contra de los derechos de las mujeres, los pueblos originarios y los trabajadores, que vienen a reafirmar la legislación laboral de los 90”.
 Pero también expresé que los bloques mayoritarios de la oposición no mencionan este acuerdo con la Iglesia porque apoyan los artículos más reaccionarios que logró hacer ley el gobierno.

Claves:
» Clausura el derecho al aborto y obstaculiza las técnicas de fertilización asistida.
» Prórroga de jurisdicción de contratos de arbitraje:
Legalización del sometimiento a los tribunales extranjeros, renunciando a la soberanía nacional
» Eliminación de la responsabilidad civil del Estado: no responde frente a los daños causados por sus empresas concesionarias
 » Nuevas formas de fraude y precarización laboral: contrato de cooperación y contrato de franquicia
» Limita las indemnizaciones por accidentes de trabajo: reduce los costos para la patronal.
 » Si se aceptan indemnizaciones extrajudiciales, el trabajador no puede volver a reclamar mayores sumas.
» No garantiza el derecho al agua potable ni a los servicios públicos.
 » No garantiza el derecho de los pueblos originarios a sus tierras ni a sus formas de vida comunitaria.

 De qué se trata este código celebrado en el Vaticano y en la Unión Industrial
Uno de los artículos que mayor polémica despertó es el 19 que plantea que la existencia de la persona humana comienza con la concepción. Nada más anti científico y oscurantista que este artículo que cierra la puerta al derecho al aborto seguro, legal y gratuito. No importan las hijas del pueblo trabajador que año a año mueren por abortos clandestinos. Bergoglio y Cristina sellaron la suerte de estas mujeres.
Las diputadas kirchneristas que se venían pronunciando por el derecho a que sean las mujeres las que decidan su maternidad, en un acto que las debería avergonzar, votaron sin chistar todo el articulado de este Código.

Por uno, dos, muchos tribunales imperialistas (parece ser la proclama del kirchnerismo)
 Probablemente el aspecto más pro imperialista sea la prórroga de jurisdicción de los contratos de arbitraje que legaliza el sometimiento a los tribunales extranjeros, cediendo la soberanía nacional. Nuevos jueces Griesa en los países centrales podrán dictar fallos a medida de los fondos buitres y multinacionales como Chevron, porque el código votado por todo el kirchnerismo, habilita esta posibilidad. Las audiencias de esos tribunales son privadas, sus contenidos no se publican y sus fallos no pueden ser revisados por los jueces argentinos. Unidos y subordinados plenamente al imperialismo.

Se consagró la impunidad y los beneficios para las patronales
El nuevo Código consagra la legalización de las reformas reaccionarias del menemismo en desmedro de los trabajadores y los sectores más vulnerables de la sociedad.
 Gracias al poder ejecutivo, el Código elimina la responsabilidad civil del Estado ante daños causados a las personas. El Estado no responderá ante los daños producidos por una empresa concesionaria, mientras que hasta el momento tenía la obligación de actuar en carácter solidario. En masacres ferroviarias como las de Once el Estado se lavará las manos. 
Los empleados públicos, particularmente los contratados, estarán librados al azar y no tendrán derecho a resarcimiento en caso de accidente o daño. Del mismo modo, los funcionarios que perjudiquen a terceros por desidia o negligencia no responderán civilmente ni patrimonialmente. La impunidad hecha ley.
 Este código, haciéndose eco de viejas demandas patronales, auspicia nuevas formas asociativas para estafar a los trabajadores, como las sociedades unipersonales. Ante cualquier demanda, sea laboral o comercial el empresario solo responderá por su patrimonio afectado a la empresa, pero no por su patrimonio total, como rige en la actualidad. De aquí en más los empresarios que opten por la maniobra de vaciamiento, sólo “perderán” (ante un eventual fallo que lo demuestre), el capital que pusieron en la empresa. Poca pérdida, para mucha ganancia: negocio redondo.
 Por eso denunciamos que este nuevo Código Civil y Comercial blanquea nuevas formas de fraude laboral como el contrato de cooperación y el contrato de franquicia y promueven las diversas formas de tercerización y precarización laboral.
 Otros de los artículos de esta Ley, que con el mayor de los cinismos “usa” las necesidades que tienen los trabajadores, es el artículo que establece que un trabajador puede aceptar la suma ofrecida por un patrón a partir de una demanda, pero pierde la posibilidad de seguir reclamando mayor indemnización.
 Son cientos los artículos que consagran el beneficio empresarial como el artículo que limita la indemnización que pueda percibir un trabajador por accidentes, sólo al aspecto productivo. O sea que si un trabajador pierde por ejemplo un dedo en un accidente laboral, sólo le pagarán por ese miembro. El daño psicológico o social que esto le puede provocar no será tenido en cuenta.
El nuevo código hace ley el hecho de que para los empresarios (y para este gobierno) los trabajadores son descartables y sólo sirven para obtener ganancias. La vida social, familiar, su salud psíquica, nada de eso importa para la clase capitalista.
 
Mas “perlitas” del gobierno nacional y popular
 Venimos denunciando también que no se garantiza el derecho al acceso al agua potable y servicios públicos y tampoco se contempla el derecho de los pueblos originarios a sus tierras ancestrales ni a sus formas de vida comunitaria. Estas cuestiones, estarían regidas por “leyes especiales” “para subsanar las ausencias del Código Civil”. El mismo tratamiento sufrió la cuestión de la fertilización asistida que no se contempla en el Código, también a pedido de la Iglesia, y que deberá resolverse en una ley especial.
 Nosotros respondemos a nuestra práctica de defender los intereses del pueblo trabajador, por eso nos oponemos a esta legislación denunciando claramente que una vez más el gobierno nacional, ya en su último año de mandato, presta un invaluable servicio a la Iglesia Católica y a la clase capitalista sancionando este Código Civil ultra reaccionario.

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